Vaya por delante que nunca he sido un lector acérrimo de los cómics de DC. Quizá la razón se deba a su publicación errática en nuestro país, y a que en el momento en que gozó de una situación más estable -aquellos añorados años 80 de Ediciones Zinco- sus tebeos no se distribuían correctamente donde un servidor vivía, pero siempre me he decantado por los productos de la compañía rival: Marvel Comics. Eso no quita para que, ahora que ECC Ediciones se ha hecho cargo de su publicación en España (algo que, como todo principio, resulta por lo menos prometedor, así como una nueva oportunidad de hacer las cosas bien), haya decidido darle una oportunidad a algunos de los títulos que conforman eso que se ha venido a llamar "El Nuevo Universo DC": esto es, un nuevo comienzo en toda regla. Por ello, dedicaremos cuatro jornadas consecutivas que formarán esta "Semana del Universo DC" tan personal y sui generis a comentar cinco títulos que forman parte de este megareboot y que, por una razón u otra, me han llamado bastante la atención.
Al contrario que me sucede con Marvel, donde sigo con interés las historias protagonizadas por los Vengadores o los distintos grupos de la franquicia mutante (incluidos esos Alpha Flight a los que siempre les tendré un cariño especial), dentro del Universo DC siempre me han interesado mucho más los personajes que actúan en solitario, y ni siquiera la Liga de la Justicia, el gran equipo superheroico por antonomasia de la compañía, ha supuesto una excepción... más allá de la añorada (y divertidísima) etapa con Keith Giffen, J. M. DeMatteis y Kevin Maguire al frente.
Pero con esta Liga de la Justicia Oscura estaba dispuesto a hacer una excepción: por un lado, promete ser una suerte de versión alternativa del grupo titular -ahora mismo en manos de los mucho más mainstream Geoff Johns y Jim Lee- centrada en la temática sobrenatural (que me interesa más por su cercanía al género del terror), y que por tanto cuenta con personajes cuyas aventuras en solitario he seguido en un momento u otro con bastante interés (como se verá después).
Por otro lado, me interesaba mucho ver qué iba a hacer con estos personajes un guionista tan personal e interesante como Peter Milligan, al que tuve el honor de presentar (por no decir interrogar) en la edición de Unicómic de hace un par de años: un acto inolvidable (al menos para mí) durante el que hicimos repaso de títulos como Skreemer, Shade, el hombre cambiante, Pop London, X-Statix o The Programme. Durante aquel repaso se comentó también el paso de Milligan por colecciones destinadas a un público más amplio, como su etapa al frente de los X-Men de Charles Xavier, y que ha demostrado que en esa faceta suya cumple con creces con los mínimos requeridos pero no alcanza el nivel de otras obras suyas más independientes.
Este podría ser el caso de esta Liga de la Justicia Oscura, aunque es muy pronto para enjuiciar habida cuenta de que el presente volumen solo incluye los cuatro primeros comic books de la colección. Cabe preguntarse por qué la editorial española no ha decidido incluir un par más, como ha hecho con Catwoman o Animal Man, no siendo la razón el respetar ningún arco argumental concreto dado que la cuarta entrega termina con un cliffhanger de aúpa. Quizá sea por mantener una ventana de tiempo prudencial respecto de la edición original norteamericana, o quizá se trate de un modo de abaratar el coste de una colección de la que, hipotéticamente, se espero un resultado comercial peor que con los otros títulos mencionados. En fin, tanto da: disfrutemos de este arranque, y esperemos que lo que venga esté a la altura o, mejor, que la supere.
De momento, este primer número español funciona bien como arranque: la excusa para juntar a una serie de personajes superheroicos de lo más variopinto es, como tantas otras veces, una amenaza demasiado grande como para enfrentarse a ella por separado (un reciente estreno cinematográfico nos recuerda que el origen de los Vengadores se debe a su unión para enfrentarse a Loki, el Dios de la Mentira de Asgard). En esta ocasión esa amenaza es la Encantadora, a la que no hay que confundir con el personaje del mismo nombre de, precisamente, el universo de Thor de Marvel Comics. Para evitar el desolador futuro que parece provocarán sus actos, y después de que tres miembros de la Liga de la Justicia Internacional tan poderosos como Superman, Wonder Woman o Cyborg sean incapaces de detenerla, otros héroes más alternativos tendrán que hacerse cargo de la labor.
Y estos personajes no son otros que Madame Xanadu, Shade, Deadman, Zatanna y John Constantine. Cinco personajes por los que, como se verá pinchando en los enlaces en los títulos comentados, me han interesado en alguna que otra ocasión lo bastante como para acercarme al ignoto Universo DC... o, al menos, al Universo Vertigo, mucho más cercano a mis intereses y donde estos personajes se han movido la mayoría de las veces, al menos en sus encarnaciones más recientes, aunque aquí ya estén perfectamente integrados en la continuidad del Nuevo Universo DC (en sus páginas se dejan ver, aparte de los mencionados, Paloma y el mismísimo Batman).
Podría detenerme en describir mejor lo que cuentan estos primeros números, pero considero que cualquiera que conozca a los personajes mencionados podrá hacerse una idea de por dónde andan los tiros. Si además tenemos en cuenta el talento de Milligan, y el magnífico trabajo a los lápices del pamplonés Mikel Janín, creo que sobran los alicientes para darle una oportunidad a esta versión oscura de la Liga de la Justicia: una suerte de Thunderbolts del Universo DC. Y perdón por esta otra referencia a Marvel: nobleza obliga.
Título: Liga de la Justicia Oscura n.º 1
Autores: Peter Milligan (guion) / Mikel Janín (dibujo)
Editorial: ECC
Fecha de edición: junio de 2012
96 pp. (color) - 8,95 €
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