No sé si es que el cine paródico ha envejecido fatal o el que ha envejecido soy yo, porque confieso que en su día -esto es, en los años 80- me reí una barbaridad con las entregas sucesivas de la saga Aterriza como puedas y con esa comedia de culto protagonizada por un juvenil Val Kilmer y titulada Top Secret. Luego en los 90 empecé a reírme un poco menos, aunque seguía riéndome un tanto, con Agárralo como puedas y demás películas como puedas con Leslie Nielsen... ese actor mucho más conocido en nuestro país con el sobrenombre artístico de "el del pelo blanco".
Pero luego llegó el siglo XXI y dejé de reírme. Qué quieren que les diga: no entiendo qué gracia le vieron a Scary Movie como para que tuviera tan descomunal éxito y generara tantas secuelas -yo me apeé de la saga después de sufrir la primera-. Y otro tanto puedo decir de producciones posteriores como Date Movie, Epic Movie o Superhero Movie -con Disaster Movie ya ni me he atrevido-, y cada vez que veo el trailer o algún spot televisivo de Casi 300 (esto es, Meet the Spartans) me entra urticaria, quizá porque ya la película original de Zack Snyder me parece en algunos momentos de risa. Y desde luego, que no me esperen en el estreno de la autóctona Spanish Movie (aquí somos así, importamos lo mejor, desde luego).
Pero en el fondo uno es un inocentón, lee en la red algunas críticas positivas de cosas como Club Desmadre, seguramente escritas en su mayoría por fans prepúberes, y acaba cayendo. Y el asunto es de delito de guardia, porque semejante basura cinematográfica, frente a las comedietas que apenas alcanzan los ochenta minutos, dura la friolera de casi dos horas en su final cut. Sí, ya ven, cosas como esta se merecen un montaje definitivo, y hace un cuarto de siglo le ponían peros a Michael Cimino después de ganar el Oscar con El cazador. Vivir para ver...
En fin, les cuento: este film, titulado originalmente Club Dread, es uno de los últimos trabajos de Broken Lizard, un grupo cómico que firman conjuntamente su trabajo como en su día hicieron -¡blasfema comparación!- los inimitables Monty Python. Esta caterva de personajillos sin gracia lleva trabajando en el cine desde 1996, con títulos como Puddle Cruiser, Beerfest o su película más popular hasta la fecha, Supermaderos... que siempre me he resistido a ver. Pero claro, esta Club Desmadre apela al amor de mis amores -las slasher movies o pelis de psicópata asesino en serie de adolescentes salidorros-, aunque lo haga en clave de comedia desenfadada, y no me he podido resistir.
En qué mala hora... Ya les digo que me pasa como a Gloria Swanson en Sunset Boulevard, y no sé si el que se ha hecho viejo soy yo o es el cine, pero con Club Desmadre solo me reí cuando se terminó y me di cuenta de que podía pasar a hacer otra cosa. Porque ninguno de los chistes tenía ni la más repajolera gracia, y los homenajes a clásicos del cine, además de contados, tampoco demuestran ningún talento ni respeto a los clásicos que homenajean.
Eso sí, si como dice Quentin Tarantino, los grandes autores roban, no hacen homenajes, entonces estos tarados de Broken Lizard son genios del séptimo arte... porque su Club Desmadre no hace más que saquear una tras otra ideas expuestas no ya por los responsables de Scary Movie -otra parodia del cine de terror tan mala como esta, pero ya ven por dónde mucho más exitosa-, sino por el autoparódico Wes Craven de Scream, aquella correctísima y reivindicable cinta que inauguró una igualmente recuperable trilogía que funcionaba como parodia del cine de terror y como película de miedo por sí misma.
Pero veamos de qué va, si es que va de algo, Club Desmadre: como cada verano, un grupo de muchachotes y muchachotas de vacaciones llegan al campamento de Island Pleasure con el fin de pasar unas semanas de desenfreno, alcohol a mansalva y sexo de aquí te pillo aquí te mato alejados del mundanal ruido. Junto a todos ellos viaja también el nuevo masajista del complejo de ocio, que enseguida se pone en manos del personal del mismo... y viceversa.
Entre el personal del campamento de verano destaca 'Coconut' Pete (interpretado por un Bill Paxton que suponemos deberá dinero a la Mafia o se habrá comprado más Ferraris de los que debiera), una suerte de Georgie Dann permanentemente colgado de su guitarra, una copa y un buen canuto, que vivió años de esplendor tiempo ha y que ahora malvive animando las fiestas de la isla con sus lastimosas canciones.
Una noche, uno de los anfitriones relata una historia de miedo que suele contarse en noches como esa alrededor de una fogata: tiempo atrás, un joven llamado Phil perdió su miembro viril (sic) y desapareció en lo profundo de la selva, y ahora se dedica a matar a incautos con un arma blanca mortífera que le ha valido el sobrenombre de 'Machete' Phil. Por supuesto, esta no es más que una leyenda detrás de la que se esconde el verdadero homicida, que podría ser un miembro de la comunidad que regenta el negocio...
En fin... Mientras el espectador desconoce la identidad del asesino, no se puede decir que esta intriga sea suficiente para mantener su atención pegada a la pantalla; no digamos ya en los últimos veinte minutos, cuando ya sabemos que el asesino es... que no, que no se lo cuento, por si tienen la fea costumbre de no hacerme caso y se deciden a ver semejante bodrio. Allá ustedes, pero yo no perdería ni un segundo con esto por más que el reclamo de cuerpos lozanos y bien formados pueda engañarles por un momento.
Por si tienen curiosidad, algunos de estos cuerpos lozanos y bien formados pertenecen a Brittany Daniel -una de Las gemelas de Sweet Valley televisivas; la otra era su hermana Chyntia- y a Jordan Ladd... esta vista luego en Death Proof, en Hostel 2 y, muy fugazmente, en Inland Empire (sí, se puede trabajar con Tarantino y Lynch después de participar en cosas como esta). En cuanto al director de semejante nadería, responde al nombre de Jay Chandrasekhar, y participa en la película como profesor de tenis con esta pinta:
¿De veras quieren ver una película donde el máximo responsable es este personaje? Yo lo hice, y me arrepiento cada segundo de mi vida post Club Desmadre. Así que allá ustedes.
Sos muy exigente y no disfrutas de las comedia porque te tomas demasiado en serio el humor.
ResponderEliminarRelajate y olvidate de que te tenes que reir y la vas a pasar un poco mejor. La pelicula no es causa de muerte de ningun individuo (Exageras demasiado) ni tampoco es una obra de arte, pero si es entretenida y simpatica lo suficientemente como para pasar un buen momento y no uno de tortura como el que padeciste