lunes, 5 de diciembre de 2016

Chabouté: La emoción del silencio




Se acercan ya las Navidades, y llegadas estas fechas es el momento de dar cuenta de algunas lecturas que han quedado pendientes a lo largo del año con el fin de que pueda contemplarse la posibilidad de incluirlas en los tradicionales listados de lo mejor de la cosecha en la categoría que corresponda. Por eso hoy comentaremos los dos volúmenes de Christophe Chabouté que Planeta Cómic publicó allá por el mes de abril... Ambos, por cierto, anteriores en su aparición original a Un poco de madera y acero, que pudimos leer (y disfrutar) en nuestro país el año pasado.




Empezaremos por el más reciente en el tiempo, y también el más interesante y ambicioso: En soledad fue la obra a la que Chabouté dedicó buena parte del año 2008 -la costumbre del autor de fechar la firma de la última página de sus producciones facilita siempre su datación-, y ese mismo año la editorial Vents d'Ouest se encargó de publicarla y distribuirla en el mercado francobelga. Por tanto, hemos tenido que esperar ocho años para poder disfrutar de la que sin duda es una de sus obras mayores.




Si tenemos en cuenta que la citada Un poco de madera y acero es posterior, en esta En soledad podemos apreciar que se inicia ya el proceso de depuración textual que acabará desembocando en aquella novela gráfica que renunciaba a los textos y se limitaba a emplear imágenes para contar una inolvidable historia. También se nos antoja inolvidable el relato que nos ocupa ahora, que aunque sí incluye algunos diálogos reduce la presencia de estos a lo estrictamente imprescindible para contextualizar el relato y presentarnos a su protagonista: un hombre contrahecho que vive, como su título sugiere, en la más absoluta soledad dentro de un faro del que no ha salido nunca.




Como decíamos, para contar la historia de este moderno Quasimodo, Chabouté se apoya principalmente en la narrativa visual más pura, aquella que se sustenta sobre la sucesión secuencial de imágenes. Un ejemplo perfecto de ello es el prólogo, de una belleza arrebatadora, que emplea dieciséis páginas para mostrar el vuelo de una gaviota y para presentar el espacio donde se desarrollará el grueso del relato: un faro solitario situado frente a un mar embravecido.




Podría parecer, a simple vista y guiados por el título del libro, que la soledad es el tema principal de la presente obra. En cambio, y aunque este no carece ni mucho menos de importancia, En soledad acaba siendo sobre todo un relato sobre la imaginación -la definición del término sirve para encabezar la obra a modo de cita-; así como sobre el lenguaje, y cómo este condiciona la percepción que cada ser humano tiene de la realidad circundante. Sea como sea, y se interprete de la forma que se quiera, En soledad es una de las obras más conseguidas de uno de los autores más relevantes y aplaudidos del cómic europeo contemporáneo.




Menos ambiciosas, pero no por ello carentes de interés, son las dos historias incluidas en Algunos días de verano / Un oasis de felicidad -afortunadamente, la cubierta definitiva incluye ambos títulos-, publicadas también de forma conjunta más allá de los Pirineos en 2009, justo después de la obra anterior... aunque su realización sea previa: nada menos que en 1998 y 2001 fueron los años ya lejanos en los que Chabouté las dibujó respectivamente.




De nuevo nos encontramos en el territorio preferido por el autor: el de las pequeñas historias cotidianas narradas con pulso firme recurriendo más al empleo narrativo del silencio, atendiendo a las miradas y los actos de sus personajes, que a lo que estos puedan decir (aunque, de nuevo, Chabouté no renuncia al empleo de algunos parlamentos ocasionales). Esto se demuestra sobre todo en Algunos días de verano, primera y más breve historia del volumen -apenas treinta páginas de las ciento sesenta del total del álbum-, protagonizada por un niño de ocho años al que su madre lleva a vivir durante unos días de la época estival con una pareja de ancianos que pasan el tiempo pescando en un río cercano él y criando a unos conejos ella. Solo al final de la historia, un auténtico relato de iniciación respecto de lo que supondrá para el protagonista su futura vida adulta, cuando la madre regrese a por el niño, descubriremos la razón de su estancia puntual allí.




También sobre la infancia (o, en este caso, la preadolescencia) y su enfrentamiento con la vida adulta trata Un oasis de felicidad: en esta ocasión, el protagonista es un niño algo mayor que el personaje principal de la historia previa que, cada vez que sus progenitores se pelean (algo que ocurre cada vez con más frecuencia), se marcha a un parque -bastante parecido al de Un poco de madera y acero, por cierto- para disfrutar de algo de paz. Allí conoce a un vagabundo, con el que entablará una relación de amistad que podría cambiar las vidas de ambos para siempre.




Poco más queremos señalar para no privar al futuro lector del placer de descubrir los secretos que esconden estos dos (o mejor dicho, tres) emocionantes y silenciosos relatos de Chabouté. Solo nos limitaremos a recordar que, hace ahora algo más de un año, decíamos de Un poco de madera y acero que "al final de año, estará sin duda entre los mejores títulos de este 2015 que ahora encara su tramo final". Es muy probable que en este 2016 suceda lo mismo con alguno de estos dos álbumes de Chabouté. O quizá con ambos.


Título: En soledad
Autor: Chabouté (guion y dibujo)

Editorial: Planeta Cómic
Fecha de edición: abril de 2016
368 pp. (b/n) - 25 €

Título: Algunos días de verano / Un oasis de felicidad
Autor: Chabouté (guion y dibujo)

Editorial: Planeta Cómic
Fecha de edición: abril de 2016
160 pp. (b/n) - 15,95 €

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