miércoles, 22 de agosto de 2007

2 días en París: Escenas de una pareja

Julie Delpy, actriz francesa a la que muchos descubrimos en Blanco, la segunda película de la "Trilogía de los Colores" de Kieslowski, viene construyendo poco a poco una filmografía como realizadora desde que debutara tras la cámara en 1995 con el cortometraje Blah blah blah; tras este vendrían el largometraje Looking for Jimmy y otro corto, J'ai peur, j'ai mal, je meurs..., así como esta 2 días en París que acaba de estrenarse en España.



A lo largo de su filmografía como realizadora, Delpy ha sido siempre la guionista de todos sus trabajos, suponemos que en un empeño por expresarse artísticamente, así como por controlar el resultado final. Ahora, en 2 días en París, va mucho más lejos, y no solo protagoniza, escribe y dirige la cinta, sino también la coproduce, monta y hasta es responsable de la banda sonora original. Ahí es nada.



Una vez vista 2 días en París, resulta obvio que el film tiene unos modelos a seguir muy claros: por un lado, en el seno del cine francés, la obra de Eric Rohmer; y en lo que respecta al personaje de su pareja, encarnado por un Adam Goldberg que demuestra una vis cómica considerable, remite al humor judío, neoyorkino y paranoico de Woody Allen.



Pero si 2 días en París debe a alguien buena parte de su resultado final, este no es otro que el realizador Richard Linklater, con el que Delpy ha trabajado en el díptico Antes de amanecer y Antes de atardecer y en la todavía inédita aquí Waking life; es precisamente con dos películas de corte romántico donde la intérprete parisina compartiera escena con Ethan Hawke que encontramos más similitudes con la comedia agridulce que ahora nos ocupa.



Y es que como buena parte del cine de Rohmer, Allen y Linklater, 2 días en París es una cinta donde, sobre todo, sus personajes hablan. Hablan, y mucho. De todo un poco, pero sobre todo de las relaciones sentimentales, a partir del encuentro de la protagonista con la familia, varios amigos y ex amantes.



Además de esto último, el guión aprovecha el choque cultural del norteamericano encarnado por Goldberg, en algunos aspectos algo más conservador, con la liberalidad de los parisinos, así como los malentendidos lingüísticos provocados por el desconocimiento del idioma francés por parte de este. Es en este aspecto, así como en su encuentro con taxistas de lo más variopinto, donde encontramos algunos de los momentos más divertidos de una película que, sin ser nada del otro jueves, satisfará a los amantes del cine hablado tan prototípicamente francés.



Señalar, finalmente, que el próximo film de Julie Delpy como directora es The Countess, un ambicioso proyecto biográfico sobre el personaje de Erzebet Bathory, que contará en el reparto, además de con William Hurt, Vincent Gallo, Radha Mitchell y Daniel Brühl (este último presente ya en 2 días en París, interpretando a un terrorista antiglobalización), con la propia realizadora en la piel de la apodada "Condesa Sangrienta". ¿De nuevo un ejemplo más de pluriempleo artístico?

[Fotografía 4.ª- Antes de atardecer.]

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