lunes, 3 de marzo de 2014
Los lunes... Batman: Testamento
Batman siempre ha sido uno de los superhéroes más populares de todos los tiempos, quizá el que más con la salvedad de su compañero de fatigas en el Universo DC: Superman, el Hombre de Acero. Pero qué duda cabe que en los últimos años su popularidad se ha visto acrecentada todavía más gracias al cine (desde las películas de Tim Burton y Joel Schumacher hasta la más reciente trilogía, merecidamente aplaudida, de Christopher Nolan) y, por qué no decirlo, a algunos autores que han dado lo mejor de sí dentro del medio que vio nacer al personaje a finales de la década de los 30: el cómic. Esto explica el gran número de títulos protagonizados por el personaje que llegan cada mes a las librerías especializadas, en estos tiempos y en nuestro país de la mano de ECC Ediciones. Por eso vamos a dedicarle una sección semanal en exclusiva que durará mientras haya nuevos títulos que comentar; y por lo que se ve, parece que va para rato... para alegría de la legión de seguidores del Hombre Murciélago.
Como ya avisamos la semana pasada al comentar el arco argumental Irresistible, hoy le toca el turno a la historia publicada inmediatamente después dentro de la colección Legends of the Dark Knight, recordemos que creada en 1989 para aprovechar el auge de la popularidad del personaje de DC Comics provocado por el estreno del primer Batman de Tim Burton. Como recordamos también hace siete días, dicha cabecera permitió a sucesivos equipos creativos de lo más variopinto desarrollar historias más personales dado que se mantenían al margen, si no de la continuidad interna del Universo DC, sí de los acontecimientos presentes que se desarrollaban en las colecciones mensuales del Hombre Murciélago.
Sin ir más lejos, en este Batman: Testamento que fuese publicado en los números 172 a 176 de Legends of the Dark Knight y que la editorial española recoge en un tomo único, los autores John Wagner y Chris Brunner nos ofrecen un episodio perteneciente a la primera etapa del personaje, cuando el millonario y filántropo Bruce Wayne todavía le estaba tomando el pulso a su actividad nocturna como justiciero enmascarado; mucho antes por tanto de contar con la compañía de Dick Grayson o de que su alianza con el teniente James Gordon fuese tan férrea e inquebrantable como llegaría a serlo después.
De hecho, la relación entre el Caballero Oscuro y Gordon es uno de los pilares sobre los que se sustenta este relato tan cercano a las convenciones del noir y el thriller: las fuerzas policiales de Gotham no tienen todavía claro si el primero es alguien en quien poder confiar, mientras que el segundo todavía no se ha ganado entre sus compañeros el prestigio del que gozaría años más tarde. Así, el único aliado con el que parece contar Bruce Wayne es su fiel mayordomo y amigo, Alfred Pennyworth, que jugará aquí un papel también fundamental.
El conflicto de la historia, lejos de recurrir a la nutrida galería de enemigos tradicionales de Batman, lo proporciona la aparición de un grupo de justicieros que se enfrentan al crimen en Gotham, pero al contrario que el personaje creado por Bob Kane, este grupo de enmascarados que se hacen llamar Justicia Dura se toman la justicia por su mano y no dudan en emplear la violencia extrema y recurrir al asesinato de unos criminales convertidos ahora en víctimas. Este argumento, tan propicio para la reflexión social -algo que ocurría en otro cómic del Hombre Murciélago comentado hace no mucho en este vuestro blog: Forajidos-, y la ambientación en la etapa temprana del personaje, acerca la propuesta de Testamento a una obra clave de la mayoría de edad del cómic superheroico: el Batman: Año Uno de Frank Miller y David Mazzucchelli.
Obviamente, no espere el lector una obra maestra del tamaño de esta última, que seguro influenció y mucho a los autores de la presente; pero sí puede esperar y de hecho se encontrará con un relato escrito con algo más que mero oficio por parte del co creador de Juez Dredd (el cual también se llegó a ver frente a frente a Batman de la mano del propio Wagner), que aquí juega con astucia con el recurso del diario escrito en primera persona por Bruce Wayne alternándolo con el monólogo interior de Gordon (de nuevo, un recurso que remite a la obra de Miller y Mazzucchelli). Todo ello con el apoyo a los lápices de un Chris Brunner más que apropiado para la atmósfera, urbana y verosímil, que se pretende conseguir. En definitiva: un cómic altamente recomendable.
Título: Batman. El Caballero Oscuro: Testamento
Autores: John Wagner (guion) / Chris Brunner (dibujo)
Editorial: ECC
Fecha de edición: diciembre de 2013
128 pp. (color) - 12,50 €
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