Que la televisión está viviendo una época de esplendor desde hace ya un par de lustros es algo que no se le escapa a nadie... y menos a los profesionales del ámbito audiovisual, incluyendo a algunos de los cineastas más respetados de los últimos años. Ya no es solo que visionarios de la pequeña pantalla como J. J. Abrams (Alias) den el salto al cine (Star Trek, Super 8), sino que directores de la talla de Steven Spielberg, Martin Scorsese, Walter Hill, Frank Darabont o Michael Mann producen y/o dirigen seriales como (respectivamente) el díptico Falling Skies / Terra Nova, Boardwalk Empire, Deadwood, The Walking Dead o (la recientemente cancelada) Luck.
Los últimos en sumarse a esta lista son Sam Raimi y David Cronenberg. Pero lo más curioso es que ambos, cineastas íntimamente ligados al fantástico pero con intereses bien distintos (el primero mucho más comercial, el segundo más orientado a la obra de autor), lo hacen con un mismo proyecto en común: Knifeman, adaptación de las novelas de Wendy Moore protagonizadas por John Hunter, un anatomista y cirujano padre de la experimentación en la medicina del siglo XVIII.
Al parecer, ambos directores serán los productores ejecutivos de la serie, pero mientras el firmante de Crimewave y la trilogía de Spider-Man se limitará a esa labor, el responsable de Promesas del este o Un método peligroso dirigirá, al menos, el episodio piloto. Sea como sea, un proyecto que se antoja muy interesante y al que habrá que seguirle la pista.
Buen dúo de directores! Muy buen blog!
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