jueves, 7 de febrero de 2008
Primeros calores: Un retrato generacional
Hasta la fecha, de Jean-Philippe Peyraud solo conocíamos su faceta de guionista, tras haberse publicado en España su colaboración con el dibujante Alfred: la serie La desesperación del mono (Rossell Cómics). Ahora, gracias a la editorial Dibbuks y a su edición de Primeros calores, podemos conocer su pericia con los lápices, en la que ha sido su primera obra a todo color después de obras como Grain de Beauté, Mine de Rien, La Bouche Sèche o Vinaigre.
Este volumen de la edición española de Primeros calores incluye los dos primeros álbumes de la serie original, Primeros calores... del mes de mayo y Primeros calores... del mes de junio, editados ambos en Francia de la mano de Casterman en los años 2001 y 2002. Hasta la fecha han aparecido en el país vecino un total de cinco volúmenes, de los que esperamos ver el resto traducidos al castellano.
Primeros calores es un slife of life en toda regla, al estilo que nos tiene acostumbrados buena parte del cómic indie norteamericano, eso sí, en su vertiente más amable y realista: esto es, la obra de Peyraud, cuya acción sigue las peripecias de un grupo de amigos por las calles de París, está más cerca de Terry Moore que de Peter Bagge o Daniel Clowes, para entendernos.
Estamos pues ante una obra de protagonismo coral, que deviene en un certero retrato generacional con el que no resulta difícil identificarse: en sus páginas el lector es testigo de un retazo de las respectivas vidas de un grupo de treintañeros que viven en la capital francesa y que se interrelacionan entre sí, en una narración que arranca con la ruptura sentimental de uno de los protagonistas y culmina con el nacimiento de la hija de dos de los amigos.
En mitad del camino, que al principio muestra una estructura narrativa paralela (por un lado, los chicos que pasean por las calles de la ciudad; por otro, las chicas que pasan la velada en la casa de una de ellas) nos encontraremos con varios idilios, algunos entre miembros del propio grupo de amigos, cortes de pelo, ollas exprés que hay que devolver a alguien que ya no es tu pareja y restos de cabello en el desagüe que, por mucho que se jure y perjure, no pertenecen a Chewbacca, sino a una chica que ha pasado la noche en el apartamento.
Primeros calores, desde luego, no va a suponer una revolución ni en el ámbito del cómic, ni siquiera va a cambiar nada en el género de la comedia costumbrista; simplemente, estamos ante una historia construida con oficio y dignidad, con un grafismo de colores planos y trazos naif muy adecuado a lo que se cuenta, y que satisfará a los que no se pierden ni un capítulo de la serie Friends o a los que gustan de la comedia costumbrista dentro del cine francés actual.
Título: Primeros calores
Autor: Jean-Phillipe Peyraud (guión y dibujo)
Editorial: Dibbuks
Fecha de edición: julio de 2007
96 páginas (color) - 12 €
Un cómic francamente malo, de lo peor (junto a "Autobiografía no autorizada" de Nacho Casanova) que se ha publicado este año. Sinceramente, al abrir la página pensé que lo incluirías en "bodrios que hay que leer". ¿?! Aburrido, tonto, sin chispa, sin nada.
ResponderEliminarPues a mí no me disgustó tanto... Quizá es que lo cogí sin ninguna idea preconcebida. Me pareció entretenido, ágil, simpático... y que logra transmitir sensación de realidad, algo que considero difícil de lograr.
ResponderEliminarPero como señalo en la crítica, tampoco es nada del otro mundo ni va a cambiar nada. Aunque tampoco lo pretende, me parece a mí.
Y lo de "Bodrios que hay que leer" no es mala idea, quizá algún día... :-)
¿Qué tiene de malo la Autobiografía de Nacho Casanova? ¡A mí me encantó!
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