domingo, 29 de diciembre de 2013

RIP: Joan Fontaine (1917-2013)


Apenas un día después de que falleciese Peter O'Toole también nos dejaba una actriz que parecía destinada a vivir para siempre, y cuya longevidad según las malas lenguas se debía a un encarnizado combate con su hermana Olivia de Havilland, con la que no se llevaba demasiado bien, por ver quién sobrevivía a quién. Un combate que, con tristeza, por fin se ha resuelto con la muerte de la gran Joan Fontaine.


Joan Fontaine (1917-2013)


Hija de un abogado de patentes con un lucrativo empleo en Japón -de ahí que tanto ella como su hermana, un año mayor, naciesen en Tokio-, participó en una docena de películas durante los años 30, época en la que fue dirigida por maestros como George Cukor o George Stevens. Particularmente este último confió en ella para varios filmes, entre ellos el musical Señorita en desgracia (junto al gran bailarín Fred Astaire) y el film de aventuras Gunga Din (donde coincidió por vez primera con Cary Grant).


Con Fred Astaire en Señorita en desgracia


Pero como todo el mundo sabe, fue Alfred Hitchcock quien le dio su gran oportunidad (por partida doble) a comienzos de la siguiente década: en 1940 la convirtió en la nueva "señora de Winter" de Rebeca, adaptación de la novela gótica de Daphne du Maurier donde el recuerdo de la primera esposa fallecida del personaje encarnado por Laurence Olivier atormentaba la existencia de los vivos, y que sirvió entre otras cosas para que la intérprete recibiese su primera nominación (de un total de tres) al Oscar a la mejor actriz protagonista y para bautizar con el nombre de rebeca el tipo de chaqueta que ella lleva durante parte de la película.


Laurence Olivier no la trató demasiado bien durante el rodaje de Rebeca


Al año siguiente, el Maestro del Suspense volvió a requerirla para encarnar a otra esposa atormentada: esta vez la de Cary Grant (que podría ser un asesino o no) en Sospecha. El film le valió a Fontaine su único Oscar, galardón al que volvería a ser nominado tres años después por su trabajo en La ninfa constante. En aquella gala de 1941, su hermana Olivia de Havilland también estaba nominada y perdió frente a ella, y quizás aquella circunstancia acrecentó su enemistad.


Junto a Cary Grant en Sospecha, que le valió un merecido Oscar


Joan Fontaine nunca llegaría a alcanzar la gloria de igual modo que con sus dos colaboraciones con Hitchcock. No obstante, durante la década de los cuarenta intervino en otras producciones de interés, como Alma rebelde (la adaptación de Jane Eyre que protagonizó junto a Orson Welles), El pirata y la dama (otra adaptación de un texto de Daphne du Maurier), El vals del emperador (dirigida por Billy Wilder y protagonizada también por el cantante y actor Bing Crosby) y la que sin duda es su mejor película, Hitchock aparte: Carta de una desconocida, drama romántico dirigido por Max Ophüls a partir de una novela de Stefan Zweig.


Carta de una desconocida es otra de sus mejores películas


Los años cincuenta comenzaron para la actriz colaborando con el gran Nicholas Ray en Nacida para el mal, un film donde encarnó a un personaje femenino alejado del estereotipo romántico y vulnerable al que tenía acostumbrado a su público. Posteriormente fue Lady Rowena en la estupenda Ivanhoe (adaptación del clásico de aventuras de Walter Scott), la esposa de Dana Andrews en Más allá de la duda de Fritz Lang y una de las cuatro Mujeres culpables de Robert Wise (sus tres hermanas fueron nada menos que Jean Simmons, Piper Laurie y Sandra Dee).


Fontaine, Dee, Laurie y Simmons: un cuarteto irrepetible de Mujeres culpables


Otros títulos destacables de su filmografía son Viaje al fondo del mar de Irwin Allen, Suave es la noche (según la novela homónima de F. Scott Fitzgerald a cargo de Henry King) y el film de la Hammer Las brujas, que supuso su despedida de la gran pantalla en 1966. Desde entonces, y hasta su retirada definitiva en 1994, su carrera quedó relegada a la pequeña pantalla, donde intervino en telefilmes y series con desigual fortuna. Pero nada impedirá que la recordemos siempre como la protagonista de esas tres grandes obras maestras del cine que son Rebeca, Sospecha y Carta de una desconocida.


En una foto promocional de Las brujas, su despedida del cine


Joan de Beauvoir de Havilland, llamada Joan Fontaine, nació en 22 de octubre de 1917 en Tokio (Japón), y falleció en 15 de diciembre de 2013 en Carmel, California. Tenía por tanto 96 años. Descanse en paz.

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