Maleficio es una cinta que se promocionó como basada en un hecho real. Se supone que se refiere al caso de la Bruja de Bell, pero una vez terminada la película y descubierta la sorpresa que, tramposamente, se ha ocultado al espectador, esos hechos reales parecen otros y el título original, An American haunting ("Una maldición americana") tiene hasta connotaciones políticosociales que el título español nos escamotea.
Lo más triste de Maleficio es que sin duda se trata de una oportunidad perdida, pues lo tenía todo para interesar al espectador: de partida, una factura técnica impecable, una prometedora actriz joven, Rachel Hurd-Wood (vista recientemente en El perfume), y dos veteranos de la talla de Donald Sutherland y Sissy Spacek.
Por si esto fuera poco, su ambientación de época (el noventa y cinco por cien de la cinta es un extenso flashback ambientado a comienzos del siglo XIX) y un cierto gusto por una narración pausada lo alejaba de primeras del grueso de cine de terror adolescente de los últimos años.
Pero hete aquí que la incompetencia de su director, Courtney Solomon, firmante también de la execrable Dragones y mazmorras, que no parece decidirse en ningún momento entre el clasicismo y la estética de videoclip, así como la continua recurrencia a todos los tópicos del subgénero de las casas encantadas y las posesiones, hacen que el ritmo del relato decaiga a marchas forzadas y no satisfaga las expectativas de su público.
Como único interés, destacar la amarga conclusión del relato, una vez la acción regresa a nuestros días, haciendo uso de esas connotaciones sociales a las que hacíamos referencia al principio, y que nos cuidaremos mucho de desvelar al lector.
A mi me pareció muy aburrida. Y a pesar de contar con unos cuarenta minutos iniciales más o menos decentes, intenta guardar una especie de "sorpresa" que no tiene lógica alguna. Lo mejor de esta película, la presencia (que no actuación) de Sissy Spacek y Donald Sutherland. Saludos desde La Mancha. ;)
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