El regreso de los bárbaros

El personaje de Conan, nacido de la pluma de Robert E. Howard en numerosos relatos pulp, llegó a la gran pantalla en 1982 de la mano del realizador John Milius y el por aquel entonces no muy conocido actor Arnold Schwarzenegger. El éxito de este Conan el bárbaro, que convirtió al actor austríaco en estrella antes de ser Terminator, desembocó en la realización de una secuela apenas dos años después: Conan el destructor fue dirigida por el veterano Richard Fleischer y su resultado fue ligeramente inferior al de la cinta original.



Fue precisamente Fleischer quien al año siguiente, en 1985, filmó la película protagonizada por Red Sonja, personaje del universo del Conan de Cimmeria creado por Howard. El film, que llegó a España con el equívoco título de El guerrero rojo, contó de nuevo con Schwarzenegger, esta vez en la piel de un trasunto de Conan llamado Kalidor, y con Briggite Nielsen en la piel de la aguerrida protagonista.



En la actual fiebre por los remakes que vive Hollywood, tanto Conan como su contrapartida femenina, Sonja la Roja, contarán con nuevas películas. En primer lugar, Conan llegará de la mano de Millenium Films en 2009, y aunque se desconoce quién dirigirá el film, se han barajado los nombres de Rob Zombie (Los renegados del diablo) y Neil Marshall (Doomsday). Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que en el reparto estará Djimon Hounsou (Diamante de sangre)... e igualmente se rumorea la presencia de Scarlett Johansson.



Por su parte la nueva Red Sonja será Rose McGowan, en un film que producirá su pareja, el realizador Robert Rodriguez, con quien ya trabajó en Planet Terror. Douglas Aarniokoski, director de la segunda unidad en muchos filmes del mexicano, y que no había firmado ninguna película como director desde su lamentable debut con Los Inmortales: Juego final, se pondrá tras las cámaras en este film que llegará también a la gran pantalla el próximo año.

La invasión de los nuevos bárbaros -nada que ver con el exploit homónimo de Enzo G. Castellari- es inminente e inevitable.