jueves, 14 de agosto de 2014

RIP: Robin Williams (1951-2014)


Que últimamente esta sección de necrológicas sea más habitual que de costumbre es una noticia muy triste; pero más lo es aún que hoy nos tengamos que hacer eco de la sorprendente e inesperada desaparición, además al parecer voluntaria, de uno de los actores más populares y queridos del Hollywood contemporáneo: nos referimos a Robin Williams, que falleció el pasado lunes en su casa de California tras sufrir una larga depresión y al parecer fruto de un suicidio por ahorcamiento.


Robin Williams (1951-2014)


Aunque la suya no fue una dedicación muy precoz, la fama le llegó en sus primeros años como actor profesional gracias a la serie televisiva Mork y Mindy, que estuvo en antena desde 1978 a 1982, y donde encarnó al extraterrestre Mork, que llegaba a nuestro planeta para estudiar las costumbres de los humanos. Mientras realizaba esta serie, encarnó también al mítico Popeye de las tiras cómicas de E. C. Segar en la adaptación cinematográfica firmada por Robert Altman. Tanto en la serie como en el film, Williams hizo gala de su indudable talento cómico y su marcada tendencia al histrionismo, rasgos que se mantendrían en muchos de sus papeles para la gran pantalla.


Su papel de alienígena Mork lo convirtió en una celebridad en Estados Unidos


No obstante, ya en 1982 encarnó al protagonista de El mundo según Garp, adaptación de la novela homónima de John Irving realizada por el veterano George Roy Hill: el suyo era un papel dramático de características similares a los que encarnaría en cintas posteriores como Despertares, Ilusiones de un mentiroso, Voces en la noche, la reciente La mirada del amor o los breves cometidos que realizó en dos espléndidas películas de Kenneth Branagh: Morir todavía y Hamlet.


Fue un Garp de carne y hueso según la creación del novelista John Irving


A finales de los años 80 y comienzos de la década de los 90 Williams vivió su época más dorada, pues consiguió aunar el favor del público y los aplausos de buena parte de la crítica y de la Academia de Hollywood, que le nominó como Mejor Actor Protagonista sucesivamente por su trabajo en Good Morning, Vietnam de Barry Levinson, El club de los poetas muertos de Peter Weir (su rol del profesor John Keating siempre será uno de sus trabajos más memorables) y El rey pescador de Terry Gilliam (junto a Jeff Bridges, en un film todavía hoy de los mejores del autor de Brazil y 12 monos).


Su papel del profesor Keating es quizás su trabajo más recordado


No obstante, pese a las repetidas nominaciones la estatuilla dorada se le resistía... hasta que en 1997 llegó el realizador Gus van Sant, y le ofreció con El indomable Will Hunting el papel que le valdría por fin el ansiado Oscar, aunque esta vez fuese como Mejor Actor de Reparto. Aquel fue el año triunfal de Titanic y sus once galardones, pero el film de Van Sant les valió también a Matt Damon y Ben Affleck sendas estatuillas como autores del Mejor Guion Original del año.


Otro profesor, el de El indomable Will Hunting, le valió por fin un Oscar


Antes de conseguir este codiciado premio, Williams ya era uno de los intérpretes más populares de su generación, gracias a comedias que habían sido grandes éxitos de taquilla como Señora Doubtfire, papá de por vida, Jumanji o Una jaula de grillos. Además, ya había trabajado con grandes de la industria como el recientemente fallecido Paul Mazursky (quien le dio uno de sus primeros protagonistas con Un ruso en Nueva York), Steven Spielberg (que le ofreció la oportunidad de encarnar a un moderno Peter Pan en la irregular Hook), Francis Ford Coppola (para quien protagonizó Jack, uno de los filmes menos interesantes de su afamado realizador) o Woody Allen (que lo convirtió en el actor desenfocado de Desmontando a Harry).


Jack: un adulto con mentalidad de niño a las órdenes de Coppola


A comienzos de la pasada década, y después de protagonizar cintas como Un lío padre, Flubber y el profesor chiflado, Más allá de los sueños, Patch Adams o El hombre bicentenario, Williams tuvo la oportunidad de encarnar a personajes con un trasfondo más oscuro y siniestro de lo acostumbrado: es el caso de sus roles de asesino en Insomnio (en la que Christopher Nolan lo enfrentó al policía encarnado por Al Pacino), inquietante técnico de laboratorio fotográfico en Retratos de una obsesión o el gris protagonista de la interesante La memoria de los muertos.


Su papel más inquietante: el del protagonista de Retratos de una obsesión


Aunque últimamente había vuelto a la pequeña pantalla que le hizo famoso con la serie The Crazy Ones (coprotagonizada por Sarah Michelle Gellar, alias Buffy Cazavampiros), fue en los cines donde lo pudimos ver de forma regular: Barry Levinson, que ya le dirigiera en la citada Good Morning, Vietnam y en la muy inferior Toys (Fabricando ilusiones), lo convirtió en un cómico que llegaba a ser presidente de los Estados Unidos en El hombre del año; curiosamente, este rol de alto mandatario de la nación más poderosa del mundo lo repitió en Noche en el museo y su secuela (donde encarnó a Teddy Roosevelt) y la reciente El mayordomo (donde hizo lo propio con Dwight D. Eisenhower). Otro papel que repitió recientemente fue el de sacerdote en un par de comedias no muy destacables: Hasta que el cura nos separe y La gran boda, film este último donde volvió a coincidir con Robert De Niro tras Despertares y que se ha convertido, lamentablemente, en uno de los últimos trabajos estrenados entre nosotros de este gran actor y cómico sin igual.


Caracterizado como el presidente Eisenhower en El mayordomo, uno de sus últimos trabajos


Robin McLaurin Williams, llamado Robin Williams, nació en 21 de julio de 1951 en Chicago, Illinois, y falleció en 11 de agosto de 2014 en Tiburon, California. Tenía por tanto 63 años. Descanse en paz.

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