lunes, 12 de junio de 2006

Literatura de usar y tirar

Aunque prosigo con la lectura de El atlas de las nubes de David Mitchell, la peculiar idiosincrasia de la obra (múltiples partes, tiempos, narradores y estilos) me permite hacer algo que no suelo permitirme: el intercalar la lectura de otras novelas.

En este caso, pude leer Muñecas tras el cristal, de Pedro de Paz: una novela policiaca que se lee en un suspiro, lo cual no quiere decir en este caso que estemos ante una buena novela...

La idea de partida de la obra es interesante: Jaime Areta, su protagonista, es un pic hunter, esto es, un cazador de fotos en internet; busca fotos pornográficas y las conserva clasificándolas por estilos. Durante su caza se encuentra por casualidad con un antiguo amor de la adolescencia, con quien perdió todo contacto. El hallazgo vuelve a provocar sentimientos en él, y sin dudarlo por un momento, decide emprender la búsqueda de la chica.



El problema de Muñecas tras el cristal es su pobre estilo literario: el autor cae en uno de los errores más comunes de la mala literatura: el querer explicarlo todo. De esta forma, cuando el personaje está triste, el autor no expresa esa tristeza a través de sus actos, sino que lo explicita lingüísticamente. En fin, que dice: Jaime estaba triste. Y así con todo, página tras página, hasta el desenlace de la historia. De esta manera, el lector tiene la continua (y muy molesta) sensación de que lo toman por tonto.

Y es una pena, porque seguramente el autor tiene la capacidad suficiente para escribir mejor. Se expresa con corrección y no comete errores garrafales. El problema es que lo que expresa, por lo general, no tiene necesidad de ser expresado.

5 comentarios:

  1. Anónimo10:57 p. m.

    Estimado Fran:

    Mi nombre es Pedro de Paz. Soy el autor de “Muñecas tras el cristal”, novela que usted ha tenido a gala reseñar brevemente en este blog. Ante todo, me gustaría agradecerle la deferencia del gesto ya que aunque en su comentario indique que su estilo prosístico no ha sido de su agrado, el hecho de que haya dedicado una entrada a mi novela me sugiere que ésta no le ha sido indiferente del todo. En cualquier caso, me alegra comprobar que sus discrepancias son relativas a los meros aspectos formales de la novela. Esas son cuestiones que, con voluntad y el tiempo necesario por mi parte, pueden llegar a pulirse y mejorarse. Y en ello estamos. Me hubiese disgustado mucho más comprobar que la historia en sí le hubiese parecido deficiente o insulsa. Eso si que es algo que no se puede mejorar o enriquecer por mucho que se quiera. O se tiene una buena historia que contar o no se tiene. Y por lo que creo deducir de sus palabras -o al menos de sus omisiones- la historia que se narra en mi novela no le ha parecido mala. O al menos, no en exceso.

    Atentamente,
    Pedro de Paz

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  2. Estimado Pedro:

    Lo primero de todo, agradecerte que colabores con tu respuesta y que tengas en cuenta la opinión de un servidor, que no tiene más criterio que su gusto subjetivo y, sí, lo que ha aprendido de lecturas y talleres, pero que al fin y al cabo tampoco son verdades absolutas.

    Igualmente, agradezco la humildad con la que recibes una crítica negativa (aunque no lo sea del todo), lo que creo te convierte en una rara avis dentro del mundo de los escritores profesionales. Si todos fuesen así, otro gallo nos cantaría.

    Efectivamente, la trama de la novela, más allá de algún detalle que pudiera no convencerme, no sólo no me disgustó, sino que fue lo que me llevó a hacerme con el libro. Y es más, en el mismo día en que lo adquirí lo leí por entero en un par de sentadas, lo cual me parece un aspecto bastante positivo (¡qué cansados estamos de los libros innecesariamente alargados, que se caen de las manos!).

    En cuanto al estilo literario, como ya dije, no me satisfizo, y efectivamente es algo que se mejora con la práctica (creo que es tu segunda novela, ¿no?). Y lo dice alguien que también intenta abrirse paso en esto de la escritura, que va aprendiendo día a día y que sigue cometiendo errores de bulto (cada vez menos, claro está, si no para qué seguir intentándolo...)

    En fin, que me alegra mucho te hayas pasado por aquí, que espero que mi opinión te haya servido de algo, y que corrijas esos "errores" que mencionábamos, siempre que tú los veas también como tales; y que de esta forma sigas escribiendo, cada vez mejor, pero sin perder lo que de tu personalidad y manera de ver el mundo tengan tus obras. Yo estaré allí para leerte. Palabra.

    PD: Por cierto, espero verte más por aquí, y no sólo para debatir sobre tus libros, sino sobre los de cualquier otro. Como bien señalas, aquí estamos todos para aprender, y de paso enseñar algo de lo poquito que vayamos aprendiendo.

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  3. Por cierto, acabo de darme cuenta que me das el tratamiento de usted (que por mi parte, sobra), y yo me he tomado la licencia de tratarte de tú, supongo que por saber que eres un autor joven. Espero no te haya molestado. Por mi parte, y a partir de ahora, soy "Fran", nada de "usted, señor Fran". :-)

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  4. Anónimo12:44 p. m.

    Estimado Fran:

    No es cuestión de que yo vea como errores los detalles que puedan ver los demás como tales. "Muñecas tras el cristal" se publicó tal y cómo yo estimé que debía ser publicada. Y estoy muy satisfecho con el resultado. A día de hoy, cambiaría muy pocas cosas. Lo que ocurre es que no soy tan soberbio como para no ser consciente de mis limitaciones y, por otro lado, soy de los que piensan que la opinión de los lectores, por el mero hecho de serlo, merece ser tenida en cuenta. Todas sin excepción. Las opiniones buenas y las no tan buenas. Y por eso agradezco de veras tu comentario en todo lo que vale, que para mí es mucho. Sí es cierto que tengo cierta propensión hacia el excesivo detalle en mis narraciones y coincido en que, a veces, resulta mucho más interesante el sugerir que el contar. Y ese tipo de habitos son los que conviene pulir. Como bien comentas, además de para disfrutar, estamos en esto para aprender y sería de necios el pensar lo contrario.

    Agradezco cordialmente la invitación de quedarme en este blog. Trataré de pasarme por aquí en la medida en que me lo permita mi tiempo -que por desgracia, no es mucha-. El lugar me gusta y me resulta cómodo.

    Atentamente
    Pedro de Paz

    PS: Lo del tratamiento de "usted" es costumbre mía al dirigirme a alguien a quien no he sido presentado formalmente. Puesto que ya nos conocemos y hemos decidido apearnos el tratamiento, por mi parte, ningún problema. :-)

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  5. Pues lo dicho: aplaudo tu manera de ver el asunto, y te agradezco el tiempo que te tomas en visitar este blog y contestarme. E insisto: espero verte más por aquí, de forma activa.

    Un abrazo enorme.

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