Lo confieso: me he convertido en fan fatal de Cillian Murphy. Ya me pareció un actor competente en 28 días después, la odisea de zombies postapocalípticos de Danny Boyle, donde lo descubrí. Pero su trabajo como Jonathan Crane, alias El Espantapájaros, en Batman begins, fue uno de los mayores placeres que nos dio la de por sí magnífica adaptación del personaje creado por Bob Kane filmada por Christopher Nolan.
Y ahora se estrena Desayuno en Plutón, película que lo confirma como uno de los mejores actores de su generación. A nadie escapará que su interpretación de Patrick ‘Gatita’ Braden es de lo más memorable visto últimamente en una pantalla de cine.
Pero es que, además, la película de Neil Jordan es una obra maestra absoluta, una cinta que perdurará en el recuerdo de todos aquellos que tengan la capacidad de dejar a un lado los prejuicios y se atrevan a disfrutar de una de las experiencias fílmicas más frescas y emocionantes de los últimos años.
Volviendo a Murphy: en apenas quince días volveremos a tener la oportunidad de disfrutar de su talento en El viento que agita la cebada, de Ken Loach, última Palma de Oro de Cannes, y donde vuelve a tratarse el espinoso tema del conflicto del Ulster. Yo, desde luego, no faltaré a la cita.
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