jueves, 20 de septiembre de 2007
Tom Strong: El mejor tipo del mundo
Buena parte de lo que señalamos acerca del volumen 1 de Tom Strong cuando Norma Editorial comenzó con su publicación a finales del 2006 se mantiene firme respecto de esta segunda entrega, aparecida este verano. Es decir: el lector vuelve a ser testigo de una puesta al día por parte de Alan Moore del espíritu pulp de los tebeos de antaño.
Ahora bien, si el primer volumen español presentaba una mayor continuidad narrativa, y el intrusionismo en la labor gráfica de Chris Sprouse por parte de diversos dibujantes (de Arthur Adams a Dave Gibbons, pasando por Jerry Ordway y Gary Frank) se circunscribía a puntuales flashbacks narrativos, en esta segunda entrega asistimos a una tanda de comic books más fraccionados, que deja a un lado (salvo en un par de contadas ocasiones) la estructura del serial y responde a la de pequeños episodios sueltos, al modo de los, también muy pulp, comics de terror, ciencia ficción y suspense de EC.
A ello contribuye la intervención de numerosos ilustradores, de los que cabe destacar la participación del veterano Russ Heath, el autor de Concrete Paul Chadwick, o el irreverente Kyle Baker.
De esta manera, por un lado podemos disfrutar de dos historias más extensas: la primera de ellas, protagonizada por Tom Strong y Tom Strange, homenajea explícitamente, a partir del after Kirby de la portada original, los tebeos clásicos de superhéroes de la Edad de Oro; la segunda, por su parte, enfrenta a nuestros héroes a un gran número de encarnaciones temporales de Paul Saveen, su eterno enemigo.
Y por otro lado degustaremos breves entregas, sin solución de continuidad, protagonizadas por Tom Strong, su esposa Dhalua o muy especialmente su hija Tesla, siempre acompañados del servicial robot Pneuman y del fiel gorila King Solomon, auténtico sidequick del personaje principal.
Como no podía ser de otra forma, el resultado final es más irregular que el del primer volumen, y en algunas historias (como "¡La tierra de nuestros deseos!", donde aparecen libros nunca escritos y películas jamás filmadas, lo que recuerda irremediablemente a la Biblioteca del Sueño de The Sandman) se aprecia un cierto agotamiento por parte del guionista inglés.
Con todo, sigue habiendo muchos hallazgos en el volumen, como "En busca de la meseta perdida", con un magnífico trabajo a los lápices de Alan Weiss, y donde Moore homenajea a los viejos tebeos del Oeste; "La vieja eskuela", protagonizada por el pequeño Jimmy Turbo, casi una versión en viñetas del The Wall de Pink Floyd (y Alan Parker) que habrá hecho las delicias del rebelde Grant Morrison; o dos historias protagonizadas por Tesla Strong: "Contrariedad", donde el enfrentamiento entre la heroína y la villana Kid Tilt (hija de King Tilt) sirve para reflejar el determinismo paterno habitual de los tebeos del género... y es que, como afirma Kid Tilt, con un padre como el suyo no iba a dedicarse a la manicura; y "¡Demasiadas Teslas!", que a partir del encuentro de diversas encarnaciones del personaje en dimensiones paralelas sirve a Moore para reincidir en esa misma idea.
Gráficamente, merecen especial atención "¡Animalandia!", que sitúa al protagonista en un mundo deudor del cartoon, de Walt Disney y de los estudios Warner, donde por tanto las leyes de la comedia están por encima de las de la física, que está habitado por animales parlanchines pero no del todo antropomórficos... y donde se presenta en sociedad a Warren Strong, un osado conejo (!); el humorístico "La familia Strong en el espacio"; o muy especialmente "Tom Strong y su autogiro fantasma", donde Moore hace uso de la técnica de la narrativa ilustrada, con maravillosos dibujos de Gary Gianni.
En definitiva, estamos ante una nueva entrega de una serie con la que Alan Moore, responsable del inicio de la madurez del comic book de superhéroes enmascarados a mediados de los 80, pretende volver en cierta medida a sus orígenes y demostrar, tras años consagrados a retratar el lado más oscuro y nihilista del héroe, que los tebeos también pueden ser divertidos. Lo mejor es que en muchas de sus páginas lo logra.
Título: Tom Strong (volumen 2)
Autores: Alan Moore (guión) / Chris Sprouse et alii (dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: julio de 2007
192 páginas (color) - 15 €
(+) Crítica de Tom Strong (Volumen 1)
Me está costando entrar en el segundo volumen. Estos de Norma, tendrían que hacer una tarifa especial Socios, yo no llego. Con lo fácil que era antes. No creo que tarde en caer "Voodoo", ya que estan reeditando todo. El otro día calculaba lo que valía un cómic antes y lo que vale ahora y es una pasada. Hasta las series regulares que compré de Black Kiss y Opium, que si no me falla la memoria era de 100 Pts. Midnight Nation, voy poco a poco para saborearlo y The Boys, es una mezcla irreverente de Predicador y Transmetropolitan, pero bastante más floja.
ResponderEliminar¿Sabes como anda Ennis en superheroes? Yo el trabajo de Rucka no lo aguanto.
US
JA
No se me ponga a calcular que se deprime. Yo lo he intentado y solo da disgustos. :-)
ResponderEliminarDe Ennis hay que esperar siempre lo mismo, sean superhéroes o no: obviamente, cuando trabaja fuera del género se permite ser más salvaje todavía, pero en su PUNISHER encontrará más o menos lo de siempre cuando se habla de él. A mí me divierte bastante, pero no me deja huella. Es decir, lo prefiero a otros guionistas sin personalidad alguna, pero desde luego no está dentro de mis favoritos actuales (como Ed Brubaker o Warren Ellis).
A Rucka, en el ámbito superheroico, no lo he seguido, sorry.
Por cierto, defina VOODOO... No recuerdo esa obra...
PD: Salvo que se refiera al VOODOO de Alan Moore para WildStorm. Por un momento entendí que hablaba de un cómic de la época de OPIUM y BLACK KISS...
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