miércoles, 15 de junio de 2011
Flujo: La ley del deseo
Sin lugar a dudas, Dave Cooper pertenece por méritos propios a ese grupo de autores, de obra radicalmente incómoda y en el que también militan Charles Burns, Daniel Clowes, el gran Robert Crumb -este no siempre- o nuestro Paco Alcázar, de los que podría decirse, al menos según un juicio probablemente superficial, aquello que de algunos de sus congéneres criticaba el cineasta Nanni Moretti en su magistral Caro diario: "personas que no creen en las personas".
Como ya digo, muy probablemente se trate de un juicio superficial, pero qué duda cabe, a tenor de las sensaciones que despierta la lectura de Flujo -que ¡por fin! hemos podido disfrutar en castellano, media década después de su publicación original, gracias a la reciente (y espléndida) edición de La Cúpula- de que este autor canadiense contempla al ser humano para acto seguido retratarlo subrayando sus miserias y sus dudas, de las que nace una sempiterna insatisfacción que acaba por definirlo.
Según declaraciones del propio Cooper, Flujo cierra una trilogía formada también por Succión y Escombros... Téngase en cuenta la similitud fonética de los títulos originales de estas obras: Suckle, Crumple y Ripple. No he tenido la oportunidad de leer el primero, pero sí Escombros -de hecho, fue una de los primeros títulos comentados en este vuestro blog, hace hoy más de un lustro-, y me pareció una obra tan subyugante como aterradora. Ahora, con este Flujo, su autor reincide en esa mirada de incomprensión hacia la mujer, si bien desde una estética más realista, con ecos del slice of life prototípicamente indie, representando aquí dicha condición femenina en un personaje, la Tina del subtítulo -"Predilección por Tina"-, que se convierte primero en modelo y luego en obsesión del protagonista central del relato.
Este, de nombre Martin DeSerres, es un ilustrador de cuentos infantiles -considerarlo como un álter ego del autor, lo sea en verdad o no, parece ya obligado desde el principio, aunque solo sea por la maldita costumbre- que vive en un continuo estado de depresión provocado por lo que parece que fue un abandono sentimental; ruptura, por cierto, que se produjo tres años atrás y de la que no parece poder recuperarse. Intentando ordenar sus recuerdos y reflexiones al respecto, el propio Martin es quien ejercerá de narrador y construirá para el lector la historia de su relación con la citada Tina, una adolescente cuyo aspecto físico está muy lejos de los cánones de belleza actuales, pero que acaba por convertirse en objeto de deseo del artista de una manera irracional.
Así, Cooper nos ofrece un cuento cruel de amour fou de una mujer y un pelele, en el que la primera ejerce de femme fatale malgré lui, abocando al segundo de forma no del todo intencionada a un callejón sin salida, una espiral de dependencia que solo puede tener un final: la más absoluta de las perdiciones. Y lo ejecuta mediante su ya reconocible estilo gráfico, claramente influenciado por Crumb, pero ya personal y mucho más trabajado que en sus obras anteriores, y en donde subraya los aspectos caricaturescos más susceptibles de despertar nuestras pesadillas. La edición española, al parecer muy semejante a la original, permite disfrutar en todo su esplendor del trabajo de Cooper como este se merece; al respecto, cabe señalar un único pero: la introducción del cineasta David Cronenberg -compatriota de Cooper, y no por eso una elección muy reveladora, dicho sea de paso- se ha perdido por el camino.
En definitiva: estamos ante una obra portentosa e indispensable que, lamentablemente, podría suponer -siempre que Cooper no cambie de idea- la despedida definitiva respecto del noveno arte de un artista cansado de las miserias del negocio y centrado ya únicamente en el mucho más rentable, económicamente hablando, mercado de la ilustración y la publicidad. Por mi parte, espero que como al protagonista de Flujo acaben atormentándole los demonios interiores de la creatividad y vuelva por sus (artísticos) fueros.
Título: Flujo (Predilección por Tina)
Autor: Dave Cooper (guión y dibujo)
Editorial: La Cúpula
Fecha de edición: mayo de 2011
140 páginas (bitonos) - 20 €
Es una auténtica maravilla. Yo sí he leído el Succión (y Escombros, y Dan y Larry, que también sacó La Cúpula), y el Ripple lo tenía de la edición de Fantagraphics, cansada de esperar a que saliera por aquí... Y no tenía muchas esperanzas, después de haber encontrado el Succión saldado por las librerías... No sé, el crédito, el éxito y tal se lo han llevado gente, no digo que sin merecimiento, que también me chiflan, como Clowes, o Burns, y a Cooper, de quien al menos yo pienso que está a su altura, pues en fin, yo qué sé, una pena, y encima que dejara de hacer tebeos... pero meh, celebremos que haya salido este pedazo de tebeo en castellano... y a ver si se vende bien y se editan y/o reeditan otras obras suyas y empezamos a darle el reconocimiento que, insisto, creo yo, merece.
ResponderEliminarSaludines.
A tenor de lo poco que he leído suyo, comparto tu opinión acerca de que Cooper está a la altura de esos dos autores que citas y que, efectivamente, a mí también me gustan muchísimo. Y creo que cualquier día veremos reeditados "Succión" y "Escombros" en mejores condiciones...
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