Con un par de días de retraso, motivados por la triste noticia de las defunciones de Ingmar Bergman y Michelangelo Antonioni, regresa a este vuestro blog la sección "Bodrios que hay que ver", y lo hace con Cyborg, insigne producción de 1989 protagonizada por Jean-Claude Van Damme.
Si hace unas semanas hablábamos de (la mucho más interesante) Dark Angel como "la película de ciencia ficción" del actor Dolph Lundgren, lo mismo puede decirse de Cyborg respecto de la trayectoria del intérprete y luchador belga... Al menos en su primera etapa: después, ya con algo más de fama sobre sus espaldas, vendrían cintas como Soldado Universal (donde coincidiría precisamente con Lundgren) o la deleznable Timecop.
Tan mala como esta última es Cyborg, pero dado su escaso presupuesto se le perdona con más facilidad. Su argumento es el de siempre: en la Norteamérica apocalíptica del siglo XXI, la sociedad vive en un estado de anarquía y enfermedad. Solo una mujer, mitad humana mitad artificial (esto es, el cyborg del título), tiene la clave para desarrollar una vacuna; pero cuando sea raptada por una banda de piratas solo un antihéroe con habilidad para las artes marciales podrá rescatarla. Bueno. Pues bien. Pues vale.
La película, que se deja ver sobre todo porque el espectador espera con ansia el siguiente (y seguro que lamentable) plano de Van Damme o la consiguiente metida de pata del realizador o del equipo de efectos especiales, viene firmada por Albert Pyun. ¿Quién es este señor?, se preguntarán. Pues Pyun es un cineasta hawaiano que durante su formación en Japón llegó a colaborar con el veterano Akira Kurosawa, y del que por lo visto no se le pegó nada de nada: en su filmografía destacan títulos como Sueños radioactivos, Combate sangriento, Apocalipsis Omega, las entregas segunda y cuarta de Kickboxer... y esa joya de las adaptaciones de Marvel titulada Capitán América, de infausto recuerdo para los lectores de los tebeos del personaje original. Una película que, por cierto, cualquier día de estos aparecerá por esta sección.
Como pueden ver, menudo carrerón el de este buen hombre, que no director de cine. Así que ya saben: eviten Cyborg, salvo que padezcan la extraña filia del que esto firma por el peor cine jamás rodado.
Pyun & Van Damme, una garantia de calidad.
ResponderEliminarPor cierto para el que quiera osado que no tenga bastante recordar que existe Cyborg 2, que por tener tiene hasta a Angelina Jolie (la pobre) si no me equivoco.
La mejor película para mí,no se porque la señalan de mala. Los dos protagonistas excelente.
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