miércoles, 10 de junio de 2015

Axolot: Increíble pero cierto





Según la Wikipedia, el ajolote (Ambystoma mexicanum), del náhuatl axolotl ("fenómeno marino"), es un fenotipo neoténico de anfibio caudado (anfibio con cola) que pertenece a la familia de los ambistomátidos o anfibios endémicos, y cuyo origen se ubica en México. Su principal peculiaridad, tal y como explica Patrick Baud en el prólogo de la obra que nos ocupa, es su sorprendente capacidad de regeneración: el ajolote es capaz de reconstruir sus órganos dañados.


Patrick Baud y su peculiar gabinete de curiosidades están en el origen de este libro


Muchos descubrimos la existencia de este peculiar anfibio gracias al relato de Julio Cortázar "Axolotl", incluido en el volumen de cuentos Final del juego, publicado en 1956. En este cuento, narrado en primera persona, el protagonista es un sujeto al que dicho animal le provoca una fascinación casi mórbida provocada por su peculiar apariencia física y por su comportamiento pasivo hasta el paroxismo. Quizá fue de las páginas de dicho relato de donde Patrick Baud, muchos años después, sacó la idea de llamar Axolot a su blog, un compendio de historias sorprendentes, extrañas y a veces espeluznantes que tienen un decisivo punto en común: que todas ellas son reales.




Como señala Baud, finalmente su web acabó haciendo honor a su nombre y terminó mutando en el libro de idéntico título, publicado en Francia por Delcourt el año pasado y en España por parte de Dibbuks este mismo mes en curso. Dicho volumen, cuyo subtítulo es el explícito Relatos extraordinarios & Anécdotas asombrosas, puede definirse así: "A caballo entre Cuarto milenio y la revista Quo, este cómic nos ofrece diversas narraciones que contienen un halo macabro, de misterio o humor absurdo. Recomendado para cualquier mente inquieta a partir de los 12 años". Y su existencia responde a la respuesta de varios artistas a la propuesta inicial de Baud: cada uno de ellos escogería una historia de entre las muchas recopiladas por él en su página y la tomaría como punto de partida para realizar un cómic, de pocas páginas pero elaborado con toda la libertad creativa posible más allá del germen común a todas las historietas resultantes.




El resultado son once historias muy peculiares, todas ellas acompañadas de una nota explicativa acerca del suceso real que las inspira. Once narraciones tan peculiares que incluso un par de ellas -"5 árboles fuera de serie" (de Guillaume Long) y "10 formas en que tu mente te manipula" (a cargo de Adrien Ménielle)- se dividen en cinco capítulos cada una repartidos a lo largo del libro, al igual que sucede con la "Galería de curiosidades" y el "Bestiario extraordinario" que recopila Baud e ilustra, en este último caso, Boulet... El cual es autor también de "El turco mecánico", una curiosa historia acontecida en el último cuarto del siglo XVIII y protagonizada por un autómata capaz de vencer al ajedrez a los jugadores más experimentados.




El resto de historias que recoge esta obra colectiva son "Mike, el pollo sin cabeza", donde Libon ilustra de manera desternillante un episodio ocurrido en Colorado, Estados Unidos, en 1945; "El gran amor del Dr. Tanzler", en el que el guionista Yannick Lejeune y el dibujante Tony Sandoval (La serpiente de agua) recogen un episodio de necrofilia con aroma romántico que ocurrió en el mismo país y en la misma década que el anterior; "El creador de quimeras y el verdadero Frankenstein", de nuevo escrita por Lejeune pero con dibujos de Nancy Peña (El gato del kimono), y que en apenas dos páginas nos presenta el terrorífico caso del cirujano Vladimir Demikhov; "La cosa en la oscuridad", que en las manos de Camille Moog se convierte en la historia más fantástica (aunque en el fondo más convencional) del volumen; "Las células de Henrietta Lacks", una historia reivindicativa, casi un acto de justicia poética, firmado por Marion Montaigne; "Los tres Cristos de Ypsilanti", firmada por Geoffroy Monde y tan hilarante como sorprendente; el curioso "Bailan" de Erwann Surcouf, una revisión casi en clave de cine de terror con invasión zombi incluida de las epidemias de baile (sic) que al parecer asolaron Europa entre los siglos XIV y XVII; y el muy inquietante "La isla de las muñecas", dibujado por Sibylline & Capucine y escrito personalmente por Patrick Baud a partir de un episodio verídico acontecido durante los años cincuenta del siglo pasado en la isla Xochimilco, en México.




Como es lógico, una obra de las características de este Axolot puede saborearse a pequeños sorbos o engullirse de una sentada. El que firma estas líneas optó por esta última opción, sumergiéndose de lleno en el peculiar (y más o menos real) universo que configuran las historias recopiladas en su interior... Pero una vez leída y disfrutada considero que cualquiera de las dos opciones habría resultado igual de placentera. Así pues, mi consejo es que se hagan con un ejemplar de la obra ipso facto y se dispongan a disfrutar de ella desde la primera hasta la última página... sin olvidarse de la espléndida cubierta, que incluye varias de las claves de los relatos que alberga su interior junto a las correspondientes firmas de los autores implicados. En resumidas cuentas: Axolot es una auténtica gozada y uno de esos títulos que hacen mucho por divulgar el noveno arte, dado que se trata de un buen ejemplo de eso que suele considerarse un cómic "de los que gustan hasta a aquellos que nunca leen cómics". Es decir: un libro ideal para regalar. Así que ya saben...


Título: Axolot
Autores:
Patrick Baud et alii
(guion y dibujo)
Editorial: Dibbuks
Fecha de edición: junio de 2015
128 pp. (color) - 20 €

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