Pese a que no profeso demasiada admiración por el cine de Robert Rodriguez, la simpatía que me despiertan algunas de sus constantes, y el interés que siempre supone cualquier trabajo de Quentin Tarantino, hacen que el último proyecto conjunto de ambos, Grindhouse, sea para un servidor uno de los estrenos más apetecibles del año.
Ayer domingo saltó en la blogosfera la noticia de que los dos segmentos que conforman este peculiar programa doble, Death proof de Tarantino y Planet Terror de Rodriguez, podrían estrenarse en algunos países por separado. Quizás esto no sea más que una campaña promocional del film, y todo sea al final una simple boutade, pero mejor curarnos en salud y firmar la petición online para que Aurum no cometa semejante tropelía contra la voluntad de sus creadores: la de homenajear los añejos programas doble de los drive in norteamericanos, formados por películas de serie B o directamente Z.
El despropósito todavía es mayor si se tiene en cuenta que Grindhouse incluye fragmentos y trailers de películas inexistentes, concebidos directamente para la ocasión en una pirueta metarreferencial que perderá su gracia si el film se estrena en dos partes. Porque, ¿en cuál de ella se incluirán los trailers?
Si desean firmar tal petición, solo tienen que pinchar aquí:
No al estreno por separado de los segmentos de Grindhouse en España
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