lunes, 13 de abril de 2015
Los lunes... Batman: Ciudad del crimen
Batman siempre ha sido uno de los superhéroes más populares de todos los tiempos, quizá el que más con la salvedad de su compañero de fatigas en el Universo DC: Superman, el Hombre de Acero. Pero qué duda cabe que en los últimos años su popularidad se ha visto acrecentada todavía más gracias al cine (desde las películas de Tim Burton y Joel Schumacher hasta la más reciente trilogía, merecidamente aplaudida, de Christopher Nolan) y, por qué no decirlo, a algunos autores que han dado lo mejor de sí dentro del medio que vio nacer al personaje a finales de la década de los 30: el cómic. Esto explica el gran número de títulos protagonizados por el personaje que llegan cada mes a las librerías especializadas, en estos tiempos y en nuestro país de la mano de ECC Ediciones. Por eso vamos a dedicarle una sección semanal en exclusiva que durará mientras haya nuevos títulos que comentar; y por lo que se ve, parece que va para rato... para alegría de la legión de seguidores del Hombre Murciélago.
Nota bene.- A partir de este año 2015, esta sección pasa a ser de periodicidad mensual con el fin de responder al ritmo de salida de nuevos títulos del personaje y también para dar cabida en este vuestro blog a otros cómics protagonizados por otros personajes, muchos de ellos pertenecientes también al Universo DC.
Que Gotham es la ciudad corrupta por antonomasia del Universo DC es algo que no se le escapará a ningún lector habitual del género superheroico. Pero también es cierto que este dato, como otros muchos relativos a los universos de ficción, es algo que a estas alturas de la película ya se da por supuesto y que por tanto puede y es utilizado por distintos autores en su beneficio sin necesidad de tener que plasmarlo de forma plausible en sus respectivas obras.
No obstante, y sin abandonar el universo del Caballero Oscuro, nos encontramos con algunas honrosas excepciones. Una de ellas fue el mítico Batman: Año Uno de Frank Miller y David Mazzucchelli, por ejemplo. Y otra, mucho más reciente (aunque como quien no quiere la cosa ya tiene una década de solera a sus espaldas) y también de gran interés, es el material recogido en este Batman: Ciudad del crimen; un tomo con cubierta en cartoné que acaba de publicar ECC y que, ya les adelantamos, hay que leer sí o sí si se es seguidor del personaje del personaje de Bob Kane.
El presente volumen recoge los números 800 a 808 y 811 a 814 de Detective Comics, la mítica colección que vio nacer al personaje en 1939 y que por tanto cumplía 75 años de vida el pasado 2014 (algo que se celebró con la aparición del Detective Comics #27 especial o la publicación de una nueva cabecera: Batman Eterno). En estos doce números, que abarcan la friolera de casi trescientas páginas de relato gráfico, se incluye el arco argumental titulado "Ciudad del crimen" que sirvió para que el autor del panorama independiente David Lapham debutara en el Universo DC.
Mucho antes de sus destacados trabajos para las dos grandes compañías rivales, Lapham se había ganado un nombre en el panorama indie gracias a su obra más personal, y título clave para entender el cómic de género negro de los últimos tiempos: Balas perdidas. De dicha obra, publicada al margen de la industria mainstream desde 1995 y a lo largo de toda una década, el que firma estas líneas dijo en su día que se trataba de "un descomunal fresco del lado más oscuro de la sociedad norteamericana del siglo XX", en el que su autor "ejerce de demiurgo gracias a su impactante dominio del tiempo, con continuos cambios que llevan a que el lector, sin llegar a perderse, no sepa desde qué momento concreto de un hipotético presente se le está narrando la historia"; y que, en resumidas cuentas, "es un gran cómic, donde destacan los acertados diálogos y un dibujo sencillo y funcional, al servicio de la trama; pero si estamos ante una obra memorable es sobre todo gracias al retrato de unos personajes de carne y hueso, la mayor parte de ellos perdedores sin posibilidad de redención, en la mejor tradición del género, y que hacen de esta obra gráfica un tesoro imprescindible para los amantes del comic noir".
Por supuesto, en su paso a la gran industria del cómic de superhéroes, dicha industria y Lapham llegaron a un acuerdo tácito: el guionista y dibujante trabajaría con los personajes de la primera, pero mantendría su mirada cruda y descarnada del mundo que nos ha tocado vivir. El resultado de este contrato implícito empezó a verse en 2005, en títulos como la miniserie Daredevil vs. Punisher para Marvel o esta misma Batman: Ciudad del crimen para DC; en este último caso, un relato en doce episodios que leído hoy se nos antoja de los más duros y menos complacientes de toda la historia del Hombre Murciélago. Y es que, por más que aparezcan elementos de corte fantástico (como esa sociedad secreta que responde al nombre de El Cuerpo y que funciona al más puro estilo de los ultracuerpos de Jack Finney y sus adaptaciones al cine), Lapham mantiene sus pies anclados en la terrorífica realidad... o algo que se le parece mucho.
Para conferir ese toque de realismo al relato, el personaje de Batman como superhéroe icónico queda relegado a un segundo plano, y el protagonismo recae, por un lado, en un Bruce Wayne que ejerce de investigador moviéndose desde las altas esferas a las que pertenece por su estatus económico a los barrios más deprimidos de Gotham, caracterizándose como un ciudadano más de estas zonas peor tratadas por la suerte y alejadas del anhelado "estado del bienestar". A esto responde el punto de partida del relato: tras el encuentro fortuito del álter ego civil de Batman con una peculiar joven, en realidad una adolescente de catorce años que juega a ser mayor, el cadáver de esta última es hallado al parecer víctima de una sobredosis. Wayne se culpa a sí mismo de no haberse percatado a tiempo de la llamada de auxilio de la muchacha, y hará de la búsqueda de otra chica desaparecida una suerte de cruzada personal para expiar su supuesto pecado.
Por otro lado, la otra gran protagonista es, claro, la propia ciudad de Gotham, cuya decadencia física y espiritual es mostrada aquí con todo lujo de detalles. Por lo demás, que el responsable último de la desaparición que investiga Wayne / Batman acabe siendo un personaje común, sin superpoderes, y desconocido hasta la lectura de esta historia para el lector (por tanto, no perteneciente a la rica galería de villanos de Gotham, aunque no falte aquí el concurso de personajes como el Pingüino, Mr. Frío o Scarface), no hace sino subrayar la crueldad implícita en la postura narrativa adoptada por el autor, aquí apoyado por el estupendo trabajo del ilustrador español Ramón F. Bachs, que por lo general terminaba de dibujar a partir de los bocetos elaborados por el propio Lapham. En resumidas cuentas: Batman: Ciudad del crimen se nos antoja un cómic muy recomendable, incluso para los que no se consideran fanáticos del personaje.
Título: Batman: Ciudad del crimen
Autores: David Lapham (guion) / David Lapham & Ramón Bachs (dibujo)
Editorial: ECC
Fecha de edición: enero de 2015
288 pp. (color) - 28,50 €
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