El que esto suscribe tenía una deuda pendiente con Hermann desde hacía ya bastante tiempo: varios de sus álbumes de Jeremiah, disponibles en una biblioteca pública, hicieron agradables algunas tardes de su infancia y adolescencia; pero por diversas razones (un primer alejamiento del medio, decantarse más por la lectura de cómic norteamericano, mainstream e indie, antes que por el europeo, etc.), han tenido que pasar muchos años para volver a encontrarnos con las desventuras de este antihéroe y su fiel compañero Kurdy Malloy.
El reencuentro ha sido gracias a Dolmen Editorial, que recupera la publicación periódica de la serie más longeva de este clásico del tebeo europeo con la de su último álbum, que hace ya el número 27, aparecido apenas unos meses en Francia.
Elsie y la calle relata el encuentro de Milova, la nueva e ingenua protegida de Jeremiah, con Elsie, una criminal de poca monta que sobrevive como puede en las calles de Langton, una urbe controlada por criminales como Blitz o el todopoderoso Presidente. El encuentro con esta chica la llevará por el mal camino... lo cual no hará otra cosa que poner las cosas difíciles a Jeremiah y los suyos.
Los lectores habituales de la serie ya conocerán el mundo que verán reflejado en las páginas de este álbum: un futuro postapocalíptico, no muy lejano, y condenadamente verosímil, donde la población mundial se ha visto considerablemente reducida tras un desastre atómico, y donde, por lo tanto, la criminalidad ha aumentado hasta unos límites difícilmente soportables.
Pese a los años pasados entre nuestro último contacto con el universo de Jeremiah y la lectura de Elsie y la calle, esta última se lleva a cabo sin mayor problema: es obvio que nos hemos perdido muchas aventuras por el camino, pero el oficio narrativo de Hermann es tal que enseguida nos introduce en el mundo de sus personajes y nos conduce con mano maestra hasta la conclusión de la historia.
Precisamente acerca del talento narrativo de Hermann sabe mucho Norman Fernández, autor de la primera monografía sobre su figura escrita en castellano: en Hermann. El placer de narrar, publicada también por Dolmen hace apenas unas semanas, se repasa toda la ingente producción del autor francés.
En sus casi cien páginas, profusamente ilustradas con reproducciones en blanco y negro, el autor asturiano relata la vida y milagros de Hermann, sus constantes como artista del noveno arte; y a continuación pasa a analizar su obra, con especial hincapié en creaciones como Bernard Prince o Comanche, la más personal Las Torres de Bois-Maury y, claro está, Jeremiah.
En este monográfico el lector descubrirá los comienzos artísticos de Hermann, su necesidad de empezar a escribir sus propios guiones, y hasta resolverá la polémica influencia del largometraje Mad Max en Jeremiah: en realidad, la creación de Hermann es anterior, y fue el cineasta australiano George Miller quien se inspiró en la historieta a la hora de concebir la célebre trilogía postapocalíptica protagonizada por Mel Gibson. Por si esto fuera poco, descubrirá la existencia de una serie televisiva basada en Jeremiah, protagonizada por Luke Perry (!), y con el actor que interpretaba al hijo del protagonista de La hora de Bill Cosby (por supuesto, de raza negra) como Kurdy (!!!).
De esta forma, la editorial mallorquina vuelve a poner de plena autoridad a Hermann y su más popular creación, una suerte de western postapocalíptico del que pronto se editará también el álbum 24, El último diamante. Un volumen que a buen seguro será objeto de una grata lectura. Y si ello nos lleva a querer profundizar en la figura de su autor, el libro de Norman Fernández es una magnífica herramienta para ello.
Título: Jeremiah: Elsie y la calle
Autor: Hermann (guión y dibujo)
Editorial: Dolmen Editorial
Fecha de edición: marzo de 2007
48 páginas (color) - 14 €
Hermann. El placer de narrar
Norman Fernández
Mallorca, Dolmen Editorial, 2007
96 pp. - 9 €
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