martes, 25 de septiembre de 2007

La espada mágica: Todos los mundos posibles



Los que sigan con atención la obra del escritor Carlos Aguilar, tanto la de ficción (Coproducción, Nueve colores sangra la luna) o sobre todo su ingente producción ensayística, sabrán de su devoción por la ficción de género, ya sea el fantástico, el western o el policiaco; una filia, eso sí, apoyada en una gran erudición especializada. Por lo tanto, Aguilar era el autor idóneo para un libro de las características del que nos ocupa: este maravilloso La espada mágica que no puede faltar en la biblioteca de cualquier cinéfilo que se precie.



Subtitulado con el explicativo "El cine fantástico de aventuras" y editado por Calamar Ediciones, La espada mágica es un modelo de lo que debería ser un libro de cine: además del cuerpo del texto, y sus pertinentes notas al margen, el libro está profusamente ilustrado, como no debería ser de otra manera al tratarse de un libro sobre un arte tan visual como el cinematógrafo. Al respecto hay que señalar que el diseño gráfico de la obra, cuyo responsable es Miguel San José Romano, es absolutamente impecable.



Pero centrémonos en el contenido: La espada mágica hace un repaso, completo y meticuloso, por el cine de aventuras con presencia de elementos fantásticos. Aguilar sitúa primero al lector en el marco de la literatura fantástica, señalando los textos capitales que dan forma a los estilemas del subgénero, desde los clásicos de Homero o Apolonio de Rodas a los relatos pulp de escritores como Robert E. Howard (el creador de Conan) o Clark Ashton Smith, las distintas encarnaciones del héroe eterno de Michael Moorcock o una publicación tan emblemática como Weird Tales, pasando por autores franceses como Jacques Sadoul o Pierre Benoit.



Las mitologías grecolatina y la europea protagonizan buena parte del libro, representadas por las numerosas películas que han narrado las aventuras y andanzas de héroes tan populares como Ulises, Hércules o Maciste, los célebres Los Nibelungos a la que Richard Wagner dedicó su ópera y Fritz Lang un grandioso díptico del cine mudo alemán, o las distintas películas que han contado la leyenda del Rey Arturo, de la académica Los caballeros del rey Arturo a la lamentable El primer caballero, pasando por una obra maestra de la talla de Excalibur.



A continuación, Aguilar dedica un intermedio a Ray Harryausen, el especialista en animación mediante la técnica de stop motion (esto es, fotograma a fotograma), del que defiende su categoría de autor a partir de elementos comunes en aquellas películas que cuentan con su intervención, ya sea como productor, argumentista o técnico de efectos especiales. ¿Quién no recuerda los esqueletos animados de Jasón y los argonautas o las criaturas fantásticas que pueblan Furia de titanes? Seguro que el Tim Burton de Pesadilla antes de Navidad o La novia cadáver sí...



La espada mágica prosigue adentrándose en terrenos cada vez más fantásticos, como son los mundos perdidos: de la ficción de Arthur Conan Doyle a los dinosaurios de Parque Jurásico, pasando por los primitivos de Hace un millón de años de la Hammer o las distintas encarnaciones cinematográficas de King Kong, del clásico de la RKO al remake de Peter Jackson.



Precisamente El Señor de los Anillos de Jackson protagoniza en parte el epígrafe dedicado a la fantasía heroica, con tres películas que se han convertido en un fenómeno más allá de lo puramente cinematográfico, si bien el autor prefiere la primera cinta que adapta el mundo de Narnia del británico C. S. S. Lewis.



No falta, claro está, el subgénero de la espada y brujería, representado principalmente por Conan el cimmerio, gracias a las dos películas protagonizadas por Arnold Schwarzenegger, y por El guerrero rojo, donde el protagonismo recae en otra creación de Howard: la guerrera Red Sonja. En dicho apartado Aguilar, muy atento al cine de serie B y Z, no deja de lado exploits como Ator el Poderoso o Los nuevos bárbaros.



Completan la panorámica un capítulo sobre la fantasía oriental, que a partir de Las mil y una noches (Arabian Nights en el mundo anglosajón) ha dado de sí numerosas películas protagonizadas por personajes como Aladino, Ali Baba o Simbad; una de ellas, El viaje fantástico de Simbad, protagonizada por el emblemático John Phillip Law (autor del prólogo del libro) y la bellísima Caroline Munro, cede su precioso cartel a la cubierta del volumen.



Finalmente, un apartado dedicado a producciones provenientes de Asia y Rusia, que destaca los recientes trabajos fantásticos de cineastas como Tsui Hark (Zu Warriors), Ang Lee (Tigre & Dragón) o Zhang Yimou (Hero, La casa de las dagas voladoras), sin olvidar el homenaje que realiza John Carpenter en Golpe en la Pequeña China, completan un trabajo que se cierra con una filmografía y una bibliografía especializadas.



En definitiva: La espada mágica es un libro imprescindible para los amantes del cine fantástico, sobre todo para aquellos que todavía conserven cierta inocencia y puedan mirar con los ojos de un niño aquellas deliciosas películas que convertían lo que podría haber sido una anodina mañana de domingo en todo un viaje a mundos aparentemente imposibles.



La espada mágica (El cine fantástico de aventuras)
Carlos Aguilar
Madrid, Calamar Editores, 2006
256 pp. - 24 €


[Fotografías: El viaje fantástico de Simbad, Elric de Melniboné, Weird Tales, Excalibur, Ray Harryhausen, King Kong, El Señor de los Anillos, Conan el Bárbaro, Caroline Munro, Golpe en la Pequeña China, Jasón y los argonautas.]


(+) Nuestra crítica de:
- Nueve colores sangra la luna (en La Gangsterera)

16 comentarios:

  1. Anónimo3:54 p. m.

    Buenos días,

    ¿Podría enviarme su dirección de correo electrónico?

    Gracias,
    PF
    Ankama
    [(pfverheydeATankamaDOTcom)]

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  2. Anónimo6:06 p. m.

    Aguilar, premiado en el Joe D´Amato Horror Festival.....

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  3. Anónimo7:51 p. m.

    Fenomenal crítica la que has hecho de La Espada Mágica. Me ha hecho ilusión porque es uno de mis libros preferidos de todos los tiempos, y posiblemente el mejor que ha escrito Aguilar.

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  4. Anónimo3:05 p. m.

    A mí también me parece magistral este libro. Hay una compenetración entre increíble entre ilustraciones y texto, da gusto verlo y da gusto verlo. Aguilar es realmente único.

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  5. Anónimo7:14 p. m.

    También yo soy una fan de Carlos Aguilar. Y de sus corbatas.

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  6. Anónimo11:44 a. m.

    Qué frívola eres, Alicia. Yo hablo de un escritor, no de un tío!

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  7. Anónimo3:24 p. m.

    Vale. Me gustan sus libros, me gustan sus corbatas y me gusta su sonrisa. ¿Puedo decirlo, no?

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  8. Anónimo4:35 p. m.

    Aviso que Aguilar está casado con la escritora extranjera Anita Haas.

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  9. Estupendo libro y muy divertido de leer. Lo malo es eso, que te sabe a poco y casi que pedirías un tomo por capítulo que hay.
    Me encanta además la edición, con esa portada de la peli de Harryhausen y las tapas duras como los libros de toda la vida. Es bastante caro pero en este caso me alegro de habérmelo comprado.

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  10. Anónimo2:48 p. m.

    Hablando de tapa dura, ¿tenéis lo último de Aguilar, la "Guía del cine español"? Es increíble, y con un material gráfico divino. Y por fin alguien se atreve a poner verde a Almodóvar de una vez, que ya está bien. Aguilar es un genio y es un hombre!

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  11. Anónimo5:30 p. m.

    Eso digo yo. ¿Es que nadie más se atreve a decir que Almodovar es basura?

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  12. Anónimo6:22 p. m.

    Yo lo digo también, y con mi nombre, como Carlos Aguilar. ¡A tomar ejemplo, anónimo!

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  13. Anónimo12:17 p. m.

    Qué bonito que lo digamos las dos, Alicia. Basta ya de Almodovar, huele que apesta!

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  14. Anónimo7:26 p. m.

    No habléis de ese espantajo, tías, que en efecto apesta. Y a disfrutar La espada magica. Yo lo he leído tantas veces que casi me lo sé de memoria. ¡Qué bien resume Aguilar todo lo que puede decirse!

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  15. Anónimo8:19 p. m.

    Carlos Aguilar debe estar abatido por la reciente muerte de John Phillip Law. Me han contado que se veían mucho y hablaban todas las semanas.

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  16. Anónimo8:30 a. m.

    A mí me han contado que Aguilar y Law acababan de pasar juntos unas vacaciones en Madrid, con sus respectivas mujeres.

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