Al hilo de las
conferencias sobre la relación de la obra de
Shakespeare con el cine y la televisión -de la mía en particular ofrecíamos anteayer
una galería de carteles- en el diario
El Mundo, en su edición de Alicante, publicaban ayer el artículo de Miquel Hernandis
"Sangre en sus manos"; un texto confeccionado a partir de las entrevistas realizadas a los ponentes del ciclo (Jordi Balló, Raúl Rodríguez y quien firma estas líneas). Como el espacio obliga y por lo general siempre se queda fuera buena parte de lo comentado, os reproduzco aquí la conversación con servidor al completo... por si fuese de vuestro interés. Y os recuerdo que las jornadas siguen y que la intervención del profesor Jordi Balló, a modo de colofón, será mañana viernes. ¿Nos vemos en el Museo de la Universidad de Alicante a las cinco de la tarde?
Hamlet según Kenneth Branagh
Entrevista con Francisco J. Ortiz,
ponente del ciclo "La influència de Shakespeare en les sèries televisives actuals"
¿Qué tal fue la charla en el MUA?
Eso tendrías que preguntárselo a los organizadores o, mejor, a los asistentes; pero por lo que a mí respecta, fue una experiencia muy grata: se suponía que la conferencia iba a durar una hora, y nos fuimos casi a dos... y eso ocurre, además de cuando hay material del que hablar, cuando el público es receptivo -al final hubo preguntas y comentarios, por ejemplo- a aquello de lo que se está hablando. Incluso propuse saltarme algún tráiler de los previstos para agilizar la presentación y que no nos retrasásemos tanto, y los asistentes pidieron verlo; me parece una muy buena señal. Para concluir, por mi parte se trata de promover la difusión de la cultura, en este caso las obras de Shakespeare y sus respectivas adaptaciones al cine, y si dos o tres personas de las allí convocadas se marcharon con ganas de leer (o releer) al autor inglés o de ver (o revisar) algunas de las películas, me doy por más que satisfecho.
¿Quiénes son los que adaptan de forma más libre a Shakespeare? ¿Los ingleses, otros países anglosajones u otras culturas?
Aunque existe el prejuicio de que los ingleses son los más fieles a la obra de su principal figura literaria, no siempre es así: esto vale para Laurence Olivier, pero fijémonos en algunas películas de Kenneth Branagh como
Hamlet, que aunque emplea el texto íntegro de la obra teatral, cambia la época; o
Trabajos de amor perdidos, que convierte la comedia de equívocos de Shakespeare en un musical al estilo del Hollywood de los años 30. En cambio, un director ruso como Grigory Kosintsev adaptó
Hamlet y
El rey Lear de forma bastante fiel... más allá del cambio del idioma, claro. Y Franco Zeffirelli, que es italiano, también hizo
La fierecilla domada,
Romeo y Julieta y
Hamlet de forma fidedigna.
Hamlet según Grigory Kosintsev
La libertad para adaptarlo ¿es lo que ha hecho que su obra sea más vigente que, por ejemplo, la de Cervantes?
No lo creo. De hecho, creo que funciona al revés: el haber sido adaptado al cine en muchas más ocasiones que Cervantes (y que cualquier otro escritor) le ha convertido en un autor de obra mucho más vigente que la del escritor español. Y que se haya adaptado más, a mi parecer se debe a que -al margen de que la lengua inglesa sea desde hace mucho tiempo la más universal- Shakespeare resulta un autor mucho más plural... y a mi parecer, más accesible: ¿qué obra de Cervantes recuerda el ciudadano medio al margen del
Quijote? En cambio, Shakespeare tiene
Romeo y Julieta,
Hamlet,
Macbeth,
El rey Lear,
Otelo... Sus personajes son icónicos.
De todas las adaptaciones que se hacen del autor ¿cuáles son las primeras que te vienen a la cabeza por lo curioso?
Para mí es inevitable, además de pensar en el
Hamlet de Kenneth Branagh -que en su versión completa recurre al texto íntegro de mi obra favorita de Shakespeare-, en las adaptaciones de Akira Kurosawa, para mí el mejor director (incluso por encima de Orson Welles) de los que se han acercado a la obra del autor de
Como gustéis. Me refiero tanto a
Trono de sangre y
Ran -las oficiales y más conocidas- como a
Los canallas duermen en paz, un film de 1960 que adapta muy libremente
Hamlet trasladándolo al siglo XX y acaba siendo una joya del cine negro nipón. Una joya que merece revalorizarse.
Hamlet según Akira Kurosawa
¿Cuál, por inesperada, te pareció más interesante?
Me parecen muy curiosas, aunque no terminen de ser redondas, las adaptaciones de
Hamlet y
Cimbelino firmadas por Michael Almereyda en 2000 y 2014 respectivamente: respetan el texto clásico, pero lo trasladan a nuestros días y de la mano de actores tan conocidos como Ethan Hawke, Bill Murray, Ed Harris o Milla Jovovich. Ya solo por esa contradicción vale la pena verlas y analizarlas, como ocurrió con el tan denostado
Romeo y Julieta de Baz Luhrmann, que sin ser nada del otro jueves abrió la veda a las adaptaciones libérrimas y repletas de unos anacronismos intencionados que resultan tan provocativos para los puristas como divertidos para el espectador sin prejuicios.
Shakespeare en cine es todo un subgénero. A bote pronto, pienso en Planeta Prohibido, Ran o Fuera de onda como tres ejemplos muy dispares del pasado. ¿Cómo ves las adaptaciones que se plantean en la actualidad?
Como bien dices, las adaptaciones de Shakespeare son casi un género en sí mismas, y por tanto no creo que puedan reducirse a un estilo, corriente o tendencia: hace apenas cuatro años Joss Whedon, entre la primera y la segunda parte de
Los Vengadores, y supongo que cansado de tanta postproducción y tanto croma, reúne a algunos de sus actores más fieles y rueda en su propia casa, en blanco y negro y en apenas doce días su versión de
Mucho ruido y pocas nueces, respetando el texto isabelino pero ambientando la obra en el presente. Y el resultado es estupendo. En cambio, el año pasado Justin Kurzel junta a dos actores tan de moda como Michael Fassbender y Marion Cotillard y hace un
Macbeth a mi parecer soberbio, solo superado por el de Kurosawa, y al mismo nivel o superior que los de Welles y Polanski... lo que no es precisamente moco de pavo. En resumidas cuentas: se preparan varios filmes para el año que viene inspirados en la obra de Shakespeare, y cada uno tendrá su personalidad propia. Veremos...
(Agradecimientos a Miquel Hernandis por la atención dedicada al evento).