lunes, 4 de julio de 2011

La Comicoteca: Corto Maltés: La balada del Mar Salado



Corto Maltés: La balada del Mar Salado [Colección Hugo Pratt, vol. 7]
Guión y dibujo: Hugo Pratt
Barcelona, Norma Editorial, abril de 2011
ISBN: 978-84-679-0402-4
200 pp. (color) - 25 €

Esta edición de La balada del Mar Salado por parte de Norma Editorial se complementa con el prólogo "Viaje alrededor del sueño: Relámpagos de luz" (28 páginas) a cargo de Marco Steiner, e ilustrado con fotografías en blanco y negro y color de Marco D'Anna.




Texto promocional


EL CLÁSICO DE HUGO PRATT VUELVE EN UNA COLECCIÓN CON TÍTULOS INÉDITOS Y NUEVAS VERSIONES.

La balada del Mar Salado es un relato iniciático, donde los jóvenes Caín y Pandora Groovesnore dejan de ser dos niños para entrar en el difícil mundo de los adultos, donde ya nadie se respeta. También es iniciático para Hugo Pratt porque es la primera obra donde aparece su famoso marinero, Corto Maltés. Un Corto distinto al que hemos llegado a conocer y querer, más duro y áspero, pero fiel a su esencia.




Programación de la colección (2009-2011)


- Diciembre 2009: Sandokán, el tigre de Malasia.
- Febrero 2010: Las Célticas.
- Abril 2010: La laguna de los misterios.
- Junio 2010: Sargento Kirk.
- Agosto 2010: Fábula de Venecia.
- Octubre 2010: La lejana isla del viento.
- Diciembre 2010: La balada del mar salado.
Próximamente:
- La isla del tesoro.
- En un cielo lejano.
- Corto Maltés: El mar de oro.




Comentario acerca de este volumen


Con este volumen la nueva Colección Hugo Pratt alcanza su séptima entrega, y quinta de la misma dedicada al personaje de Corto Maltés tras Las Célticas, La laguna de los misterios, Fábula de Venecia y Las lejanas islas del viento... si bien en esta ocasión nos encontramos con la primera novela gráfica protagonizada por el célebre aventurero, y sin duda la más popular de todas ellas.

Y es que La balada del Mar Salado no solo es la más célebre narración protagonizada por Corto Maltés, sino uno de los indiscutibles títulos clave de la historieta europea. Desde que se publicara por vez primera en 1967 y en blanco y negro -posteriormente sería coloreada-, su prestigio no ha hecho sino crecer constantemente; y no en vano, tan solo en España, existen varias ediciones de la misma -entre ellas, una de lujo sencillamente espectacular-, como ocurre con los grandes clásicos y los más importantes best sellers de la literatura universal.

Por si todavía queda algún aficionado que no la haya leído, podemos resumir brevemente el arranqeu del relato: tras una carta (ficticia, pero que quiere asemejar auténtica) que comenta la donación a Hugo Pratt de determinados documentos vitales para conocer el relato que se nos va a contar a continuación -el habitual recurso narrativo del "manuscrito encontrado" que ya usaran otros muchos, empezando por Miguel de Cervantes en su Don Quijote-, la historieta propiamente dicha arranca el 1 de noviembre de 1913, festividad de Todos los Santos, a bordo de una pequeña embarcación que surca el océano Pacífico.

De hecho, es el propio mar el que toma la voz narrativa para situar al lector en mitad de una historia de intereses creados donde el protagonismo se reparte entre varios personajes: así, no es solo el aventurero Corto Maltés -dicho sea de paso, todo un antihéroe, repleto de aristas y matices- quien atrapa la atención del lector, y el interés de la historia se centra particularmente en dos jóvenes primos, Caín y Pandora Groovesnore, cuando no en el cruel Rasputín -personaje secundario que los lectores habituales de la saga de Corto conocen de sobras-, el astuto indígena Cráneo, el militar alemán Christian Slütter o Tarao, un personaje que será de vital relevancia para el discurrir de la trama. Particularmente memorable es el personaje del 'Monje', una figura mítica a la que temen los piratas de medio mundo, y cuya capucha le oculta el rostro y, por tanto, la identidad.

Volver a leer La balada del Mar Salado supone un gran deleite para la mente y los sentidos, y resulta casi imposible explicar con palabras la grandeza de esta obra. Quizá por eso, por la imposibilidad de calibrar razonadamente sus logros y méritos, es que este relato de Hugo Pratt está a la altura de los más grandes clásicos de la literatura de aventuras, codeándose con obras como La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson, Colmillo blanco de Jack London o La vuelta al mundo en ochenta días de Jules Verne. Y como ellas, se lee y relee de continuo sin que el interés pierda ni un ápice.


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