martes, 19 de junio de 2007

Una historia portuguesa de fantasmas

En estos tiempos que corren, donde en el cine de terror se recurre a los trucos más baratos para asustar al espectador (el consabido golpe de efecto, sea argumental o un mero recurso técnico), se agradece la existencia de películas que abogan por una narración clásica, usando viejas y sencillísimas argucias que todavía hoy funcionan a la perfección.



Es el caso de El maligno, producción portuguesa que nos llega en formato doméstico: creo que salvo su pase en el pasado festival de Sitges, esta película producida por Paulo Branco y dirigida al alimón por Tiago Guedes y Frederico Serra no se ha distribuido en la cartelera española. Y es una pena, porque es un film interesantísimo... no ya por su argumento, aunque funcione, sino por el elemento antes citado: el estilo.



La película (cuyo título original, Coisa ruim, resulta más adecuadamente ambiguo a lo que cuenta) narra la historia de una familia que abandona Lisboa y se marcha a vivir al pequeño pueblo del que los antepasados del padre son oriundos. Este, un profesor, ha heredado el viejo caserío familiar, y se lleva consigo a su mujer y a dos de sus hijos (el mayor decide permanecer en la ciudad), además de a un nieto recién nacido de la hija, adolescente y soltera.



Allí se encontrarán con tensiones provocadas por la escasa apertura de los lugareños a todo lo que implique una novedad... incluyendo a un cura joven que se convertirá en uno de los escasos apoyos de la familia. Pero ese no será el mayor de sus problemas: en la vieja casa donde ahora viven parece suceder algo extraño...



Como verán, no se divisa nada nuevo en el horizonte. Pero los directores del film aceptan con humildad este hecho y potencian los elementos dramáticos, gracias a un impecable elenco de actores (desde los padres, Adriano Luz y Manuela Couto, a los hijos, Sara Carinhas, Afonso Pimentel y Joao Santos) y a un devenir narrativo que muestra con todo lujo de detalles la descomposición del núcleo familiar en una atmósfera cargada de culpas de un pasado no expiado. Y es que el miedo, sea irracional o no, saca a la luz lo peor de cada uno...



Los responsables del film parecen haber tomado apuntes de clásicos del subgénero de las casas encantadas o similares, como The haunting de Robert Wise, ¡Suspense! de Jack Clayton o La maldición de Amityville de Stuart Rosenberg... Sin olvidar ese clásico imperecedero que es La casa infernal, magnífica novela de Richard Matheson de la que no es difícil apreciar ecos en la conducta de los personajes protagonistas de esta magnífica e inquietante película. Si gustan de este tipo de historias, hagan por verla.

2 comentarios:

  1. Anónimo9:29 p. m.

    Lo de cine de terror portugués en principio me llama la atención, pero la sinopsis.... las pelis de casas encantadas me aburren mogollón desde que vi el remake de THE HAUNTING en el cine, ya se podría esta gente haber marcado un giallo.

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  2. Hola...

    La pude ver en SAn Sebastian, y escuchar los comentarios de sus creadores, y la peli se deja ver. Es interesante y bien rodada, aunque se pueve por caminos demasiado comunes sin aportar casi nada de frescura. Con todo es correcta y espero que se pueda ver, al menos en DVD

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