jueves, 11 de enero de 2007

Severance: la risa congelada

Algo está pasando en el más reciente cine de terror, y es que, ahora más que nunca, este género está siendo el escaparate en el que mostrar las miserias de la sociedad occidental contemporánea. Desde siempre, el género ha sido la válvula de escape por la que soltar todo lo negativo que normalmente tratamos de ocultar, si bien se solía hacer de forma sugerida y hasta metafórica; pero en los últimos años varias son las cintas que lo muestran sin ningún tipo de tapujos.



Buen ejemplo de ello son Hostel y Las colinas tienen ojos, probablemente las dos mejores películas de terror del año pasado. También lo es el brutal desenlace de Ils (Ellos), que no desvelaremos aquí. Y también lo es esta Severance.

Esta producción británica es el segundo largometraje de Christopher Smith, que debutó con la interesante Creep, aquella cinta en la que Franka Potente corría por su vida en las laberínticas dependencias del metro de Londres. Ahora, con este nuevo trabajo protagonizado por, entre otros, Danny Dyer, Laura Harris y Toby Stephens, se confirma como un cineasta al que si sigue especializándose en el género habrá que seguir con atención.



El argumento de Severance es sencillo: un grupo de trabajadores de una empresa dedicada a la manufacturación de armas se propone pasar un fin de semana de descanso, para relajarse de la rutina diaria, invitados por sus jefes; planean convivir unos días en una cabaña, situada en un lugar impreciso del territorio fronterizo entre Hungría, Rumanía y Serbia, jugar al paintball y divertirse; pero un grupo de individuos vestidos como cazadores convertirán esos días en una pesadilla de la que pocos conseguirán escapar con vida.



El mayor mérito del film, además de la tesis político-social sobre la que se sustenta, y que puede recordar en algunos momentos a la ya mítica Deliverance, es que su guión (escrito por James Moran y el propio realizador) usa el recurso del humor para relajar al espectador, y seguidamente conseguir que la risa se congele en su rostro tras golpearlo con muestras visuales de violencia y dolor. Los personajes que la protagonizan son creíbles, hasta ridículos en su cotidianidad, lo que convierte todavía en más realista su lucha por sobrevivir en esta película que no deben perderse los amantes del género.

1 comentario:

  1. Anónimo12:52 p. m.

    Pues nada, otra a la saca, a ver cuando la veo!!

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