Bloggers ilustres como Francisco Naranjo (Flora y fauna) o Álvaro Pons (La Cárcel de Papel) no tardaron en hacerse eco de la noticia. Ahora, y a raíz de esta situación, el escritor, guionista de cómics (Olimpita), director de cine y editor de Glénat Hernán Migoya ha firmado y difundido el siguiente comunicado:
"Las recientes tribulaciones y defenestraciones sufridas por el director Nacho Vigalondo a raíz de una bobada sobredimensionada, nos ha llevado a diez personas relacionadas con la cultura y la comunicación a plantear este Manifiesto que pretende exponer nuestra solidaridad con Vigalondo y nuestro rechazo a los linchamientos mediáticos y las cazas de brujas, así como a las represalias profesionales, a causa de un acto pueril por el cual su responsable ya expresó las debidas disculpas. Personalmente, viví una situación parecida hace años, y sé que el apoyo de la profesión y de personas racionales es un valor sin precio para un artista de trayectoria independiente. No queremos convertirnos en un país intolerante, celoso únicamente de guardar las apariencias y con artistas coartados por el miedo a la autoridad, como en tiempos no tan remotos.
Éste es el enlace del Manifiesto: http://www.manifiestoxvigalondo.com/
Si estás de acuerdo con su contenido, te ruego dejes en las casillas correspondientes tu nombre y apellidos, tu número de DNI (que no aparecerá en el listado visible) y tu ocupación. También puedes difundir este manifiesto entre tus conocidos, si así lo deseas. Gracias por tu tiempo y tu atención."
Un servidor firmó ayer mismo, minutos después de encontrarse dicho comunicado en su bandeja de entrada de correo electrónico. Creo que realizadores como Charles Chaplin, Ernst Lubitsch, Dani Levy o Quentin Tarantino, que han bromeado, parodiado o por lo menos se han beneficiado artística y económicamente del exterminio nazi y de la figura de Adolf Hitler en El gran dictador, Ser o no ser, Mein Führer y Malditos bastardos respectivamente, habrían hecho lo mismo.
Si estás de acuerdo con su contenido, te ruego dejes en las casillas correspondientes tu nombre y apellidos, tu número de DNI (que no aparecerá en el listado visible) y tu ocupación. También puedes difundir este manifiesto entre tus conocidos, si así lo deseas. Gracias por tu tiempo y tu atención."
Un servidor firmó ayer mismo, minutos después de encontrarse dicho comunicado en su bandeja de entrada de correo electrónico. Creo que realizadores como Charles Chaplin, Ernst Lubitsch, Dani Levy o Quentin Tarantino, que han bromeado, parodiado o por lo menos se han beneficiado artística y económicamente del exterminio nazi y de la figura de Adolf Hitler en El gran dictador, Ser o no ser, Mein Führer y Malditos bastardos respectivamente, habrían hecho lo mismo.
Pero bueno... en las películas que citas -El gran dictador, Ser o no ser, Malditos bastardos- NUNCA se burlan de las víctimas del Holocausto, como sí hace Vigalondo. En esas obras maestras la burla cae sobre los verdugos nazis. Y lo mismo digo del texto del manifiesto en apoyo al cineasta cántabro. La frase de Woody Allen (Wagner y el deseo de invadir Polonia) es un ataque al tradicional belicismo alemán que llevó al mundo a dos guerras mundiales en el siglo XX. Pero Woody Allen no se mofa ahí en ningún momento de los judios gaseados en la Shoah... Vamos, creo que la diferencia es evidente.
ResponderEliminarPara empezar, en ningún momento he dicho que sean lo mismo... Me autocito: "(...) han bromeado, parodiado o por lo menos se han beneficiado artística y económicamente del exterminio nazi y de la figura de Adolf Hitler". Pero me parece que sí son cosas bastante semejantes: si te burlas de un tema serio, aunque sea solo en parte, te burlas del todo. O eso me parece a mí.
ResponderEliminarPor otro lado, y dejando a un lado diferencias de matiz -que desde luego aprecio y comparto-, lo de Vigalondo me parece sacado de madre. Podrá hacer gracia o no, podrá parecer de mal gusto o no, pero no justifica una censura, unas medidas y un ajusticiamiento público como el que ha sufrido. O, repito, por lo menos eso me parece a mí.
O sea, no dices que es lo mismo pero sí “son cosas bastante semejantes”… Pues lo siento pero lo de Vigalondo no tiene nada que ver con los ejemplos que mencionas. El impulso que inspira a Chaplin, a Lubischt o a Tarantino es puramente de DENUNCIA política a la barbarie nazi. E insisto, las cargas de profundidad caen siempre sobre la escoria nazi. Chaplin de hecho se jugó su prestigio pues hizo la película cuando todavía los USA no habían entrado en guerra. Y a partir de ese momento le persiguió la acusación de bolchevique y su vida allí se hizo imposible con los años. No se pueden comparar el sacrificio y el valor de denuncia política, -por no hablar de la sensibilidad que muestra Chaplin concretamente sobre el pueblo judío en su film-, con la actitud gamberra de Vigalondo. Actitud reducida a una sarta de chistes repugnantes que en ningún momento manchan al bando nazi. Pero sí, curiosamente, a las víctimas judías de esa tragedia. No, definitivamente, no es lo mismo. O te burlas de unos, como hicieron esos genios, o te burlas de otros, como ha hecho Vigalondo. En el fondo, creo que nunca nos pondremos de acuerdo en lo esencial ya que tú mismo dices en tu texto que ni sabes ni te importa si los chistes de Vigalondo son de dudoso gusto… ahí está el quid de la cuestión. A ti te da igual. Ni te planteas si los chistes son de dudoso gusto o no. A mí, en cambio, las referencias al gas, lo de la “Solución Final” o de la de Ana Frank me patean las tripas. De ahí tu benevolencia con Vigalondo. De ahí mi indignación con el personaje. Por cierto, el hombre se ha disculpado. Dejemos ya el tema pues. Pero El País, si pretende tener una imagen digna en el mundo civilizado, no tenía más remedio que tirar de la cadena y quitarse esa mierda de sus dominios.
ResponderEliminarEfectivamente, tu análisis es muy lúcido: en la medida en que a mí me da igual el gusto del chiste y a ti no, nunca podríamos ponernos de acuerdo al respecto.
ResponderEliminarPero no es cuestión de patear las tripas, a mí me las pueden patear también, de hecho a veces una broma que ha despertado polémica sí me ha molestado, pero en ningún caso justifica que se monte tal cirio al respecto. Creo que hay que tener más sentido del humor, o por lo menos no darle tanta importancia a las cosas que nos puedan molestar a nosotros pero a otros muchos no.
Verás Fran, de nuevo hay un problema evidente entre nuestros puntos de vista de partida. Para mí el asesinato industrial de 6 millones de inocentes por el mero hecho de pertenecer a un pueblo determinado es un hecho excepcional. Y no entiendo cómo se puede bromear con ello. Y sí, le doy "tanta importancia" porque la brutalidad del crimen me impide acercarme a ese terreno con otro sentimiento que no sea el horror. No entiendo el humor ahí. Tú sí. Bueno. Está bien. Tú tienes tu opinión y yo la mía. Nunca podremos ponernos de acuerdo porque nuestra sensibilidad con respecto a la Shoah es distinta. En todo caso te agradezco que me hayas dado libertad para debatir sobre el tema en tu blog. Un abrazo.
ResponderEliminarCarlos
No hay por qué agradecerlo, Carlos. Siempre que se debata con educación y argumentos (se compartan estos o no), no tengo problema en debatir yo mismo o dejar debatir a los visitantes de este blog engre ellos. Poco lógico resultaría que yo abogue por la libertad de expresión, incluso en temas tan delicados como el genocidio judío, y luego coarte la de otros.
ResponderEliminarEn cuanto al tema que nos ocupa, yo también lo considero -a Dios gracias, si no mal nos iría- algo "excepcional"... pero sí entiendo el humor, a priori. Lo entiendo respecto a cualquier tema... incluso a temas que por cercanía a experiencias personales me pudiesen molestar. Pero soy de los que piensan que si me molesta me aguanto, y si se molesta alguien, pues se aguanta.
Es mi manera de verlo, ni mejor ni peor que la tuya, supongo.
Un abrazo.
Es verdad que posiblemente sean comentarios algo desafortunados y no de muy buen gusto. Pero cosas peores se han dicho y no ha pasado nada. Yo sólo digo que lo que no puede ser y no puede ser de ninguna manera es que haya esta obsesión generalizada de protección a los judios. No creo que nadie en su sano juicio no tenga en cuenta y sienta infinita lástima por el sufrimiento del holocausto, pero haber sufrido tanto no da privilegio para tener mas poder que otros y por presión social hacer que censuren, cierren o prohiban comentarios o bromas. Lo siento, me parece muy injusto y muy exagerado las consecuencias de una simple broma. Apoyo totalmente el manifiesto...
ResponderEliminarEs un tema ¨tabu¨ y como tal es objeto de controversia atavica. Nadie se ofende por chistes sobre los Apaches exterminados por los colonos yankees, vamos, de hecho no hay chistes sobre este exterminio, o si? Alguien sabe alguno?
ResponderEliminarSi no existen, alguien debería escribir alguno. Oh, vaya, quizá no debí decir eso.
ResponderEliminarHe llegado el domingo noche a Madrid después de estar una semana fuera, y lo primero que me cuentan es la que se ha liado por unos chistes de Nacho, todavía no doy crédito.
ResponderEliminarNo tenía ni idea de que le apoyara SPIDERMAN y Adolf Hitler
ResponderEliminarDe lo de Adolf Hitler ni me di cuenta, pero lo de Spiderman también me llamó la atención...
ResponderEliminarMe asusta tanto la gente sin sentido del humor...
ResponderEliminarRealmente es peligrosa.