Precisamente ayer terminábamos de ver la primera temporada al completo de la misma. Como ya comentamos en una nota anterior, se trata de una producción que no ha envejecido demasiado, más allá del abusivo empleo de sintetizadores y el inevitable paso de sucesivas modas estéticas. Todavía hoy se puede comprobar con agrado cómo Mann y Anthony Yerkovich, máximos responsables de la serie, introdujeron elementos muy habituales en las producciones para la gran pantalla pero poco o nada vistos en formato doméstico: el cuidado del montaje, el vestuario y, sobre todo, primar la acción física, la música y los silencios por encima del diálogo, fueron los elementos que se convirtieron en insignia de Corrupción en Miami.
Hoy podremos comprobar de primera mano si la película protagonizada por Colin Farrell y Jamie Foxx, donde también intervienen Gong Li y el español Luis Tosar, es más o menos fiel al original televisivo. Sea como fuere, estando realizada por el autor de Heat y Collateral, deparará como poco un thriller más que aceptable. Estamos seguros de ello. Pero con suerte será una película tan espléndida como las dos citadas.
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