miércoles, 27 de febrero de 2008

Aguas negras: Bajas pasiones



Muy de vez en cuando, y al margen de grandes figuras del cómic, clásicos y contemporáneos, que uno sigue con atención y devoción, surge un autor, o una novela gráfica, de los que apenas tenías conocimiento previo y que contra todo pronóstico acaban por reconciliarte con el medio dada la alta calidad de la propuesta. Este es el caso de una obra, Aguas negras, y su autor, Nabiel Kanan.



Este cómic, editado recientemente por Dibbuks, pertenece sin lugar a dudas al género negro, pero se agradece sobremanera que se aparte de los tópicos más trillados del mismo: no encontrarán en sus páginas el habitual police procedural o investigación policial, así como al asesino en serie de identidad desconocida. No digamos ya al detective amargado y taciturno abandonado por su esposa, sin dinero, obsesionado por su profesión y empapado en alcohol barato. En The Drowners, pues ese es su título original, Kanan construye una historia de protagonismo coral, frente al individuo solitario que prolifera en el género, y en la que los múltiples protagonistas se interrelacionan atendiendo a relaciones afectivas, discrepancias de pareceres, conflictos de intereses varios... y en algunos casos el más puro azar.



A lo largo de los cuatro comic books que conforman la miniserie, reeditados por Image en 2006 como una novela gráfica unitaria, al igual que la editorial madrileña ha hecho ahora para su edición española, el lector conocerá al extenso reparto de este drama criminal, encabezado por James Quinn, un empresario surgido de la nada que creó un imperio virtual en la red pero que ahora no pasa por sus mejores momentos. Como decíamos antes, alrededor de este giran otros muchos personajes: su esposa Kate, con la que mantiene una fría y distante relación; el mafioso Shane, que controla el tráfico de droga en los callejones de Londres; Hayley Webb, una joven yonqui cuya adicción la mete de lleno en una pesadilla de la que no podrá escapar fácilmente; el doctor Green, médico de la anterior; o la misteriosa Emily Blake, que falleció ahogada pero reaparece como un fantasma en los pensamientos de algunos de los antes citados...



El interés del lector, que va creciendo a un ritmo imparable conforme avanza la acción -este es uno de esos tebeos de los que se puede decir que no puedes abandonar a la mitad-, pasa por la necesidad de ir descubriendo cómo acabarán casando todas las piezas del puzzle urdido por Kanan: queremos saber qué oscuro secreto esconde el pasado de Quinn, cómo acabará la relación de este con su esposa, en qué medida afectará la toxicomanía de Hayley a su hermana y a su cuñado, o qué papel determinante podrían jugar en la acción los secuaces del violento Shane, un joven vendedor de zapatos fascinado por la sofisticación de una mujer mayor que él, o un homeless que se cruza delante de un automóvil a toda velocidad en el momento menos indicado.



Así pues, la lectura de Aguas negras deviene en un gran placer, y esto es así gracias al talento de Kanan como guionista, así como al empleo de la narración visual que lleva a cabo: la obra hace gala de unos diálogos magníficos pero que, como demuestran las ilustraciones que acompañan a estas líneas, no son imprescindibles para que el autor cuente una historia con solvencia.



Esto no hace sino despertar nuestro interés por recuperar las novelas gráficas previas de Nabiel Kanan: Exit, La chica perdida y Cumpleaños turbulento, estas dos últimas editadas en español por la propia Dibbuks. Porque el inglés se trata, sin duda, de un espléndido autor completo: un guionista con talento para construir una historia que se sigue con creciente interés, un oficio a prueba de bombas para la creación y el desarrollo de personajes, así como un indudable oído para los diálogos. Igualmente, Kanan se revela como un dibujante que sabe extraer todas las posibilidades de la historia que tiene entre manos, narrando con solvencia y aprovechando el código del arte secuencial como muy pocos saben o quieren hacer hoy en día.



En resumidas cuentas: estamos ante una obra indispensable para los amantes del género negro, de final concluso y a la vez abierto a una posible continuación, así como ante un autor al que seguiremos con atención -y esperamos que también devoción- a partir de ahora.


Título: Aguas negras
Autor: Nabiel Kanan (guión y dibujo)
Editorial: Dibbuks
Fecha de edición: enero de 2008
96 páginas (b/n) - 10 €



(+) El weblog del autor:
- Nabielkanan.com

[Ilustración 5.ª- Autorretrato, por Nabiel Kanan.]

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