lunes, 10 de noviembre de 2014

La Comicoteca: Sandman (Vol.: "Infinito")




The Sandman. ∞ / The Sandman. Infinito
Guion: Neil Gaiman / Dibujo: Chris Bachalo et alii
Barcelona, ECC, marzo de 2012
ISBN: 978-84-15520-32-0
296 pp. (color) - 24,95 €

Este Volumen incluye:
- Death: The High Cost of Living n.ºs. 1 a 3;
- Death: The Time of Your Life n.ºs. 1 a 3;
- A Winter's Tale (de Vertigo: Winter's Edge n.º 2);
- The Wheel (de 9-11: The World's Finest Comic Books Writers & Artists Tell Stories to Remember);
- Death Miscellany.

Este volumen extra de la edición de Sandman por parte de ECC cuenta con el siguiente material extra: "Introducción" (3 págs.) a cargo de la intérprete y compositora Amanda Palmer; "Epílogos de Neil Gaiman" (1 pág.); y "Biografías" de los autores implicados (3 págs.); además de las habituales cubiertas de los comic books recopilados.





Texto promocional

Cada 100 años, la hermana mayor de Morfeo camina entre nosotros para comprender el alcance y la naturaleza de nuestra existencia, y ponderar en su justa medida el valor de la vida. Cuando durante el siglo XX llega el momento de realizar tan señalada visita, Muerte se topa con Sexton Furnival, un joven confuso y deprimido, aparentemente abocado al suicidio. Años más tarde, la integrante de los Eternos se cruza en el camino de Foxglove, Hazel y el hijo de esta. Un encuentro repentino e inesperado, cuyas dramáticas circunstancias propician un intento desesperado de prorrogar lo inevitable...

Con El sonido de sus alas (The Sandman núm. 8, 1989), Neil Gaiman y Mike Dringenberg lograron lo aparentemente imposible: dar un giro radical a las representaciones tradicionales de la Muerte en la cultura popular, hasta convertir a la Parca en una criatura dulce y comprensiva, tan ocurrente y encantadora como sabia y poderosa.

Más allá de esta primera aparición y de su recurrente presencia en la serie regular, el innegable potencial del personaje propició el desarrollo de dos proyectos centrados en su figura: Muerte: El alto coste de la vida (1993) y Muerte: Lo mejor de tu vida (1996), en los que Gaiman se rodeó de autores de la talla de Chris Bachalo, Mark Buckingham y Dave McKean para retomar a una de sus creaciones preferidas. Obras imprescindibles que, sumadas a las ilustraciones e historias cortas contenidas en el presente volumen, nos recuerdan el carisma de este personaje y el valor de la amistad, el amor... y la vida.





La crítica ha dicho

"La labor de Neil Gaiman como narrador en The Sandman tiene múltiples lecturas. Como constructor de una mitología propia es un creador nato, capaz de aunar la erudición y la refundación de múltiples referentes (clásicos, literarios, artísticos, mitológicos) en un todo homogéneo e integrado que supone una de las obras más notables de finales de siglo. Tan implicado está en ella que prácticamente cualquier trabajo que hubiese hecho antes o después se ha tildado de menor. De hecho, podría describirse al inglés como un guionista de una sola creación, absorbido y consumido por ella; inevitablemente marcado por un cómic que debiera haber sido el broche de oro en su carrera y que concibió demasiado pronto. Lo que más asombra de él es lo que ya fascinaba en Tolkien: la generación casi de la nada de un mundo propio, sugestivo, lírico e inmenso. Un mundo en el que el lector desea perderse y sumergirse cada vez más. Todo lo que se lea antes y todo lo que se lea después queda inevitablemente marcado por la comparación y la referencia con The Sandman. [...]
Como escritor de personajes, a su vez, se muestra brillante. Es capaz de otorgarles un porte regio o una humanidad cálida; o ambas a la vez. No sólo desarrolla bien los personajes principales (complementados por esas líneas argumentales paralelas), sino que además produce con gran sensibilidad secundarios entrañables en apenas unas páginas. [...]
Pero a la hora de evaluar su papel como narrador, analizar su labor se me antoja algo complicado. Leí una vez que los cómics de Gaiman son excelentes para ser leídos; que parecen trabajos realizados por alguien que se definiría a sí mismo como escritor, pero no como guionista de cómics. Y suscribo parcialmente la opinión. Gaiman utiliza la narración gráfica de forma excelente y con un uso magistral de los recursos gráficos que el cómic le proporciona… aunque lo cierto es que lo hace con poca originalidad. O en otras palabras: dispone gran variedad de recursos y los usa todos de forma inteligente cuando y donde conviene, pero pocas veces resulta efectista y en contadas ocasiones se concede el privilegio de hacer algo rompedor. Es como si la innovación gráfica no le interesara especialmente. Diríase que supedita por completo la narración gráfica a su labor como literato. Es utilitarista con el apartado gráfico, como demuestra el hecho de que opte por emplear gran cantidad de dibujantes y exprimir lo mejor de cada uno de ellos para que aporten su visión sobre el personaje y su mundo. Y lo es con la narración gráfica. No le importa el aspecto de su creación (más allá de unas características icónicas generales siempre presentes), sino lo que es capaz de contar con ella; como si fuesen los distintos aspectos que Morfeo puede adoptar o las distintas formas en las que la humanidad ha concebido al Sueño a lo largo de la Historia.
[...]
Si tuviera que escoger dos palabras que definieran el apartado gráfico de The Sandman serían 'heterogéneo e irregular'. Gaiman controla totalmente los números, es extremadamente delicado en los guiones y pronto aprende a sacar partido de las virtudes de cada dibujante para plantear soluciones narrativas adaptadas a cada uno de ellos, lo que justifica la introducción de algunos artistas para sólo un número. [...]
Precisamente es esa variabilidad en relación con el argumento lo que me hace pensar que el gran número de dibujantes es usado para que los personajes de The Sandman, o incluso las historias contenidas en él, no queden en el imaginario colectivo del lector con una estética definida, sino como una idea que cobra distintas formas. Recordemos que todos los miembros de los Eternos son personificaciones antropomórficas de principios universales, y dotarlas de un único aspecto hubiera sido limitarlas demasiado. Por otra parte, estamos hablando de sueños y de una serie muy ambiciosa, y tanto al onirismo como a la ambición le sientan bien que una gran cantidad de artistas (algunos luego consagrados) hayan pasado por la serie. La heterogeneidad visual se presenta así como el perfecto complemento de unas historias que pretenden trascender y, sobre todo, dar una imagen de cambio a lo largo de los siglos. Tan es así que el propio personaje principal de la serie se nos presenta con muy distintos atributos, facciones, ropajes e incluso expresiones. Sólo queda de él un concepto que se define por los actos que realiza y nada más (así como unos rasgos icónicos sucintos: tez blanca, ropa oscura, ojos ensombrecidos que viran a rojo, etc).
[...] The Sandman es una obra que me encanta y me fascina. Dudo que haya sido capaz en un espacio tan pequeño (y no es irónico) de transmitir todo lo que este cómic supone para mí, o lo que pueda suponer para cualquiera de sus lectores. Personalmente la considero la obra más redonda de la Historia del Cómic, aunque puede (más bien es seguro) que no haya leído todo lo necesario como para afirmarlo con rotundidad. Sólo puedo decir que hasta el momento no he leído nada mejor."
- José Torralba, Zona Negativa

"The Sandman fue una serie autoconclusiva publicada entre 1989 y 1997 que comenzó como cómic de culto y terminó convertida en una de las novelas gráficas más vendidas e influyentes de la historia. Hasta el punto de ganar en su día el premio World Fantasy Award entregado por primera vez a un cómic y provocando las iras de los escritores más puristas. El protagonista de la obra es Sueño o Morfeo, el menor de Los Eternos, seres hermanos que están más allá de la vida, la muerte y de todas las cosas. Los Eternos no son dioses, son algo más pese a su apariencia semi-humana, son una especie de conceptos o responsabilidades. Sus nombres son Destino, Muerte, Delirio, Deseo, Desespero y Destrucción. Tampoco son súper-héroes, de hecho padecen debilidades humanas como la crueldad, la soberbia e incluso la locura. Precisamente la trama central de The Sandman es la evolución de Sueño desde su ego o arbitrariedad como ser supremo hasta la aceptación y/o negación de sus responsabilidades. Encerrado por un mago durante setenta años, Sueño deberá volver a poner en orden su reino, El Sueño (The Dreaming) el lugar en el que nacen y viven todas las historias del mundo. Porque todas las historias son sueños.
Todo esto no es más que una pincelada que ofrece una idea de la complejidad, riqueza y belleza del universo creado por Gaiman. Un universo que entronca con otros a priori tan distintos y alejados del cómic como la mitología clásica y de varias culturas, la literatura (sobre todo Shakespeare) la filosofía o las historias de terror de toda la vida, y todo esto sin olvidar ciertas dosis de humor a menudo negro. Pero dicha complejidad y riqueza también viene dada por una galería de personajes tan maravillosos e irrepetibles como numerosa. Se podría decir que casi la totalidad de personajes, principales y secundarios, que aparecen en The Sandman gozan de una fascinante historia y mundo propio que dan pie a innumerables tramas y subtramas. Hecho este que ha sido aprovechado por diversos dibujantes y guionistas para lanzar series o números paralelos. Mención aparte merece el personaje de Muerte, hermana mayor de Sueño, uno de los más icónicos y geniales personajes de la historia del cómic.
Ilustrada por diversos dibujantes de la talla de Michael Zulli, Jill Thompson, Kelley Jones o Mike Dringerberg, entre otros, destaca sobre manera el impresionante trabajo de Dave McKean para cada una de las portadas de la serie, auténticas obras de arte en sí mismas. The Sandman ha sido definida, erróneamente a mi entender, como un cómic para intelectuales o para gente que odia los cómics. Yo diría que es una obra tan fascinante como imperecedera que trasciende de forma única las supuestas fronteras entre cómic y literatura. Tan imprescindible como disfrutable."
- Javier Vayá Albert, Papel de periódico

"Hay muchos lectores que jamás se han planteado leer un cómic. Los cómics, dicen, son para niños, son para adolescentes, son simples, no son para intelectuales. Son, en definitiva, material menor.
Por culpa de esos prejuicios, hay miles de tesoros que están dejando pasar. The Sandman es uno de ellos.
En el mundo anglosajón, The Sandman (el hombre de arena) es el personaje que, por la noche, trae a los niños dulces sueños soplándoles arena mágica en los ojos.
En la novela gráfica, Neil Gaiman emplea el nombre y el concepto, pero el protagonista es Sueño, también conocido como Morfeo, Rey de los Sueños y otra multitud de nombres relativos siempre al mismo arquetipo: aquel que controla nuestros sueños.
La historia comienza cuando Sueño es capturado por error mediante un ritual destinado a invocar a la Muerte. Es retenido durante 70 años y cuando logra escapar, el reino de los sueños ha sido devastado por su ausencia. Debe encargarse de recomponerlo y de recuperar las tres piezas que la orden le robó al capturarlo y en las que ha depositado todo su poder...
No se trata de una historia lineal, ni de un caramelo infantil en forma de viñetas: se trata de un relato adulto, duro, con escenas de horror y violencia, con realismo, con sufrimiento y venganza, piedad y compasión. No todo acaba bien, ni tampoco todo acaba mal. Como en la vida misma, hay cosas que no querremos ver y que nos removerán las entrañas. Es algo que sólo consiguen las obras maestras.
The Sandman es una de las referencias del formato de las novelas gráficas: ha sido el único cómic en la historia en ganar el World Fantasy Award, y uno de los pocos en colarse en las listas de más vendidos del New York Times. Su autor, Neil Gaiman, ha ganado prácticamente todo lo que un autor de fantasía puede ganar: premios Hugo, Nebula, Bram Stoker, etc.
The Sandman ha traído al universo de las novelas gráficas a lectores que no han leído otro cómic en su vida. No es extraño. Se trata de un cómic muy intelectual, con cientos de referencias a otros obras, otros escritores, mitos, etc. Por ejemplo, mi adorado G. K. Chesterton aparece como un personaje que ha huido del mundo del sueño y al que persigue Sueño. O el psiquiátrico de Arkham, que reconocerá cualquier lector de Lovecraft. O las tres parcas, Caín y Abel, las Puertas de Cuerno y Marfil de la Odisea, el joven escritor sin talento William Shakespeare con el que Sueño hace un trato... la lista es interminable, y enriquece la obra.
[...]
Lo mejor:
Es una obra maestra. ¿Hay más que decir?"
- Leemaslibros.com





Comentario acerca de la serie

A estas alturas, ¿se puede añadir algo nuevo sobre la obra que está considerada como uno de los más grandes clásicos contemporáneos del cómic estadounidense? Quizá sí. O quizá no, y tengamos que limitarnos a hacer un poco de historia...

The Sandman es una colección editada por DC Comics entre enero de 1989 y marzo de 1996, que acabó constando de 75 entregas, y que pasó a formar parte del sello Vertigo en cuanto este se constituyó como tal. A lo largo de toda la colección, los guiones corrieron a cargo del guionista británico Neil Gaiman, que acabaría consagrándose como una gran estrella del medio gracias a esta revisitación de un viejo personaje del cual la compañía poseía los derechos, y del que acabó quedando el nombre y poco más. Los dibujos corrieron a cargo de un gran número de dibujantes, como Sam Kieth -que figura como co-creador del concepto, aunque lo abandonó tras las cinco primeras entregas-, Mike Dringenberg, Marc Hempel, Kelley Jones, Jill Thompson, Charles Vess o Michael Zulli. Las portadas, muy emblemáticas y populares en su día, fueron diseñadas por un colaborador habitual de Gaiman, Dave McKean (Celluloid), el cual utilizó para su labor una combinación de pintura, fotografía, dibujo a lápiz, collage, arte digital e incluso esculturas.

Resumir la historia que cuenta The Sandman es tarea ardua, pero puede señalarse, a grandes rasgos, que su protagonista principal es Sueño, la personificación de los sueños mismos, y que como tal pertenece a una familia conocida como los Eternos. Esta la forman siete hermanos, cada uno representación antropomórfica de un concepto. Ellos son, de mayor a menor: Destino, Muerte, Sueño, Destrucción, Deseo, Desespero y Delirio. Por su parte, Sueño es conocido por una amplia variedad de nombres, aunque el más habitual es Morfeo. Su personalidad, fría y cruel al principio, evoluciona una vez se repleantea la posibilidad de reparar los errores cometidos en el pasado. De hecho, el propio Gaiman resumió sucintamente el argumento de la serie así: "El Rey de los Sueños aprende que uno debe cambiar o morir, y toma su decisión".

Con el paso del tiempo, Sandman fue adquiriendo la categoría de cómic de culto, para después pasar a ser considerado como una obra maestra incontestable. Por tanto, no es de extrañar que DC reimprimiera el material de Gaiman y compañía una y otra vez, en distintas ediciones de tapa dura y tapa blanda. Finalmente quedó dividida en diez tomos recopilatorios:
- Vol. 1: "Preludios y nocturnos";
- Vol. 2: "La casa de muñecas";
- Vol. 3: "País de sueños";
- Vol. 4: "Estación de nieblas";
- Vol. 5: "Jugar a ser tú";
- Vol. 6: "Fábulas y reflejos";
- Vol. 7: "Vidas breves";
- Vol. 8: "El fin de los mundos";
- Vol. 9: "Las benévolas";
- Vol. 10: "El velatorio".

A esta serie de diez volúmenes habría que añadirle una serie de especiales, como los muy conocidos Muerte: El alto coste de la vida y Muerte: Lo mejor de tu vida, protagonizados por la hermana mayor de Sueño; el volumen Sandman: Cazadores de sueños, escrito por Gaiman con ilustraciones a cargo de Yoshitaka Amano; el tomo colectivo Noches eternas (siete historias cortas, cada una de ellas protagonizada por un Eterno, y dibujadas por Glenn Fabry, Milo Manara, Miguelanxo Prado, Frank Quitely, P. Craig Russell, Bill Sienkiewicz y Barron Stoney); o The Sandman: Overture, que supondrá el regreso de Neil Gaiman, esta vez en compañía del dibujante J. H. Williams III (Promethea, Batwoman), a la obra que lo convirtió en un ídolo de masas. Muy merecidamente, podríamos añadir.

La presente edición a cargo de ECC podría convertirse muy bien en la edición definitiva de Sandman en nuestro idioma, y una adquisición obligatoria para cualquier lector y coleccionista que se precie. En resumen: si no la has leído, ya estás tardando en hacerte con ella. Y si ya la has leído... vuelve a hacerlo, porque es probable que te encuentres con una agradable sorpresa: la de estar ante una obra que no solo no ha perdido ni un ápice de interés con el paso del tiempo, sino que se erige sin aparente esfuerzo como uno de los diez títulos indispensables del cómic norteamericano de todos los tiempos. Casi nada.





Comentario acerca de este volumen

Vaya por delante que el presente volumen, aunque puede y debe leerse como el complemento perfecto a la colección de The Sandman, fue editado por ECC al comienzo de su andadura profesional, mucho antes de contar con su propia edición de la obra magna de Neil Gaiman. De ahí que el formato del mismo presente una continuidad con la edición previa de Planeta DeAgostini Comics (cubierta en cartoné con forro de piel de imitación y estampado en plata) y no con la colección posterior de diez volúmenes que hemos ido comentando en esta sección de "La Comicoteca" a razón de una entrega por mes desde el pasado enero.

Centrándonos ya en el contenido del tomo, hay que señalar que la verdadera protagonista del mismo es Muerte y no su hermano menor Morfeo. De hecho, esta no es sino la edición española de The Absolute Death (editada en 2009 y cuyo título podría traducirse como La muerte absoluta o, jugando con los formatos editoriales, Muerte en versión absolute), compendio de todas las apariciones del personaje al margen de la colección principal.

Por lo tanto, son las miniseries Muerte: El alto coste de la vida y Muerte: Lo mejor de tu vida las que componen el plato fuerte del menú. La primera, de tres entregas, fue publicada en 1993 y reunía a Gaiman con dos de sus colaboradores más fieles en las páginas de The Sandman: Chris Bachalo a los lápices y Mark Buckingham al entintado. Este relato partía de la siguiente premisa, citada de forma explícita por la propia protagonista en las páginas de la última entrega: "Un día de cada siglo, Muerte adopta forma mortal para comprender mejor qué sienten las vidas que toma, para probar el sabor amargo de la mortalidad. Y ese es el precio que debe pagar por ser quien separa a los vivos de los difuntos y de todo aquello que vendrá". Para ello, retoma a algunos personajes secundarios de The Sandman (como Hettie la Loca, una vagabunda que afirma haber vivido 250 años), a la vez que cede parte del protagonismo a Sexton Furnival, un adolescente que se ha planteado la posibilidad de suicidarse, y que se convertirá en el compañero de la Parca durante una aventura inolvidable.

El éxito de esta miniserie, que contribuyó a convertir a Muerte en el personaje más carismático y popular de The Sandman al margen del propio Morfeo, provocó que los mismos autores volviesen a reunirse tres años más tarde para dar forma a Muerte: Lo mejor de tu vida. En esta afortunada ocasión no se cumplió aquello de "segundas partes nunca fueron buenas", pues en cierta medida la historia de la cantante Foxglove y aquellos que le rodean podría considerarse incluso superior a su mítica predecesora.

Acto seguido se recopilan dos historias breves: "Un cuento de invierno" y "La noria", extraídas de
los especiales Vertigo: Winter's Edge n.º 2 y 9-11: The World's Finest Comic Books Writers & Artists Tell Stories to Remember, este último un volumen con fines benéficos dedicado a las víctimas del atentado contra las Torres Gemelas del 11-S. Ambas historias, protagonizadas por Muerte, están dibujadas respectivamente por Jeff Jones y, de nuevo, Chris Bachalo.

A continuación, y a modo de colofón de verdadero lujo, el lector se encuentra con Una miscelánea de Muerte, que recoge nada menos que "Una galería de Muerte" -con prólogo de Gaiman y nada menos que 44 ilustraciones de los artistas más destacados del panorama internacional-; "Muerte habla sobre la vida" -un "cómic de interés público" de Neil Gaiman y Dave McKean protagonizado por Muerte y John Constantine incluido en The Sandman n.º 46 y donde, en siete páginas, la protagonista da consejos para prevenir el sida-; "Hacia la luz" (13 páginas de bocetos y reproducciones de objetos de merchandising relacionados con el personaje de Muerte); "Restos mortales" (8 páginas de bocetos e ilustraciones varias relacionadas con el personaje); y, finalmente, "Nos volveremos a ver", o la reproducción completa del guion y las páginas a lápiz de "El sonido de sus alas", la ya mítica historia que incluía el número 6 de The Sandman y primera aparición del personaje de Muerte. Todo un clásico moderno del noveno arte, como lo es la propia colección de The Sandman.


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