La literatura universal está de luto por la muerte de uno de esos intelectuales que parece que no deberían irse nunca: el escritor argentino Ernesto Sábato nos ha dejado poco antes de cumplir un siglo de edad.
Aparentemente destinado en principio a desarrollar una brillante carrera como científico, Sábato decidió abandonarla a partir de los años 40 para dedicarse por entero a la escritura, si bien empezó con un libro de ensayos: Uno y el Universo.
Posteriormente, tan solo tres novelas bastaron para convertirlo en uno de los escritores más destacados de la literatura en lengua hispana de todos los tiempos: El túnel (1948), Sobre héroes y tumbas (1961) y Abbadón el exterminador (1974). Particularmente la segunda supuso su consagración internacional; y muchos críticos lo consideran una figura tan indispensable como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, José Donoso o su compatriota Julio Cortázar para comprender lo que significó el llamado Boom de la literatura hispanoamericana que se desarrolló principalmente en la década de los años 60. La última obra publicada de Sábato ha resultado ser España en los diarios de mi vejez, fruto de sus viajes a nuestro país en el año 2002.
En 1984 fue premiado con el Premio Cervantes -el mismo galardón que acaba de recibir Ana M.ª Matute-, y en 2007 fue propuesto como candidato al Nobel de Literatura, si bien nunca llegó a recibir este premio que habría sido de sobras merecido.
Ernesto Sábato nació en Rojas, Buenos Aires (Argentina) en 24 de junio de 1911, y falleció en Santos Lugares, Buenos Aires en 30 de abril de 2011. Tenía por tanto 99 años. Descanse en paz.
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ResponderEliminarYo me he leído El túnel y Sobre héroes y tumbas, y me quedo con la segunda, una novela que contiene pasajes de gran belleza. Me tendría que leer Abbadón el exterminador.
ResponderEliminar¡Un saludo!