miércoles, 28 de noviembre de 2012

Puntos de experiencia: La vida, instrucciones de uso




Valga el título del mítico libro de Georges Perec para dar título a estas líneas sobre Puntos de experiencia, la más reciente novela gráfica de Josep Busquet y Pere Mejan que acaba de publicar Dibbuks. Y valga porque lo que los autores de La revolución de los pinceles y Jirón Negro establecen en esta nueva colaboración entre ambos es un paralelismo entre la vida real y los juegos de rol como una variante simulada de la anterior.




Vaya por delante que nunca he sido un aficionado acérrimo a este tipo de juegos, pero he participado en alguna partida y por tanto los conozco de primera mano. De hecho, y espero se me disculpe el tono de confesión, mi participación en un juego de rol coincidió con uno de los más oscuros episodios de su historia en nuestro país: el de un asesinato inspirado en uno de estos juegos y el trato manipulador, tremendista y demagógico que se le dio a la noticia en los medios de comunicación. De hecho, tiempo después y cuando ya no jugaba al rol, mi madre me confesó lo preocupada que se quedaba cuando algunas tardes de domingo me marchaba a esas siniestras reuniones de asesinos en potencia.


Pere Mejan y Josep Busquet


Por tanto, y pese a que como decía no soy ni mucho menos un entendido en la materia, no me ha resultado difícil identificarme un tanto con Alberto, el protagonista de la obra: pese a que yo no estoy divorciado ni tengo dos hijas, ni tampoco he recuperado una afición por el rol que nunca tuve, como él y por los caminos que toman las vidas de cada uno he perdido el contacto con aquellos amigos con los que compartí partidas de rol, a veces como participante activo, otras como observador pasivo, más por compartir otras aficiones y poder departir luego sobre cine, literatura y cómic que por tener interés real por los propios juegos en sí.




De hecho, incluso en uno de los flashbacks de la obra, y no dudo del contenido autobiográfico de la misma, el padre de Alberto le recrimina a su hijo que "en esos juegos se asesina a gente". De esta forma, Puntos de experiencia (un título tan bello como acertado) juega con acierto la baza principal del slice of life: la identificación con el lector. No es necesario haber jugado al rol ni compartir otros intereses con el protagonista y sus viejos amigos como para identificarse con ellos: todos hemos tenido ilusiones, de las que algunas se han cumplido y otras todavía no; todos nos hemos visto de una manera u otra recompensados por nuestros logros y castigados por nuestros errores; todos hemos sufrido pérdidas en alguna ocasión y todos nos merecemos una segunda oportunidad.




Esto es lo que busca Alberto cuando, tras el encuentro casual de una vieja guía de un juego de rol que le retrotrae al pasado, retoma el contacto con aquellos compañeros de partida y vuelve a integrarse en un grupo: una segunda oportunidad tras sufrir una crisis sentimental. Así, se encontrará de nuevo inmerso en un grupo en el que todos han cambiado un tanto pero en el que todos, también, siguen siendo un poco los mismos (incluido Luis, que nunca podía acudir a las reuniones ni entonces ni ahora). Por tanto, Puntos de experiencia es un relato con el que resulta fácil identificarse: así le ocurrió a un servidor, y así le ocurrirá a cualquiera que tenga el acierto de darle una oportunidad a esta espléndida obra, realista sin resultar monótona, amable sin caer en la cursilería.


Título: Puntos de experiencia
Autores: Josep Busquet (guion) / Pere Mejan (dibujo)
Editorial: Dibbuks
Fecha de edición: noviembre de 2012
96 pp. (b/n) - 16 €

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