viernes, 28 de julio de 2006

Sangre en Glasgow

Ayer fue un día extraño: en mitad del inaguantable calor del verano alicantino surgió como un oasis el fresco clima de Glasgow.

Terminé la lectura de Campo de sangre, última novela de la escocesa Denise Mina publicada en España. En sus páginas se relata la conmoción que experimenta un barrio de Glasgow, ciudad natal de la autora, al descubrir primero el asesinato de un niño de cuatro años; y, a continuación, que los culpables parecen ser otros dos niños de la zona, poco mayores que la víctima. Una joven aspirante a periodista creerá que no puede darse el caso por zanjado y comenzará a investigar por su cuenta...



No añadiré nada más acerca de su trama para no desvelar nada de la misma, pero sí hay que señalar que estamos ante una novela negra altamente recomendable. Ahora bien, el considerarla así no es debido a que la intriga esté particularmente lograda (que no es el caso), sino a que consigue imprimir en el personaje protagonista, la sensible y ligeramente obesa Paddy Meehan, carácter y credibilidad para dar y tomar.

Casualidades de la vida, por la noche veo lo que creo es el estreno de una nueva serie televisiva, Almas a la deriva (Sea of souls en el original). Hoy descubro que no, que lo emitido ayer fue el tercer y último episodio de la primera temporada. Qué cosas... Típica confusión fruto de estar sin recepción de antena más de una semana.

Y hete aquí que los protagonistas de Sea of souls son un grupo de científicos que trabajan en la Universidad de Glasgow. La ciudad escocesa volvía a surgir como descanso del sopor en el que me sumerge las altas temperaturas de la zona mediterránea. Qué placer caminar por sus calles de asfalto mojado, entre fruterías con la mercancía en la puerta y tabernas de iluminación escasa...



Sea of souls es una producción de la inglesa BBC que se caracteriza por su tono sobrio y sin estridencias. No hay concesiones a la galería como en muchas series norteamericanas, ni humor metido con calzador (o sin él). Se toma a sí misma muy en serio. Lástima que su factura (demasiado plana, demasiado "televisiva" en el peor sentido del término) no esté a la altura del resto de sus logros, más que evidentes ya en un primer acercamiento.

La temática (ayer fue la magia negra de origen africano) y la atmósfera de esta serie protagonizada por Bill Paterson me recuerdan a la etapa de Jamie Delano en Hellblazer, el cómic de John Constantine... que actualmente guioniza en Estados Unidos la escritora Denise Mina. Curioso, ¿no?

No hay comentarios:

Publicar un comentario