miércoles, 4 de octubre de 2006

Hawks según Hawks

No siempre el artista al que admiras tiene por qué gustarte como persona; es más, en muchas ocasiones se da todo lo contrario, y más de uno se ha sentido defraudado en el momento en que ha accedido, personalmente o por vía de terceros, a la intimidad o a la vida cotidiana del creador de turno.

No pasa así con Howard Hawks, uno de los mayores genios del cine norteamericano, a la altura de John Ford o Alfred Hitchcock para el que esto firma.



O al menos eso es lo que deja entrever el cortometraje documental de Samuel Martínez Martín Howard Hawks: San Sebastián, 1972, pieza que nos acerca al lado más humano del autor de Sólo los ángeles tienen alas. Lo más interesante de este trabajo es que la mítica entrevista realizada durante el Festival de Cine de Donosti de aquel año aparece salpicada por las intervenciones de los entrevistadores -entre ellos el realizador José Luis Cuerda- más de treinta años después, rememorando la tremenda humanidad de Hawks y su sencillez a la hora de responder a las cuestiones planteadas, pareja a la (sólo aparente) sencillez de su obra.



Quedan para la posteridad, además de esta entrevista, las múltiples obras maestras filmadas por Hawks: Scarface, El sueño eterno, La fiera de mi niña, Me siento rejuvenecer o Río Bravo, por citar sólo algunas, de los tres géneros predilectos que tocó: el negro, la comedia y el western.

[Imágenes: H. Hawks, junto a Angie Dickinson, en el rodaje de Río Bravo; y Lauren Bacall y Humphrey Bogart en El sueño eterno.]

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