Coinciden en cartel dos películas excelentes pero que, por diversas razones, no parecen destinadas a satisfacer el gusto del gran público: una es La bruja, espléndido film de terror que inauguró el pasado Festival de Cine de Sitges. La otra es High-Rise, adaptación a cargo de Ben Wheatley de la novela homónima de J. G. Ballard.
Sobre estos dos títulos de lo que podríamos llamar "cine fantástico de autor" y otros filmes afines hablamos en la columna de Abandonad toda esperanza de hoy:
Ben Wheatley ha adaptado al cine una de las novelas más celebradas de J. G. Ballard
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