Jamie Delano es un guionista de cómics británico que ha tenido la mala fortuna de estar "en tierra de nadie", al remolque del furor que desató Alan Moore y sin concitar a grandes masas de fans, como hicieron Neil Gaiman (que se llevó a los amantes de lo mítico y lo mitológico, incluyendo a jugadores de rol y a siniestras de quince años), Garth Ennis (que levantó furor en los más macarras del lugar), o Grant Morrison (que iluminó a una caterva enorme de visionarios fanáticos de debatir sobre la naturaleza de lo real mucho antes del estreno de Matrix).
Delano se vio durante los años 90 teniendo que lidiar con la difícil papeleta de escribir la serie propia de John Constantine, creado por Alan Moore en la saga "American Gothic" de La Cosa del Pantano, para después verse en la tesitura de tener que sustituir a Grant Morrison en Animal Man, cuando el loco Morrison había hecho uno de los experimentos metalingüísticos más atrevidos, quizá el que más, jamás realizado en un cómic de superhéroes comercial.
A día de hoy sabemos que Delano puede presumir de haber salido triunfante de ambas empresas. Por un lado, en las páginas de Hellblazer desarrolló una crítica a la Inglaterra de Margaret Tatcher a través de la vida y milagros (nunca mejor dicho) de John Constantine, moderno exorcista inglés que venía de militar en una banda punk, Mucous Membrane, y no se sabía muy bien a dónde iba.
Un buen ejemplo del oficio de Delano, cuyos monólogos interiores son tan densos, simbólicos y angustiantes como el Aullido de Gingsberg o la narrativa de Burroughs, puede encontrarse en la primera aventura de Constantine, con la posesión de Gary Lester, o en la historia "En la playa" (publicada en el n.º 7 de la edición española, último que ha salido hasta ahora), donde el sobado recurso de "Ha sido sólo un sueño" le sirve para efectuar un viaje pesadillesco por la inevitable degradación del cuerpo humano.
En cuanto a Animal Man, y ante la difícil tarea de seguir donde lo dejó el loco Morrison, Jamie Delano demostró haber aprendido de su mentor Alan Moore y de la "Lección de anatomía" de este (también en las páginas de La Cosa del Pantano), y efectuó una revisión absoluta, de una fisicidad aplastante, del personaje de Buddy Baker, donde se pueden apreciar hasta ecos del cine de David Cronenberg.
Ahora que Planeta se propone editar el Hellblazer íntegro en formato popular, así como todo el Animal Man de Delano, es una buena ocasión para hacerse con las obras de este autor, complementando material editado por Recerca, tan interesante como 2020 visions o esa inquietante mirada al movimiento neonazi en Estados Unidos que es Hell eternal.
Amen de que es un tio de lo mas majo.
ResponderEliminarComo devoraba croquetas el cabrón...