martes, 6 de junio de 2006

La montaña interior: El rastreador de Jiro Taniguchi

Jiro Taniguchi era una de mis asignaturas pendientes. A punto he estado en varias ocasiones de hacerme con su Barrio lejano, o con El almanaque de mi padre. Pero nunca veía el momento. Ahora, por fin, me he acercado a su obra gracias a El rastreador.

Y por lo que he oído y leído acerca de Taniguchi, uno de los nombres clave del manga contemporáneo, ésta podría ser, aunque pertenezca a un género no habitual en la producción de su autor, una más de las muchas obras maestras fruto de su genio.

El rastreador es un thriller absorbente que responde a un esquema básico del género: la búsqueda de una persona desaparecida. En este caso, como ocurría en el western de John Ford Centauros del desierto, la desaparecida es una adolescente y quien la busca su tío, su protector.

El protagonista, de nombre Shiga, es un alpinista que regenta un refugio en la alta montaña. Una mañana recibe la llamada de la madre de la joven y viuda de su mejor amigo. Su hija ha desaparecido. En ese mismo momento, Shiga decide bajar a la gran ciudad y emprender la búsqueda de su ahijada.



Taniguchi construye así una narración detectivesca de contundente clasicismo, tras la que puede verse sin esfuerzo una historia sobre la superación personal y el valor de las promesas, sin eludir el reflejo de la cruel realidad de parte de la sociedad japonesa de nuestros días.

Así pues, El rastreador es una absoluta obra maestra del género. Háganme caso: no la dejen pasar bajo ningún concepto. Su historia, su drama, sus personajes, perduran en el recuerdo mucho tiempo después de dar por concluida su lectura. Como ocurre con los clásicos.

(Muy pronto, crítica en La Gangsterera.)

1 comentario:

  1. Creo que categorizarla como obra maestra es excesivo. Es una obra interesante pero lejos está de las mejores piezas de Taniguchi. Creo que hace un gran trabajo de definición de los personajes pero el desenlace es flojo.

    ResponderEliminar