martes, 27 de diciembre de 2016

Juliette: La familia y uno más




Estaba a punto de titular esta crítica de Juliette. Los fantasmas regresan en primavera como "La Comedia Humana", pero al revisar lo que dije de la anterior obra de su autora, Rosalie Blum, descubro que ya utilicé entonces dicho homenaje a Balzac... Lo cual da que pensar, además de en la escasa inventiva del redactor de estas líneas, en la posibilidad de que Camille Jourdy sea verdaderamente una autora en el sentido más pleno del término: el de un creador con un universo propio que se caracteriza por una serie de constantes que se van repitiendo a lo largo del tiempo en sus obras por muy diferentes que estas puedan parecer entre sí.




Así pues, repasemos a continuación un par de afirmaciones que hicimos en su día a propósito de aquella estupenda novela gráfica en tres partes, como esta Juliette también publicadas por La Cúpula: "un relato en apariencia tan clásico como este, que al fin y al cabo habla de los grandes temas que preocupan al ser humano -el amor, la amistad, las relaciones familiares, la muerte-, pero a la sazón tan moderno en su concepción visual -las viñetas en muchas ocasiones desaparecen como tales, al carecer del consabido marco que las limita- como en su desarrollo narrativo, que se permite introducir en el relato, con total naturalidad, sueños y ensoñaciones de lo más freudiano que lejos de confundir al lector enriquecen su percepción de la historia".




Acto seguido, añadíamos: "destacar el dominio de la autora tanto en la redacción de diálogos naturales y creíbles como en la dosificación de los silencios y el uso de las miradas como signos de comunicación, ante el temor por revelar demasiados elementos de una trama que encandilará a cualquier lector que le dé una oportunidad". Todo ello puede afirmarse de nuevo a propósito de Juliette, si bien las constantes de la autora -como la alternancia entre las figuras perfectamente delineadas con otras de contornos más difusos- se muestran todavía más depuradas, fruto de una madurez -literaria y visual- sorprendente en una autora que todavía no ha cumplido los cuarenta.




Respecto de su anterior obra, se repite también un cierto protagonismo coral, si bien aquí sí destaca especialmente el personaje que le da nombre -algo que no sucedía necesariamente en Rosalie Blum, pese a titularse de tal modo-: Juliette es una joven que, por edad y apariencia, fácil (y quizá gratuitamente) podría interpretarse como un álter ego de la propia autora, y que viaja desde la capital al pequeño pueblo donde nació y vivió los primeros años de su vida. Su objetivo es pasar allí unos días junto a su padre, que vive solo desde que se separó de su esposa, y descansar de la vida ajetreada en la capital para ver si así deja de sufrir los continuos ataques de angustia y ansiedad que lleva experimentando los últimos días, y que podrían ser el primer aviso de una depresión...




Pese a las semejanzas planteadas, en esta su nueva obra Jourdy se centra en uno de los varios temas que trataba en Rosalie Blum: la familia. Sin lugar a dudas, el retrato de la institución familiar es el centro neurálgico de Juliette, dado el protagonismo de los padres y la hermana de la protagonista, esta última junto con su marido e hijos (y amante, dicho sea de paso). No obstante, la autora deja hueco a un personaje central ajeno a este grupo (lo que nos permite, a falta de Balzac, recurrir a la primera secuela de la popular película española La gran familia: Polux, un cuarentón que pasa el tiempo yendo de casa al bar y vuelta a casa... una casa que no es otra que aquella en la que Juliette pasó su infancia y que ya apenas recuerda.




A partir de la interacción de todos estos personajes, Camille Jourdy construye un relato que, efectivamente, no va a revolucionar el panorama de la novela gráfica internacional (ni falta que hace, por otra parte), pero que se lee con sumo agrado y en cuyas páginas los lectores de treinta años en adelante se sentirán identificados en repetidas ocasiones con las peripecias de los protagonistas. Solo por ello, y por el espléndido trabajo gráfico de su autora, estamos ante la que es a nuestro parecer una de las mejores novelas gráficas del año.


Título: Juliette. Los fantasmas regresan en primavera
Autor: Camille Jourdy (guion y dibujo)
Editorial: La Cúpula
Fecha de edición: octubre de 2016
224 pp. (color) - 30 €


(+) Ficha con avance de la obra

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