jueves, 7 de febrero de 2013
52: El año perdido (2 de 4)
Tras publicar Crisis infinita, la editorial ECC se embarca en la edición de lujo en cuatro tomos bimestrales de 52, la serie limitada que hizo historia no ya solo en el Universo DC, sino en el mundo editorial del cómic superheroico estadounidense. Durante un año, y a razón de una entrega por semana, los cuatro guionistas estrella de la casa urdieron una historia río que iba a recuperar el "año perdido" entre el final de la citada Crisis y el arranque de la línea One Year Later ("Un año después") que en ese mismo momento definía a las colecciones regulares de la compañía. Esta es la historia de una colección como no ha existido otra...
A la hora de reseñar este segundo volumen debo recurrir a autocitarme de cuando comenté el primero, dado que la (satisfactoria) sensación primordial tras su lectura vuelve a ser la misma: "a estas alturas todavía no había leído nada de la presente obra por temor a perderme en los derroteros de un universo de ficción que no conozco en demasía. Pero ahora (...) me alegro de no haberla leído en su día, pues se me antoja que debía resultar complicado resistir la espera entre un número y otro aunque su cadencia fuese semanal, dado el interés que despiertan las distintas líneas argumentales que incluye."
Como ya sabrán los lectores, 52 fue una serie de periodicidad semanal en tiempo real: los hechos relatados en cada número abarcaban siete días, en consonancia con el mes y la época del año en que dicho ejemplar aparecía publicado, hasta alcanzar a cubrir en su totalidad el año perdido del Universo DC tras la citada Crisis infinita. Así, bajo la coordinación del editor Stephen Wacker, los cuatro guionistas estrella de la casa, curtidos en crossovers y macrosagas varias, urdieron un relato de largo alcance que pretendía, además de redefinir un tanto la situación del Universo DC de entonces y recuperar a algunos personajes olvidados, la nada fácil tarea de mantener el interés de los lectores a un ritmo imparable y durante una cantidad ingente de páginas. Y vaya si Geoff Johns, Grant Morrison, Greg Rucka y Mark Waid lo consiguieron... Junto a ellos, en el apartado gráfico, el veterano Keith Giffen abocetando toda la serie para darle una entidad visual uniforme, y dejando que una larga nómina de autores dieran el toque final a su trabajo.
Centrándonos en la trama de la serie, y como ocurriera en la entrega anterior, en los números 14 a 26 que recopila el presente volumen continuamos con varias líneas argumentales abiertas, aunque algunas que tuvieron una mayor importancia antes (caso, por ejemplo, de las protagonizadas por Ralph Dibny, más conocido como el Hombre Elástico, o la nueva Batwoman) se reduzcan considerablemente o incluso desaparezcan del todo para dejar espacio a otras. En esta ocasión, tienen mayor presencia la historia centrada en el todopoderoso Black Adam y su esposa Isis y la que sigue a la pareja formada por Question y Renee Montoya; dos historias paralelas que acabarán encontrándose en las exóticas (y peligrosas) calles de Kanhdaq.
Tampoco faltan a su cita el equipo formado por Adam Strange, Buddy Baker (alias Animal Man) y la ex Titán Koriand'r (más conocida como Starfire); esto es, el supergrupo de 52 formado a su pesar y que desarrolla su labor en el espacio exterior. Un equipo al que se sumará un inesperado cuarto miembro que parece haber abandonado la ultraviolencia en pos de la defensa de la paz. Sorprendentemente, nos referimos al antaño brutal y despiadado Lobo, el último de los czarnianos, y que aquí protagoniza algunas de las escenas más divertidas del relato.
Pero si hay un espacio físico que aquí actúa de centro neurálgico del relato, ese sería Metrópolis. Una ciudad por la que sigue deambulando un Clark Kent que se niega a volver a ser Superman, donde el Dr. John Irons continúa sospechando de las verdaderas intenciones de Lex Luthor ocultas tras su proyecto "Hombre Común", y donde prosigue el enfrentamiento entre Booster Gold y el novedoso Supernova por convertirse en el superhéroe oficial de la gran urbe. Un enfrentamiento que se saldará con una muerte inesperada, y cuyo protagonista está vinculado a una de las más grandes sorpresas de la serie: la identidad de un villano que nos reservamos mucho el desvelar aquí.
Este último es, para el que esto firma, el momento más álgido de la presente entrega y de la serie en general hasta el momento. Pero no faltan otros de interés: la fuga de la prisión por parte de Renne y Question; la alianza en la sombra que parece establecerse entre Atom Smasher y la siempre taimada Amanda Waller; el intento de reclutamiento de Oliver Queen, alias Green Arrow, por parte de las filas de la nueva Liga de la Justicia (sic); y, sobre todo, el nacimiento de un nuevo Infinity Inc. (con temprana y conmovedora muerte de uno de sus miembros incluida), son algunos de los puntos fuertes de un relato no precisamente carente de ellos.
Para terminar, y como hiciéramos al hablar del volumen previo, no podemos dejar de señalar las excelencias de la edición española: tomo en cartoné, con las inevitables galería de cubiertas y biografías de los autores... y con esos magníficos comentarios de los autores, acompañados de bocetos y textos que ilustran el proceso creativo, acerca de cómo se consiguió coordinar a semejante equipo de genios para parir un cómic de superhéroes tan adictivo como el presente. Por lo demás, muy pronto aquí en este vuestro blog, el comentario del tercer volumen... que ya está disponible en tiendas.
Título: 52 (Volumen 2)
Autores: G. Johns & G. Morrison & G. Rucka & M. Waid (guion) / Keith Giffen et alii (dibujo)
Editorial: ECC
Fecha de edición: diciembre de 2012
304 pp. (color) - 25 €
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