jueves, 21 de junio de 2007

Nadie ama a un policía: Las bambalinas del Corralito

Que una novela negra, además de ser un entretenimiento lúdico a partir de una intriga criminal, es también una manera de acercarse al mundo en el que vivimos y entenderlo mejor, no es algo que por resultar obvio tenga que dejar de repetirse. Menos aún cuando tenemos la oportunidad de ejemplificarlo de forma tan diáfana, como en esta ocasión.



Porque Nadie ama a un policía, de Guillermo Orsi, que acaba de editar Almuzara, es una perfecta ilustración de este hecho: el escritor argentino, que con este libro ha ganado el II Premio Internacional de Novela Negra Ciudad de Carmona, hace uso de una trama criminal ubicándola en el arranque de lo que será uno de los episodios más negros de la historia reciente de su país: el Corralito.



Como en la novela Ciudad de cristal, todo empieza con una llamada de teléfono en mitad de la noche y un error. Pero si en la novela de Paul Auster el errado era el que llamaba, confundiéndose de número de teléfono, en Nadie ama a un policía quien se equivoca es el protagonista, Pablo Martelli, alias Gotán, un ex policía que se había prometido no descolgar el auricular pasada la medianoche. Su error es no permanecer fiel a su propia promesa.



Es la noche del 14 de diciembre de 2001. Apenas falta una semana para que Fernando de la Rúa renuncie al cargo de Presidente de la nación y abandone la casa de gobierno en helicóptero, en mitad de un estado de excepción donde las casas y los comercios son saqueados sin compasión.



En esta atmósfera cargada se desarrolla la historia de Martelli, que acude a la llamada de socorro de un amigo, que vive a trescientos kilómetros de la capital con una jovencita por la que ha abandonado a su mujer y a su hija. Cuando Martelli llega a su destino, su amigo ya ha muerto.



La prosa de Orsi, de una calidad exquisita, atrapa al lector de principio a fin. Como los grandes clásicos (pienso concretamente en Lawrence Block y su deslumbrante Un baile en el matadero, de reciente publicación en España), construye unos diálogos precisos e inteligentes, pero sin llegar a sonar impostados.



Por si esto fuera poco, al personaje protagonista (un antiguo policía que ahora se dedica a la venta de inodoros) lo rodean una atractiva galería de secundarios, con especial mención para el forense Burgos y los policías Ayala y Rodríguez.



Con Nadie ama a un policía, el autor de Sueños de perro (que ya ganó el Premio Umbriel Semana Negra en 2004) y Buscadores de oro se confirma como un nombre clave de la nueva narrativa criminal latinoamericana, desde un país, la Argentina, que lleva viviendo desde hace unos años una novela negra muy real en sus propias carnes.


Nadie ama a un policía
Guillermo Orsi
Córdoba, Almuzara, 2007
368 pp. - 18 €



[Enlace recomendado: Avance de la novela, en la web de Editorial Almuzara.]

[Fotografías: 4.ª: Carlos Menem y Fernando de la Rúa; 7.ª: Guillermo Orsi.]

No hay comentarios:

Publicar un comentario