lunes, 5 de mayo de 2008
Elk's Run: El fracaso de una utopía
El camino al Infierno está pavimentado de las mejores intenciones. Eso lo saben muchos de los que han soñado con la mejor de las utopías para luego ver cómo la miserable naturaleza del hombre las echaba por tierra a la primera de cambio. Y eso es algo que inevitablemente acaban por descubrir los protagonistas de Elk's Run (La huída de Elk), esto es, los habitantes de Elk's Ridge, un pequeño pueblo de Virginia del Oeste.
En esta miniserie de ocho entregas, recopilada con acierto por Glénat en un único volumen para su edición española que sigue la edición norteamericana del recopilatorio, el guionista Joshua Hale Fialkov presenta una pequeña sociedad de voluntad utópica no muy lejana de la que el cineasta M. Night Shyamalan presentara en El bosque... Aunque aquí no hay mentiras que eviten que alguien se marche del pueblo; esto se soluciona con un contrato firmado y con vigilancia en las salidas de la localidad.
La ciudad donde se desarrolla la acción de Elk's Run viene a ser la materialización de una utopía que tiene en los dibujos de Norman Rockwell, en un retrato de una América de los años 50 que nunca existió realmente (al menos no del todo), su propósito final, su principal razón de ser. En sus calles habitan veteranos de la guerra de Vietnam cansados de la violencia que vivieron en sus carnes durante la contienda, y que ahora harán todo lo necesario para vivir en paz y tranquilidad. Y todo lo necesario implica violentar esa misma paz por la que luchan.
El guión de Elk's Run dosifica la información acertadamente, construyendo los cimientos de la historia contemplando los acontecimientos desencadenantes desde varias miradas, y tomándose su tiempo para presentar a los personajes principales: el joven John, sus amigos, Alyssa... y los padres del primero, líderes de la comunidad que se tomará la justicia por su mano después de que uno de sus miembros, un borracho al volante, mate por accidente a un adolescente atropellándolo en la oscuridad de un túnel.
Para ello, Fialkov recurre a flashbacks cercanos en el tiempo, como el que ocupa el segundo capítulo -que relata casi lo mismo que el primero, pero desde otro punto de vista y ampliando la información-, así como otros más lejanos pero igualmente ilustrativos: las lecciones de caza que recibe John de su padre, la forja de la camaradería entre sus amigos alrededor de una revista erótica en los años de su infancia... o la propia guerra de Vietnam, con John Sr. luchando por su vida contra "la amenaza amarilla".
Como el Brian K. Vaughan de Y, el último hombre, o sobre todo como el Robert Kirkman de Los muertos vivientes -obras ambas con las que Elk's Run tiene más de un punto en común, a pesar de la ausencia de elementos fantásticos en esta última-, Joshua Hale Fialkov basa su obra en las relaciones interpersonales de un grupo de personas sometidas a una situación límite, y en la verosimilitud que logran estas al verse plasmadas sobre el papel radica el indudable interés de la ficción.
Finalmente, hay que señalar que para hacer de Elk's Run una magnífica lectura, que provoca reflexión además de entretenimiento del mejor, el guionista ha contado con la inestimable colaboración de Noel Tuazon, un dibujante que carece de un trazo espectacular pero que cuenta con indudable talento para la narración secuencial. El resultado final, que cuenta también con un estupendo Scott Keating al color, es una de las lecturas más recomendables de los últimos meses, y que demuestra un cariño y un interés por parte de sus responsables fuera de toda duda... Lo cual hace que no resulte extraño que en un primer momento se tratase de una autoedición por parte de un Fialkov que sentía que tenía algo que merecía la pena contarse.
Título: Elk's Run (La huída de Elk)
Autores: Joshua Hale Fialkov (guión) / Noel Tuazon (dibujo)
Editorial: Glénat
Fecha de edición: marzo de 2008
224 páginas (color) - 19,95 €
(+) La web de Joshua Hale Fialkov
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