2010 sigue siendo un año fatal para el cine, y tras la muerte de Arthur Penn Hollywood pierde a otro de sus directores más celebrados: el realizador Blake Edwards nos dejaba el pasado 15 de diciembre a la edad de 88 años.
Edwards fue un director especializado desde sus mismos comienzos profesionales en el género de la comedia, aunque tampoco le hizo ascos al drama. De esta forma, y después de una breve carrera como actor a las órdenes de cineastas como Otto Preminger, Victor Fleming o William Wyler, alternó ambos géneros al ponerse tras las cámaras en la década de los 50, años en los que dirigió al también recientemente fallecido Tony Curtis en tres películas tan distintas entre sí como El temible Mr. Cory, Vacaciones sin novia y Operación Pacífico. Esta última, la más conocida de las tres, contó también con Cary Grant al frente del reparto.
Pero sería en 1961 cuando Edwards filmó su trabajo más celebrado, y por el que sin duda será recordado en los tiempos venideros: Desayuno con diamantes. El film, basado en la novela corta homónima de Truman Capote, convirtió en una estrella a la mítica Audrey Hepburn, y la escena en la que esta canta el tema "Moon River" es una de las secuencias más recordadas de toda la historia del cine.
Demostrando su versatilidad, al año siguiente realizó dos películas tan alejadas del género que lo hizo famoso como el film policíaco Chantaje contra una mujer y el drama sobre el alcoholismo Días de vino y rosas. En ambos contó con la actriz Lee Remick, que se vio acompañada respectivamente por Glenn Ford y Jack Lemmon.
Pero Edwards no podía permanecer mucho tiempo alejado de la comedia, y al año siguiente estrenó uno de sus mayores éxitos comerciales: La pantera rosa. El film, protagonizado por un estupendo reparto encabezado por David Niven y un inolvidable Peter Sellers como el inspector Clouseau -sin duda el papel más popular de toda su carrera como cómico-, y donde también destacaban Robert Warner, Capucine y Claudia Cardinale, tuvo tanto éxito que generó un gran número de secuelas, dirigidas por el propio Edwards: El nuevo caso del inspector Clouseau, El regreso de la pantera rosa, La pantera rosa ataca de nuevo, La venganza de la pantera rosa, Tras la pista de la pantera rosa, La maldición de la pantera rosa y El hijo de la pantera rosa. Esta última, producción de 1993 con el italiano Roberto Benigni tomando el relevo de Sellers, fue el último trabajo del director para la pantalla grande.
Otras de sus comedias más exitosas fueron La carrera del siglo (de nuevo con Curtis y Lemmon), ¿Que hiciste en la guerra, papi? y El guateque, esta última protagonizada por un inolvidable Peter Sellers inmerso en una sucesión de gags visuales a cuál más desternillante. Hay que señalar que en El guateque Edwards reflejó de pasada el mundo del cine, al que volvería después en películas como S.O.B. (Sois Honrados Bandidos) y Asesinato en Beverly Hills.
En 1970 dirigió a Rock Hudson y Julie Andrews en Darling Lili. Un año antes Edwards se había casado en segundas nupcias con la intérprete, en un matrimonio que ha durado hasta el presente. Director y actriz repitieron posteriormente en varias cintas, como La semilla del tamarindo, la citada S.O.B., ¿Víctor o Victoria?, Mis problemas con las mujeres, la popular 10, la mujer perfecta -en la que Bo Derek interpretaba al personaje titular- o ¡Así es la vida!.
En su filmografía destacan otros títulos como Micki y Maude, El gran enredo, Cita a ciegas, Una cana al aire o Una rubia muy dudosa, todas ellas comedias por lo general de gran éxito y que justifican considerar a Blake Edwards como uno de los realizadores que más han hecho por un género no siempre valorado como se merece... aunque en 2004 recibiera un Oscar honorífico por toda su carrera.
William Blake Crump, llamado Blake Edwards, nació en 26 de julio de 1922 en Tulsa, Oklahoma, y falleció en 15 de diciembre de 2010 en Santa Monica, California. Tenía por tanto 88 años. Descanse en paz.
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