Cuando el nombre de su hermano Ridley está de plena actualidad gracias al estreno español de Prometheus, el de Tony Scott salta a la palestra por una razón mucho más triste: el realizador británico, aunque afincado en Estados Unidos, decidió acabar con su vida anteayer domingo saltando desde el puente Vincent Thomas del puerto de San Pedro, en California. Al parecer, la Policía encontró después en sus oficinas una nota de suicidio en la que expresaba el deseo de acabar con su vida, debido quizás a que se le había diagnosticado un tumor cerebral incurable.
Tony Scott (1944-2012)
Hermano menor del también director Ridley Scott, compartía con este la productora Scott Free Productions. En esta faceta profesional, Tony Scott está detrás de títulos -además de, por supuesto, muchas de las películas firmadas por su hermano y por él mismo-, como RKO 281, Donde esté el dinero, En sus zapatos, El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, El Equipo A o Infierno blanco; por no hablar de series televisivas como The Hunger, The Company, Numb3rs, Los pilares de la Tierra o The Good Wife.
Numb3rs es una popular serie de TV producida por los hermanos Scott
Como realizador, Tony Scott siempre vivió a la sombra de su hermano, al menos en lo que al tratamiento crítico se refiere: en su filmografía nunca destacó un título que estuviese a la altura de filmes como Alien, el 8.º pasajero o Blade Runner, ni un film oscarizado (o al menos nominado) como Gladiator o Black Hawk derribado. En cambio, siempre contó con el favor del público, que convirtió algunas de sus películas en títulos muy taquilleros sobre todo durante los años 80 y 90. Además, durante la última década su figura fue objeto de continuas reivindicaciones, sobre todo ante cierto declive artístico de Ridley Scott... con el que siempre se le comparó, huelga decir que injustamente, solo por el hecho de ser hermanos.
Los hermanos Scott, en una de sus apariciones públicas
Tony Scott debutó como director en 1983 con una película llamada a convertirse en título de culto del cine fantástico reciente: El ansia. Adaptación de la novela homónima de Whitley Strieber, el film contó con un trío protagonista de excepción (Catherine Deneuve, Susan Sarandon y el músico David Bowie), y actualizó a nuestros días la figura mítica del vampiro mucho antes de que lo hicieran otras adaptaciones de obras literarias como Entrevista con el vampiro o la saga Crepúsculo.
Deneuve y Bowie: los vampiros cool de El ansia
Pero fue su segundo largometraje quien lo convirtió en uno de los realizadores más taquilleros de la década: nada menos que Top Gun (Ídolos del aire), film que de paso convirtió a su protagonista Tom Cruise en la estrella indiscutible del momento. El actor volvería a trabajar con Scott en Días de trueno, cinta ambientada en los circuitos de Fórmula 1 y en cuyo rodaje conoció a su futura esposa Nicole Kidman. Por su parte, el éxito de Top Gun le abrió a su director la posibilidad de dirigir una esperada secuela, la de Superdetective en Hollywood, con otra de las estrellas incontestables del cine de los 80: Eddie Murphy.
Top Gun: guste o no, todo un icono de los 80
A partir de ese momento, y ya en la década de los 90, Tony Scott se especializó en un género que no abandonaría jamás en el resto de su filmografía: el thriller. Con la tórrida Revenge (Venganza) filmó la adaptación de una novela corta de Jim Harrison incluida en su libro Legends of the Fall (que posteriormente daría pie también a la película Leyendas de pasión, con Brad Pitt), y enfrentó a Kevin Costner con su antiguo amigo Anthony Quinn por el amor de una mujer, la esposa de este último: Madeleine Stowe.
La pareja adúltera de Revenge
El último boy scout fue la aportación de Tony Scott al subgénero de las buddy movies (o "películas de colegas") al estilo de Arma letal, a partir de una idea de Shane Black (Kiss Kiss Bang Bang), y esta vez con Bruce Willis y Damon Wayans interpretando a la pareja protagonista. En el film el deporte jugaba un papel importante (el personaje de Wayans era un jugador profesional de fútbol americano); lo mismo ocurriría después en otra cinta de Scott, aunque mucho menos interesante: Fanático, en la que el jugador de béisbol encarnado por Wesley Snipes debía vérselas con un peligroso fan fatal encarnado por un sobreactuado Robert De Niro.
Los dos amigos protagonistas de El último boy scout
En 1993 Scott firmó la que para muchos es su mejor película... aunque le atribuyan el mérito al guionista, por aquel entonces en el punto más álgido de su temprana popularidad: Quentin Tarantino. Amor a quemarropa fue el resultado de la colaboración entre ambos; un film que al autor de Malditos bastardos le gustó mucho, al contrario que la película realizada poco después por Oliver Stone a partir de un libreto del guionista: Asesinos natos. El film de Scott, por otra parte, se benefició de un reparto memorable: Christian Slater, Patricia Arquette, Gary Oldman, Samuel L. Jackson, James Gandolfini, unos fugaces Brad Pitt y Val Kilmer, y los veteranos Dennis Hopper y Christopher Walken, que juntos protagonizaron una antológica escena que todavía se recuerda como uno de los momentos más memorables del cine de la década.
Amor a quemarropa: el romanticismo según Scott (y Tarantino)
Tony Scott cultivó todas las vertientes del thriller, incluida la del cine de espías y conspiraciones gubernamentales: es el caso de Enemigo público, con Will Smith y Gene Hackman, y de Spy Game (Juego de espías), donde un otoñal Robert Redford cedía el testigo a su sucesor natural: Brad Pitt. Precisamente con Hackman volvería a trabajar en Marea roja, un trepidante film cuya acción transcurría en su mayor parte dentro de un submarino y en cuyo guion participó, aunque de forma muy concisa, el mismísimo Tarantino.
Denzel Washington y Gene Hackman: duelo de titanes en un submarino
Fue justamente Marea roja el film que marcó el inicio de la colaboración de Scott con el intérprete que iba a convertirse en su actor fetiche en el tercio final de su carrera: Denzel Washington. Con este volvería a trabajar en cuatro ocasiones más: El fuego de la venganza (para el que esto firma, quizá su película más redonda), Déjà Vu (Cambiando el pasado), Asalto al tren Pelham 1 2 3 (remake del film homónimo, y superior, protagonizado por Walter Matthau y Robert Shaw) e Imparable, que ha quedado para la posteridad, muy lamentablemente, como el último trabajo de Tony Scott como director. Completa su filmografía Domino, cinta basada en hechos reales y centrada en una cazarrecompensas interpretada por Keira Knightley.
Tony Scott y Denzel Washington: una alianza fructífera
(Rodaje de El fuego de la venganza)
Anthony D. L. Scott, llamado Tony Scott, nació en North Shields, Northumberland (Inglaterra, Reino Unido) en 21 de junio de 1944, y falleció en San Pedro, California, en 19 de agosto de 2012. Tenía por tanto 68 años. Descanse en paz.
Muy buena reseña. A mi la verdad es que salvo dos o tres peli, el hermano Tony no me gustaba mucho. Descanse en paz.
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