Hace unos días tuvimos noticia, aun sin saber la fecha exacta del deceso, de la desaparición en el mes de abril de una de las más rutilantes estrellas del Hollwyood de finales de los años 30 y principios de los 40: la por aquel entonces muy joven actriz y cantante Deanna Durbin.
Deanna Durbin (1921-2013)
Retirada desde hace mucho tiempo en Francia y sumida hoy en un cierto semiolvido salvo para los cinéfilos más veteranos, Deanna Durbin llegó a ser en su momento uno de los rostros más populares de la gran pantalla, y alcanzó el segundo puesto de las actrices mejor pagadas del Hollywood del momento, solo por detrás de la imbatible Bette Davis.
Loca por la música
De origen canadiense, a la tierna edad de 14 años su voz de soprano llamó poderosamente la atención de los mandamases de la MGM, con quien rodaría su primera película. Pero fue la productora Universal quien la terminó convirtiendo en una gran estrella, el director Henry Koster mediante, gracias a filmes como Tres diablillos, Loca por la música, Su última diablura, Princesita y Casi un ángel. Deanna Durbin les devolvió el favor con unos resultados en taquilla que salvaron a la productora de una quiebra que parecía inevitable.
Mi encantadora esposa
En 1938 recibiría un Oscar juvenil junto a otro adolescente de éxito, Mickey Rooney. Pero su carrera no se detuvo ahí: pronto llegarían El primer amor, Mi encantadora esposa, Lazos eternos, Feliz y enamorada o El diablillo ya es mujer. Pese al éxito de todas estas cintas, a los 28 años la actriz decidió abandonar su carrera artística, retirándose de la atención de los focos en compañía de su esposo, el director y productor francés Charles David, a la localidad gala de Neauphlé-le-Château, donde ha permanecido discretamente hasta su muerte.
El diablillo ya es mujer
Edna Mae Durbin, llamada Deanna Durbin, nació en 4 de diciembre de 1921 en Winnipeg, Manitoba (Canadá), y falleció en abril de 2013 en Neauphlé-le-Château (Francia). Tenía por tanto 91 años. Descanse en paz.
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