Cuánto daño ha hecho Anne Rice al género del terror. O mejor, cuánto daño le ha hecho el éxito de Anne Rice y sus múltiples seguidores, que han convertido a los monstruos de antaño (en su caso vampiros, pero nos vale también para hombres lobo y otras criaturas del averno) en caricaturas de lo moderno, en rebeldes antisistema de pacotilla con apariencia cool que apenas logran ser un ápice de lo fascinantes que pretenden.
Así ocurre con dos cintas recientes, que revisitan a su manera el mito de los vampiros y los hombres lobo, y que han recibido (inexplicablemente para el que esto suscribe) algunas buenas críticas en festivales especializados y webs temáticas.
Frostbiten es una producción sueca, firmada por Anders Banke, que pudo verse en el pasado Sitges, y que ahora se ha estrenado aquí directamente en formato doméstico... con el subtítulo de 30 días de noche, aprovechándose descaradamente de la novela gráfica homónima (que, por cierto, pronto tendrá adaptación oficial de la mano del realizador de Hard candy), por si algún incauto se confunde y se ganan un alquiler.
Como en la exitosa novela gráfica de Steve Niles y Ben Templesmith, aquí se aprovecha la idea de ese mes entero sin luz solar para que los vampiros campen a sus anchas; y se añade un sentido del humor que pretende (como en la también decepcionante, aunque no tanto como esta, Dog soldiers) diferenciar el producto del resto, aunque solo lo consigue al salir perdiendo en la comparación.
Porque Frostbiten es aburrida. Y en algunos momentos hasta ridícula. Solo algunos apuntes humorísticos consiguen recuperar la atención del espectador... aunque no durante mucho tiempo.
Mucho peor todavía es Blood and chocolate, que se estrenará en España este viernes con el título de La marca del lobo. Dirigida por Katja von Garnier, es una coproducción entre Estados Unidos, Alemania, Reino Unido y Rumanía (ahí es nada) que se anuncia como un film de los productores de la efectiva Underworld. Esto último nos hace pensar que por lo menos se evitarán los juicios por plagio, porque el film es un calco de aquel, cambiando a los vampiros por hombres lobo y a los hombres lobo por humanos (suena complicado, pero en realidad es bastante sencillo).
Así pues, estamos ante la enésima variación de Romeo y Julieta, ambientada en una tan bella como falsa Bucarest, con un Romeo humano y una Julieta que es una loup garou, y cuya comunidad de hombres lobo no acepta el enlace porque pone en peligro su integridad.
Así de simple: no encontrarán más que tópicos y tedio en esta producción que no pasa de ser un episodio alargado hasta decir basta de la ya de por sí lamentable Embrujadas.
Así es buena parte del cine de terror comercial que se filma en los últimos tiempos. Menos mal que nos quedan producciones como Wolf Creek o Calvaire para seguir confiando en el género. Eso sí, son cintas que todavía no han llegado a nuestras carteleras.
Me voy a arriesgar y aún sin verla voy a decir que de Blood and chocolate lo mejor es su título original, muy sugerente y divertido. Pero la película tiene que ser abominable.
ResponderEliminarDe este subgénero de monstruos del Zara mejor no opino, porque me pone bastante violento.
Frosbitten tiene su gracia vista como una serie B con poco presupuesto y tal, pero lo de Blood and Chocolate si que es lamentable, nos quieren vender una pelicula de terror de hombres lobos cuando en realidad no es mas que un drama romantico.
ResponderEliminarsaludos!!!
Woflf Creek la tengo por ahi. Tendré que echarle un ojo.
ResponderEliminarPues Wolf Creek a mi me pareció bastante mala, ridícula y sacada del aire.
ResponderEliminarSaludos.