lunes, 3 de agosto de 2015
Mater Morbi: Dylan Dog y la Enfermedad
A primera vista, llamaba mucho la atención la publicación de un cómic de Dylan Dog por parte de la recién nacida editorial Spaceman Books por dos razones: primero, porque este sello -que ya ha publicado joyas como Casualmente, Cautivo, Página negra, Preciosa oscuridad o Doctor Radar- se caracteriza por un catálogo de novelas gráficas de qualité por lo general alejadas del concepto de historieta popular al que sin duda pertenecen las historias fantasmagóricas del emblemático personaje de fumetti (el cómic italiano) creado por Tiziano Sclavi; por otro lado, claro está, se da el hecho de que los derechos de publicación en España de los tebeos de Bonelli están en manos de otra editorial, en este caso Aleta.
Pero una vez leído y disfrutado el volumen, la extrañeza desaparece... y no solo por la calidad intrínseca de la obra total de Sclavi, que llevó al autorizado en estas lides Umberto Eco a decir aquello de "Puedo leer la Biblia, Homero y Dylan Dog durante días y días sin aburrirme". Esto se debe sobre todo a que Mater Morbi, que así se titula la historia incluida en el número 280 de la colección regular de Dylan Dog (publicado en Italia en diciembre de 2009 y recuperado aquí en edición de lujo), ha supuesto uno de los hitos recientes más importantes dentro del canon de este célebre personaje, que ya cuenta con dos adaptaciones al cine: una apócrifa y recomendable, Dellamorte Dell'amore; y otra oficial y muy decepcionante, Dylan Dog: Dead of Night.
Los artífices de este logro, que ha recibido los entusiastas parabienes del mismísimo Tiziano Sclavi, son el guionista Roberto Recchioni y el dibujante Massimo Carnevale, este último un ilustrador conocido para los lectores de cómic estadounidense como el portadista de Y, el último hombre y Northlanders para DC-Vertigo y del Conan the Barbarian de Brian Wood para Dark Horse. A partir de las reflexiones de Recchioni sobre sus propios malestares fisiológicos y de la voluntad de Carnevale por dibujar ambientes malsanos cercanos a la imaginería visual de la filmografía de David Lynch y los espacios infográficos de los videojuegos de Silent Hill (y su correspondiente adaptación al cine), ambos urdieron una historia donde el detective de lo paranormal, hipocondríaco confeso, se tiene que enfrentar a su miedo más profundo: el deterioro del propio cuerpo en manos de una enfermedad desconocida y, quizás, incurable.
Así, y tal como le ocurriera a otro personaje de características parecidas, John Constantine, en Hellblazer: Ciudad de demonios, Dylan Dog va a parar con sus huesos al hospital. En su caso, concretamente al Royal Free Hospital, donde le informan de que las primeras pruebas a las que ha sido sometido no dan respuestas concluyentes a su malestar, y que por tanto deberá permanecer ingresado para ser sometido a otras pruebas más complejas. Lógicamente, estamos en el universo fantástico y terrorífico de Dylan Dog, y por lo tanto este entorno realista y convencional pronto se transforma en un universo onírico de pesadilla donde el protagonista tendrá que enfrentarse a las huestes de Mater Morbi, la atractiva personificación de la Enfermedad en mayúsculas.
Teniendo en cuenta la calidad intrínseca del relato gráfico, el alcance metafórico de la historia y las dudas que plantea sobre temas que han preocupado siempre a la humanidad, y sobre todo la fama de la que goza el personaje en el país que le vio nacer, se entiende que la publicación de este Dylan Dog #280 a finales del 2009 obtuviera una atención sin precedentes por parte de los medios de comunicación generalistas, en una Italia cuya sociedad andaba entonces dividida por las opiniones contrapuestas en torno a la eutanasia a partir de los casos de Piergiorgio Welby y de Eluana Englaro. Y se entiende también que con el paso de los años Mater Morbi haya terminado adquiriendo una fama de culto que ha llevado a que se publique una edición de coleccionista como la que ahora ha llegado hasta nuestro país.
Para terminar con esta nota, cabe destacar el suculento apartado de material extra recogido al final del volumen: se trata de cuarenta páginas que incluyen las correspondientes semblanzas biográficas de los autores; varios textos sobre la génesis del proyecto, la redacción del guion y el estilo visual de la obra, la opinión de los autores sobre el resultado final o el legado de Tiziano Sclavi; la reproducción del guion de las primeras páginas (además del enlace y el código QR que remiten al libreto completo); y los agradecimientos del editor... Todo ello acompañado de varios bocetos y pruebas preliminares de páginas de la obra. Este material, unido a las excelencias del libro como objeto físico, hacen de la presente edición de Mater Morbi un regalo perfecto para los amantes del cómic de terror... y un objeto de culto de adquisición imprescindible para los fanáticos de Dylan Dog. Que en nuestro país, esperamos, son cada día más.
Título: Mater Morbi
Autores: Roberto Recchioni (guion) / Massimo Carnevale (dibujo)
Editorial: Spaceman Books
Fecha de edición: marzo de 2015
144 pp. (color y b/n) - 20 €
(+) Spaceman Books: Mater Morbi - PDF de muestra
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