El octavo tomo de "Lo mejor del cómic español", que ayer acompañaba a el diario El Mundo, sigue demostrando la pobreza argumental de los últimos volúmenes del Mortadelo y Filemón de Francisco Ibáñez.
El tomo arranca con 100 años de cómic, publicado como el álbum Olé n.º 134 de la serie en 1997. La idea, mera excusa para parodiar a los más famosos héroes del medio, definitivamente podría haber dado mucho más de sí; pero lamentablemente se ve despachada con una historia repetitiva hasta la saciedad.
Con todo, es innegable que se puede disfrutar mucho del trabajo gráfico de Ibáñez, que brilla particularmente en las versiones sui generis de héroes clásicos del cómic, como los iconos de DC Superman o Batman, el mago Mandrake (por más que se le llame 'Merlín' a lo largo del tebeo), el Príncipe Valiente de Harold Foster o, muy especialmente, el Spiderman de Lee y Ditko.
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