"He visto el futuro del terror, y su nombre es Clive Barker."
- Stephen King
Lo prohibido supone el acercamiento de Clive Barker al tema de las leyendas urbanas dentro de sus Libros de Sangre. A partir del personaje de Helen, una profesora universitaria que prepara una tesis sobre los graffitis como representación semiótica de la desesperanza y el hastío social, el autor de Liverpool refleja esta particular muestra de arte urbano como una prueba más de la pervivencia de ciertas historias de terror, cuentos para niños y adultos, que van de boca en boca en las zonas más deprimidas de toda ciudad.
Helen descubrirá una pintada con el lema "Sweets for the Sweet" ("Dulces para el más dulce", en la traducción de La Factoría de Ideas), y que acompaña al retrato del rostro de un ser abominable alrededor de una puerta, haciendo de esta la aterradora boca abierta del retratado. Pronto descubrirá que hay una estrecha relación entre esta criatura y una serie de asesinatos de los que todo el mundo habla pero que nadie parece haber visto o leído en la prensa...
El interés de Helen por lo sucedido en el barrio irá mucho más allá de su propósito académico inicial, esa tesis que aúna sus dos grandes pasiones -la sociología y la estética-, y se convertirá en una obsesión que acabará de la única manera posible: convirtiéndola en víctima de Candyman, el más dulce, y por tanto en una leyenda urbana en sí misma, en un rumor que pasará de generación en generación, la mujer de los ojos verdes que murió y que se ha convertido en un cuento de terror que contar a los niños antes de irse a la cama.
Es en este relato de "Lo prohibido" que nace el personaje de Candyman, una de las más populares creaciones de Barker, esto gracias sin duda a su popular traslación cinematográfica. Llamado "el Caramelero" en la anterior traducción al español, ahora se ha optado por conservar la forma original para identificarlo con mayor celeridad con el personaje de las versiones cinematográficas, aunque probablemente la traslación al idioma español más acertada habría sido la de "el Hombre de los Caramelos", evocando una terrorífica figura fruto de la protección paternal.
Para terminar, hay que señalar que el personaje de Candyman ya ha protagonizado toda una saga fílmica, y que esta arrancó con Candyman (El dominio de la mente) de Bernard Rose, un film que, dejando a un lado la Hellraiser dirigida por el propio Barker en 1987, supone la más acertada traslación cinematográfica del imaginario del escritor. Después llegarían dos secuelas -la primera filmada por Bill Condon; la segunda, protagonizada por Donna D'Errico y estrenada directamente en vídeo-, ambas de nuevo con Tony Todd como Candyman, y ambas de lo más innecesario.
"Lo prohibido", en Libros de Sangre (vol. 3)
Clive Barker
Madrid, La Factoría de Ideas, 2006, pp. 215-265.
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