En ocasiones la nostalgia nos juega malas pasadas cinéfilas, y el hecho de revisar películas que fueron míticas en nuestra infancia no nos produce otra sensación que no sea la de aburrimiento, desidia, desinterés, desazón, descorazonamiento y destrozamiento de cabeza contra el respaldo del sofá. Todo eso, sumado a una inevitable nostalgia por una época que ya no volverá.
Esto es lo que ocurre con Una pandilla alucinante (The Monster Squad en versión original), film que hizo las delicias de los de mi generación cada vez que se pasaba por televisión en sesiones de tarde los fines de semana o en emisiones matinales en época de vacaciones de verano, pero que visto hoy se cae por todos lados.
El film está dirigido por Fred Dekker, que aunque parezca el pseudónimo de un actor de cine porno, no lo es: el cineasta con apellido de taladro es un amante, pero del cine fantástico de serie B, como demuestra su breve filmografía: arrancó en 1986 con la muy superior El terror llama a su puerta (Night of the Creeps), cinta divertidísima plagada de homenajes al género (todos los personajes secundarios se llaman como directores míticos del gremio, algo que repetiría años después la primera Destino final), al año siguiente dirigía esta The Monster Squad... y en 1993 filmó RoboCop 3, lamentable secuela de infausto recuerdo que cayó como una losa sobre Dekker, el cual no ha vuelto a dirigir nunca más (suponemos que quizá le mató Paul Verhoeven, realizador del primer RoboCop).
Pero volvamos con Una pandilla alucinante, que nos despistamos y nos vamos por los cerros de Detroit: el film está protagonizado por un grupo de niños a los que hoy se les llamaría frikis pero que por aquel entonces se quedaban en raros del copón, todos ellos aficionados al cine de terror (uno de ellos incluso lleva una camiseta que reza: Stephen King rules). Su afición les ha llevado a formar un club exclusivo: la "Pandilla del Monstruo". Pero lo que en un principio parecía una actividad inane para pasar las tardes de verano les convertirá en la última esperanza de la Humanidad.
La amenaza, cómo no, está formada por una caterva de criaturas del averno que no son otros que los monstruos clásicos de la Universal: Drácula, el monstruo de Frankenstein, el Hombre Lobo, la Momia y la Criatura de la Laguna Negra. El primero, interpretado por Duncan Regehr en la encarnación más ridícula del conde transilvano de la Historia del Cine (en dura competición, claro, con la de George Hamilton en Amor al primer mordisco); el segundo, encarnado por el enorme -en tamaño y en talento, aunque aquí solo le dejan demostrar lo primero- Tom Noonan.
Y ya está. No intenten ver más porque no lo hay, salvo chistes malos, actores lamentables, un Van Helsing de lo más enrollao... y un poli negro compañero del protagonista que muere, como Dios manda. Ni Stan Winston, magnífico creador de efectos especiales, puede lucirse como de costumbre. Al menos, Dekker (cineasta que comparte nombre con el miembro viril de Ford Fairlane) no estira la historia -ah, ¿pero tiene una historia?- más de lo necesario, y la película apenas dura 75 minutos de nada.
Vista hoy, Una pandilla alucinante parece un exploit cutrón de Los Goonies (que a su vez era casi un exploit de E.T.), y solo se salvan algunos detalles, como el personaje de Leonardo Cimino (un judío que sobrevivió a los campos de exterminio nazis), el celebrado gag de la virginidad de la protagonista... y, claro está, el momento en que uno de los protagonistas hiere al rey de los vampiros con una pizza bien cargada de ajo (momento histórico del séptimo arte a la altura de las escaleras de El acorazado Potemkin, la bola de cristal con la casita nevada de Ciudadano Kane o el final de Casablanca).
Por cierto, y como alarmante colofón, hay que señalar que Una pandilla alucinante, al igual que la execrable Snoop Dogg's Hood of Horror, cuenta también con una edición doble en DVD... Pero, Dios mío... ¡¿Qué nos está pasando?!
Aaah, la nostalgia... Tengo un colega que tiene un recuerdo fabuloso de LOS BICIVOLADORES, pero se niega a verla ahora de adulto. Y eso que sale Nicole Kidman en uno de sus primeros papeles..
ResponderEliminarDe hecho fue el primer papel de la Kidman y estaba muy mona con 16 años... errrr, mejor lo dejo. La peli aguanta una revision, eso si, siendo consciente del paso del tiempo y las circustancias de la epoca y que esta rodad en Australia que leches.
ResponderEliminarY me da igual lo que digas de esta peli Fran, consiguemela y te hago una estatua :D
TRE-MEN-DA.
ResponderEliminarNo esta editada en España verdad? La tenia grabada de la tele hasta hace apenas un par de años... y la reutilice.
Nacho.