Este tercer tomo, de un total de cuatro, incluye siete relatos a cual mejor, si bien podemos destacar que en sus páginas nos hallamos con joyas como La política del cuerpo, el inquietante La Madonna (tan atmosférico como el mejor cine de terror italiano de Dario Argento o Michele Soavi) o Lo prohibido, en el que se basó Bernard Rose para filmar su reivindicable Candyman (El dominio de la mente).
Un libro, pues, imprescindible para los amantes de la mejor narrativa de terror, sobre todo para aquellos que no se quedaron anclados en los logros (por otro lado, indiscutibles) de autores como Poe, Lovecraft, Stoker o Le Fanu.
Otro volumen más a añadir a mi biblioteca de Libros Imprescindibles. Cómo escribe este señor. De bien quiero decir, no hagamos chistes de "con las manos" que les mando al tren de la carne de medianoche o a darse una vuelta por las colinas croatas y ya verán ustedes.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Su capacidad para concebir imágenes fascinantes no tiene parangón en la literatura de terror reciente.
ResponderEliminarY es, por ello, de las pocas ocasiones que después de adorar una película, he leído el libro y me ha gustado tanto como la primera. Pienso en HELLRAISER, claro...
Jo, yo pensaba en Rawhead Rex :)
ResponderEliminarTouché.
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